Clumsy: una historia diferente (Gay)

Parte 1 capítulo 1

  "Hoy va ser un gran día. Ya verás como será mucho mejor de lo que esperas. Te quiero. Buenos días".

Me escribe mi novio, nada más abrir los ojos. Es mi primer día de clase. Este año he pasado de ser uno de los seniors del instituto a estar en primero de carrera, y la verdad es que no tengo grandes expectativas. Ni siquiera sé si estoy en la carrera que realmente quiero hacer. Brandon, mi novio, sí que está entusiasmado por la idea de dejar el instituto a un lado y comenzar en un sitio donde la gente tiene la mente más abierta.

Debo aclarar desde un primer momento, que esta no es la típica historia gay de como mi novio, uno de los chicos más guapos y populares del instituto sale del armario por mí. No, claro que no. Esta es la historia que va tras esos finales felices. Cuando la rutina comienza tras la luna de miel y tenemos que enfrentarnos juntos al futuro. Esta es la historia real y por tanto no tiene porque tener un final feliz, ni ser para todos los públicos, lo siento.

Ahora ya no hay secretos, ni nuestra relación es algo clandestino. Aunque a veces, echo de menos ser su secreto, que Brandon sea algo mío solamente, pero saber que no se avergüenza de mí ni de él mismo, me es más satisfactorio, creo.

Me visto con la ropa que había dejado anoche encima de la silla de mi escritorio y bajo rápidamente a desayunar.

―¿Cómo se ha levantado lo más bonito de mi casa? ―pregunta mi madre antes de sentarme en la silla de la cocina.

Me besa en la mejilla y después se sienta conmigo.

Al igual que Brandon, ella está más ilusionada que yo por que empiecen las clases. Que su hijo mayor se haya graduado aunque no sea con una matricula de honor ni con una nota especialmente alta, le hace sentir orgullosa igualmente.

Me esfuerzo por dibujar una sonrisa.

―¿Ya has dejado a Lucas en el colegio?

Lucas es mi hermano pequeño. Nos llevamos seis años. Vivimos los dos con nuestra madre en un pequeño pueblo al sud de Barcelona. Nuestro padre nos abandonó a los dos años de nacer Lucas por un problemas de drogas. En resumidas cuentas, mi padre era un narcotraficante y tuvo la amabilidad de dejarnos a nuestra suerte antes de que lo pillaran y arrastrase a mi madre con él. Así que mi madre pasó de vivir como una reina a tener que trabajar limpiando suelos para mantener a sus hijos.

―Sí. No se le veía muy contento de tener que volver a clase. Ha sido un gran verano.

Mi madre tiene razón. Ha sido el mejor verano de mi vida. Después de tantas ideas y venidas con Brandon, al final poco antes de terminar las clases, me demostró que realmente me quería y que quiere estar conmigo.

Aún recuerdo como le dije que iba a irme a una universidad muy lejos del pueblo. Necesitaba huir lejos de ahí, lejos de él, para poder salir a flote. No iba a dejar que una vez más me hundiera con él. Llevábamos desde antes del principio de curso viéndonos a escondidas y después de mucho, asimilé que yo merecía algo mejor. Así que me atreví a dejarlo, a ser libre, y a poder seguir adelante. Y después de casi tres semanas sin hablar, ni responderle a sus mensajes, solo algunas miraditas por los pasillos, me planté enfrente de su taquilla y le di la noticia. Y para mi sorpresa cuando me giré para poder irme con paso decidido y con la cabeza bien orgullosa, me agarró la mano, me hizo volver la cabeza hacia él, besándome con fuerza, como sino hubiese nadie a nuestro alrededor. Y al despegar nuestros labios, gritó a los cuatro vientos que me quería y que estábamos juntos. Tuvo muchísimo valor, para admitirlo y no dejarme ir, cosa que de verdad, jamás hubiese esperado, solo soñado. Aquella misma tarde, se presentó en mi casa como si de verdad fuese mi novio, mi pareja. Y lo hizo oficial delante de mi madre, presentándose como mi pareja de hecho. Aunque ella ya lo sabía, desde las pasadas navidades, cuando tuve una semana de bajón en las que solo lloraba y lloraba, y finalmente tuve que contárselo. Me apoyó desde el principio. Seguía orgullosa de mí y de la persona en que me había convertido.