°Epílogo: "¿El ciclo continuará?".

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Me despierto sobresaltada del susto, recorro todo aturdida, no entendía que estaba sucediendo. Al visualizar mi entorno me doy cuenta que estaba en mi habitación, observo la hora en el reloj que se encuentra en mi mesita de noche, eran las 9:45 a.m. Me siento en la cama mientras escondo mi rostro entre mis manos.

— ¿Qué está sucediendo? ¿Acaso me estoy volviendo loca? —En estos momentos me encontraba tan confundida que no sabía que pensar.

Mi celular suena devolviéndome a la realidad. Me levanto, avanzo hacia mi tocador y lo tomo.

— ¿Hola? —hablo al mismo tiempo que a bostezo.

—Buenos días amor, ¿cómo estás? —al escuchar su voz frunzo el ceño confundía, observo con quien hablaba y era James—. ¿Hola? ¿Ximena? ¿Estás ahí? —pregunta al cabo de unos minutos al no escuchar respuesta de mi parte.

— ¿Qué? —digo distraída, no podía creer que realmente todo había sido un sueño.

— ¿Que pasa linda? ¿Te desperté? —interroga con voz dulce.

—No, pero casi —bromeo, al mismo tiempo que abro las ventanas de mi cuarto.

—Me lo imagine —dice riendo—. Oye ¿nos vemos hoy verdad? —indaga.

—Claro, como siempre.

—Vale, pasaré por ti esta noche...

—James —lo interrumpo—. ¿Te encuentras bien? —pregunto preocupada.

—Eh claro bebe —responde confundido con mi pregunta tan repentina—. Aunque ahora que lo pienso no... —inicia y siento mi corazón acelerarse, pero antes que pueda preguntar la razón dice—. Tengo que volver a trabajar y tendré que colgar —anuncia y expulso un suspiro de alivio.

—No te preocupes cariño, hablamos luego vuelve a trabajar —me despido. James susurra un 'Te amo' antes de colgar.

Me encontraba tan aturdida que no sabía que hacer o pensar. Me siento en el pequeño sofá que se encuentra pegado a mi ventana para trata de calmarme y asimilar lo que sucedido.

Miro a través de la ventana por un buen rato, ya empezaba a perderme en mis pensamientos cuando de repente veo el momento exacto en el que el repartido del periódico tira uno a la puerta de mi vecina en el mismo instaste que esta abre la puerta, por lo que es golpeada por el mismo, lo que causa que suelta una carcajada, el joven rápidamente se baja de la bicicleta y se acerca a disculparse con la señora, era una escena realmente graciosa.

Una vez logro calmar mi risa, reviso mis mensajes, pero mientras lo hago me percato de que son exactamente los mismo que había recibido el sábado por la mañana de aquel día, al igual que lo que acaba de suceder con el repartido, por lo que chequeo el calendario de mi teléfono y me doy cuenta de que es sábado 12 de abril.

Me levantó corriendo y salgo de mi habitación, bajo a la cocina encontrándome a mi hermano preparándose una tostada, al mismo tiempo que ve desde su celular la repetición del juego de anoche, exactamente lo mismo que hizo aquella mañana.

"Acaso, ¿acabo de soñar lo que pasará más adelante?"

Realmente no podía creer lo que está pasando pero en realidad no me importa, solo fue un sueño, nada fue real y todos están vivos. Corro hasta mi hermano y lo abrazo, este se sobresalta y trata de alejarme pero me resisto.

— ¡Oye! ¿Qué te pasa? —exclama confundido—. Ximena deja el relajo hace calor —dice tratado de alejarme pero deja de luchar al escucharme sollozar—. ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo? —indaga preocupado.

No le respondo solo lo abrazo con fuerza y lloro, pero no de tristeza sino de felicidad al darme cuenta de su todo fue solo un mal sueño. Xavier me abraza en silencio.

24 horas en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora