El agua templada ayuda a relajarme. He logrado sobrevivir a las dos primeras semanas de clases, y me siento bien. Siento que estoy donde quiero estar. He conseguido hacer algunas amistades en clase, como con Tory. Una compañera de clase, algo tímida y seca, que se sienta a mi lado. He podido sonsacarle pocas cosas sobre sí misma. Creo que estamos en camino de ser amigos. A Coral, hace bastante que no sé nada de ella, o sea, cada mañana paso a buscarla para llevarla a clase, pero ya no tenemos esas conversaciones en las que podemos estar todo el día juntos hablando de cualquier estupidez, y aún así quedarnos con ganas de más. La noto diferente, pero claro, no puedo decírselo. Tiene que salir de ella contarme lo que le ronda por la cabeza.
Por eso cuando se sube en mi coche me pilla por sorpresa lo que me dice.
―Hagamos esta tarde algo ―comenta echándose su bonita melena hacia atrás mientras se muerde el labio.
Al parecer es algo que ambos solemos hacer mucho. Si es que somos como un espejo. Solo le faltan las pecas y ser pelirroja.
―¿Rollo pelis y hamburguesas? ―inquiero― Noche de gordas.
―No ―se pasa la lengua por el labio inferior antes de seguir―. Hablo de un plan en parejas. Hagamos una cita doble.
―¿En serio? ―mi voz suena muy sorprendida.
Coral nunca ha sido de ese rollo. Al principio, cuando yo estaba soltero, solíamos quedar los tres. Nunca me ha importado sentirme como un sujeta velas, y ellos nunca han sido muy cariñosos en público. Albín es como ella. Seco y poco hablador. Las veces que habla es para hacer una broma poco graciosa, pero que no ofende a nadie. Pero desde hace un año o así, lo único que parecen hacer es quedar en casa del otro, ver una película y echar un polvo. Pero claro, Coral es una chica de rutina, nunca he pensado que eso le molestaría.
―Sí, ¿por qué no? ―se encoje de hombros.
―¿En qué plan? ―sigo preguntando porque todavía no me lo creo.
―Rollo bolera o cine... no sé también un billar. Luego podemos ir a cenar los cuatro juntos.
―Vale ―digo mientras pienso en que día es hoy.
Es viernes. Ultimo viernes del mes, lo cual significa, que hoy tengo libre. Mi único día libre, en dos semanas, y en lugar de pasarlo en casita tranquilo, viendo alguna película, tendría que pasarlo rodeado de gente.
―Coméntaselo a Brandon, no vaya a ser que ya tenga planes.
―Y me toque a mí sujetar velas, ¿no?
―Siempre podemos decirle a tu profesor que se venga ―se ríe.
Qué zorra, vaya golpe bajo.
Tras mi encuentro en el supermercado con Pietro, he pasado las últimas semanas evitándolo. No sé si es un juego para él, o solo son imaginaciones mías lo que nos traemos, si es que nos traemos algo. Pero sea como sea, yo estoy con Brandon, con mi quarterback buenorro, que es mucho más de lo que yo podría permitirme jamás, y sea lo que sea que me esté trayendo con Pietro, ya sea una amable conversación puntual o un tonteo puntual, también debe terminar. Por eso, he puesto esta barrera. No lo miro en clase directamente, sino a la pizarra, tardo el doble en concentrarme en lo que dice para no mirar sus pectorales ni su perfecta cara bien marcada. También lo evito en el supermercado cuando viene a comprar algo puntual, como condones (otra vez).
¿Cuántos paquetes puede necesitar este dios?―Muy graciosa ―le dedico una mirada de odio―. Se lo comentaré a ver qué me dice.
―Okay... dime cosas cuando lo sepas.
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Clumsy: una historia diferente (Gay)
Teen FictionClumsy, cuenta la historia de Nil, un chico del montón y perdido dentro de su propia burbuja, y de su popular novio, Brandon, un quarterback, recién salido del armario. Ahora ambos fuera del instituto, empezando la universidad y habiendo hecho públi...