Puedes encontrarme siempre cerca del final, porque la tormenta no pasa, por qué yo soy la tormenta.
Se acercaban los exámenes finales, propios de la semana anterior a las vacaciones de navidad. He conseguido tener libre toda la semana en el trabajo para poder estudiar a consciencia mis exámenes sin distracciones. Y solo había una asignatura que en verdad me aterraba más de lo deseado, economía. Realmente, no había manera de entender tantas estadísticas. Normal, estuve los dos últimos años dedicándome a estudios puros de letras, y ponerme ahora estadísticas de la nada, era como poner una soga alrededor de mi cuello y esperar a que mi cuerpo se rinda y me asfixie. Y la guinda del pastel estaba en que ya casi era navidad y las calles estaban llenas de luces y personas que se movían de un lado a otro como si fuese el fin del mundo y tuviesen que arrasar con todo. No me gustaba el consumismo propio en esencia de estos días festivos. Demasiada gente en las calles, me agobiaba. Coral es tan o incluso más grinch que yo.
Logré sobrevivir a los primeros exámenes a duras penas. Sin quejarme y cuando me preguntaban que tal me había ido prefería no contestar, aunque en el fondo sabía que no me había ido tan mal, solo que no me apetecía hablar del tema ni discutir con nadie sobre ninguna respuesta. Quería dejarlo pasar. A medida que iba terminando la semana, se iba acercando el ultimo y temido examen de economía. No solo temía suspender y perder mi beca, sino que temía quedar como un completo inútil y cazurro delante de Pietro que al fin y a cuentas, era quien me iba a corregir el examen.
Puedes venir a casa y te doy un intensivo antes del examen.
Vuelvo a leer el mensaje que me escribió y aún no le he respondido.
Por supuesto que lo más sabio por mi parte seria buscarme otro, cualquier otro profesor que me resolviese las dudas que me faltaban. Por que la idea de estar en una misma habitación a solas con mi profesor de economía/ mi mejor amigo, hacía que las mariposas dominasen mi cuerpo.
Desde que caminamos cogidos de la mano, lo único que hemos compartido son sonrisas por los pasillos y mensajes de texto sobre alguna serie. Le expliqué por una nota de voz el pánico que me suponía su examen, y me respondió con ese mensaje.Apenas hablaba con Brandon. Parecía que solo nos comunicábamos mediante sus mensajes continuos de buenos días y buenas noches. Él también estaba saturado con los exámenes y el equipo de futbol. Así que apenas lo veía. Y ojalá poder decir que tener a estos dos hombres fuera de mi vida, hiciese que mi vida estuviese menos eclipsada y pudiese pensar con claridad. Pero lo cierto es que solo podía en a los exámenes y el resto era secundario. Estaba poniendo en orden mis prioridades y Brandon y Pietro estaban apartados de mis esquemas por culpa de tanto temario. Afortunadamente, no tenía que ir a clase, solo asistir a los exámenes y regresar a casa para estudiar.
-Cariño, ¿va todo bien con Brandon? -preguntó mi madre una noche mientras cenábamos.
Me la quedé mirando extrañado. Odiaba cuando podía ver a través de mí y adivinar lo que rondaba por los rincones de mi cabeza.
Asentí mientras me comía un trozo de zanahoria.-Es que como ya no lo veo por casa... a lo mejor habéis discutido.
-Solo estamos concentrados en los exámenes. Nada más, mamá.
Me puso una mirada de a mí no me engañas, pero lo dejó correr.Cuando faltaban dos días para el último y menos deseado de los exámenes, contesté a Pietro.
Sigue en pie las clases de repaso?
Y cuando apenas había pasado dos horas, me respondió que me pasase sobre las 18 por su casa. Sé donde vive porque le he acompañado millones de veces durante nuestros paseos. Vive en una de las paralelas donde se encuentra mi trabajo.
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Clumsy: una historia diferente (Gay)
Dla nastolatkówClumsy, cuenta la historia de Nil, un chico del montón y perdido dentro de su propia burbuja, y de su popular novio, Brandon, un quarterback, recién salido del armario. Ahora ambos fuera del instituto, empezando la universidad y habiendo hecho públi...