Fui arrastrada hasta un salón vacío, aun no podía hablar, ¿como rayos me reconoció?
Escuche un 'click' que me dio a entender que hecho seguro.
Se puso enfrente de mi (yo estaba recargada en el escritorio y él en una silla) me miro de pies a cabeza y me sentí diminuta. Pasaron los minutos y ninguno emitía palabra alguna.-y yo que pensé que te habías enfermado-hablo con una sonrisa amarga rompiendo el silencio. Me tensé- ¿por qué no me lo dijiste?-pregunto y en su ojos pude ver una chispa de dolor.
<hay no>
-A-alex... Yo no quería- trate de excusarme.
-no querías ¿que?- hablo frunciendo él seño- ¿Que no me preocupara por ti? ¿Que tu papá me tuviera que decir que llamaría a la policía si seguía gritando? ¿Que tuve que golpear a cada chico que hablaba leperadas de ti?
Mire su rostro, por los nervios no me di cuenta que tenía algunos moretones y una herida en la ceja.
Sin pensarlo me acerque y tome su cara en mis manos.Él se tenso y cerró los ojos, yo seguía viendo sus heridas.
<No sabía que me estaba cuidando de lejos>
-lo siento- susurré- tenía miedo, no sabía cómo enfrentarme a ustedes. Pensé que se enojarían por mi cambio o que no me reconocerían. Perdón.
Abrió sus ojos y me miró. Me sentía incómoda pero extrañamente bien cuando me miraba.
-No porque me mires así te voy a perdonar, me debes unos tacos- sonreí y lo acerque más a mí. Él envolvió sus brazos en mi cintura y escondió su cara en mi cuello, lo apreté más contra mí.
-te quiero, idiota.
-Siempre tan delicada, Taylor.
Reí y me separé de Alex. Le di un golpe en la cabeza y él sonrió.
-lo siento- repetí y él sonrió.
-lo importante es que estamos juntos de nuevo- sonrió y camino a la puerta- ¿Vamos? Yo invito la comida- salí corriendo del salón y escuche su risa.
Choque con alguien y caí sentada.
-Auch- mire al dueño de mi caída y alce las cejas- ¿En serio? Bonita forma de saludarme.
-No es mi culpa que corras como perro salvaje- Cameron me extendió una mano, lo mire y me pare sola- uy, la independiente.
Le mostré mi dedo corazón y seguí corriendo.
Cuando Alex llegó yo ya tenía mi comida elegida, ambos nos sentamos en una mesa y comencé a devorar todo.
-oye, ¿Quién era ese?
-¿Mjm?- lo mire y enseguida sonrió negó con la cabeza y me paso una servilleta.
-primero termina de masticar y ya te dije que dejes de meterte tanta comida a la boca, preciosa, te vas a ahogar- arrugue la nariz al escuchar el sobrenombre que me puso cuando lo conocí.
Cuando éramos niños el dijo sarcásticamente que yo era "preciosa", en ese entonces yo estaba en mi etapa de puberta, con unos cuantos granos en la cara y brackets. Si señores, toda una belleza digna de ver.-Cállate- hablé cuando terminé de tragar- se llama Cameron- dije, respondiendo a su anterior pregunta.
-ooh, y ¿Te gusta?- hizo una especie de baile con sus cejas y yo negué.
-él me hizo esto- dije señalandome, tome otro bocado de mi comida y entonces sentí un golpe demasiado fuerte en mi espalda provocando que escupiera lo que ya estaba masticado.
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¡No soy un hombre!
Roman pour AdolescentsTaylor Scott, una chica que creció y se educó durante dieciocho años con sus tres hermanos y su padre, dando como resultado una chica bastante ruda y nada femenina. Demasiado sobreprotegida por todos los varones de su hogar, cansada de ser perseguid...