Segunda Parte

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Segunda Parte.



El control remoto cae de mis manos por la impresión al ver aquel espectro. A tan solo unos pocos metros de Stella y los chicos se encontraba lo que parecía ser un demonio o monstruo, no sé bien, de lo único que estaba segura era que la mirada que les estaba dando era aterradora.

Me apresuro a tomar el control y gritar el nombre de Stella. Ella al igual que todos se sorprende y me buscaban con la mirada.

— ¿Ximena? ¿Eres tú? —pregunta mi hermano aun sorprendido.

—Sí, soy yo, no me pregunten cómo o por qué pueden oírme solo quiero decirles que algo los está acechando —anuncio nerviosa.

— ¿A qué te refieres? —pregunta Jack mirando para todos los lados asustado.

—No preguntes solo háganme caso y salga corriendo hacia la casa y escóndanse... —antes de que pudiera terminar esa cosa parece frente a ellos.

Stella del susto permanece en el mismo lugar sin saber que hacer mientras los chicos salen corriendo hacia la casa.

—¡¡NOOO!! —grito alterada—. ¡¡No dejen a Stella, ¿no entienden que si ella muere ustedes también lo harán?!! —chillo molesta, pero ya era demasiado tarde antes de que ambos corrieran ayudarla ese monstruo se la había llevado.

— ¿Y ahora Ximena? ¿Qué haremos? —interrogan nerviosos.

—No lo sé, ni siquiera sé si está muerta —manifiesto.

— ¡Pues ve a ver si su ficha ha desaparecido! —exige Jack.

—Jack lo dije porque no sé dónde está. Es más que obvio que está viva, sino no estarías hablando conmigo —argumento.

— ¿Puedes leer el libro para ver si dice algo que pueda ayudarnos? —pregunta mi hermano Xavier.

Cuando estaba por leer el libro el grito de Stella se escuchó y sin tener que decirlo Xavier y Jack salieron corriendo hacia dónde provino el ruido.

A pesar de que quería seguir viendo que pasaba recordé que debía de ayudar a James, así que cambio el canal hasta donde él está.

Al hacerlo visualizo a James corriendo por el bosque mirando continuamente hacia atrás como si estuviera huyendo de algo. Conforme lo observaba me di cuenta de que se tropezaba y caía mucho, ya que se encontraba en completa oscuridad sin tener nada más que la luna llena como luz para guiar su camino. A pesar de que trataba de ver de qué o quién huía no podía visualizar a nadie así que le pregunto.

— ¿De quién huyes? —indago. En el momento que hablo James se cae del susto y rueda por unos pocos metros, me levanto de mi asiento—. ¿Estás bien? —pregunto preocupada.

—Sí, no te preocupes aun no estoy acostumbrado a esta estupidez —dice poniéndose de pie, para luego esconderse detrás de un árbol.

— ¿De qué te escondes? —vuelvo a indagar mientras me siento nuevamente en mi lugar.

—Un animal o demonio casi me mata, ¿dónde estabas? —interroga—. ¿No dijiste que me ayudarías?

Al terminar de escucharlo, ahí es cuando me doy cuenta de su estado. James se encontraba todo golpeado, su rostro sangraba y su ropa estaba rasgada.

—Lo siento cariño, no quería irme pero también dedo ayudar a Stella y los demás y para poder hacerlo tengo que dejarte y viceversa —explico—. De verdad lo lamento amor —digo al borde del llanto. Me sentía realmente culpable, si yo no hubiera hallado ese juego nada de esto estuviera sucediendo.

24 horas en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora