¿será el fin?

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Al poco rato el también ansioso Gokú apareció.

-Hola Vegeta, mi príncipe

-¿Por qué demonios me hablas así?

-Es que anoche lo pensé y creo que desde antes de todo esto ya estaba enamorado de ti – el de clase baja sonreía feliz

Vegeta frunció el ceño – Kakarotto, no juegues con eso, tenemos familias esto no se trata de amor, mejor vayamos a entrenar – Partió rumbo a la isla que fue testigo de su primer encuentro, Gokú lo siguió, su cara reflejaba preocupación, esa no era la respuesta que esperaba del príncipe.

Al llegar le pidió un beso y Vegeta asintió. Se acercó tímidamente pero el príncipe no era de los que esperan, lo tomo con fuerza del cabello y chocaron sus labios, era un beso desesperado, sus lenguas jugaban entre sí, pronto ese contacto empezó a alzar sus erecciones, pero el de la realeza se separó

-Dejémoslo para después –

-Pero...- no pudo articular nada pues recibió un puñetazo en la cara, así empezó la lucha.

Si bien antes, en ese entonces contra Majin Boo los poderes de Gokú eran superiores, ahora después de la pelea contra los dioses de la destrucción "recuerden la nueva saga que está en emisión" sus habilidades estaban a la par; puños, patadas, cabezazos etc. Todo era perfectamente coordinado, ninguno daba un golpe certero.

Estuvieron dos horas y media así, hasta que Vegeta se confío y recibió un rodillazo en su estómago, seguido de un puño que lo envió al suelo, El de cabellos alborotados se puso en cuatro encima de él y le dio un mordisco en los labios, el príncipe reaccionó y en verdad lo mordió sacándole sangre, la cual saboreo pasando la lengua por sus labios

-Kakarotto, es hora – Lo acerco esta vez suavemente y marco sus labios con la lengua, luego la introdujo en la cavidad bucal del Saiyajin menor, él le correspondió abrazándolo, el sonido de sus bocas los ponía calientes, bajo un poco más juntando sus cuerpos, ese sabor de la Sangre que aún salía y el sudor, además de la adrenalina liberada, era embriagante.

Vegeta se puso de rodillas obligando al otro a quitarse de su cómoda estancia, se sacó la parte superior de su traje, dejando ver su marcado cuerpo, en el habían raspaduras, el sudor corría y sus tetillas estaban erectas "sexi, queda poco para describirlo, más bien macho, eso sí que lo definía bien" el de cabellos rebeldes estaba sentado y no pudo resistirse, tomó al príncipe debajo de las axilas y se acercó a su pezón izquierdo, lo mordió fuerte, sacándole un gruñido a su amante, jugaba con su lengua, que delicioso se sentía, sus labios marcaron y succionaron ese pequeño botón, no se limitó y fue subiendo de a poco dejando marcas de dientes, las cuales acariciaba luego con su lengua, la saliva fue limpiando la sangre hasta llegar a la boca del mayor.

Sus erecciones eran fuertemente contenidas por sus ropas, así que prácticamente se las arrancaron.

El de clase baja tomó el control de la situación y se arrodillo quedando de frente a su amante, junto sus erecciones, mientras ambos recorrían todo su cuerpo con las manos y se besaban con salvajismo. Empezó a mover sus caderas, la fricción provocaba una ola de placer en ambos, el príncipe no las movía, sólo se dejaba hacer, una sustancia transparente y resbaladiza casi empapaba sus miembros, el menor lo tomo de las nalgas y daba estocadas con más fuerza y velocidad sentía como el clímax se aproximaba.

-AHHHHHHH – grito el príncipe al liberarse, los chorros de semen terminaron en el abdomen del menor, y luego en el suyo por el frote de sus cuerpos. Ante tal escena el menor dejó salir su semilla.

Sus miembros seguían fuertes como el titanio, sin dar aviso levanto al príncipe y lo volteo de frente a un árbol seco que había cerca "recuerden que le quitaron el verde a la isla" éste se agarró fuertemente de ahí, sintió como sus nalgas eran separadas, el menor resbalaba su miembro por medio de estas imitando estocadas, pero esta vez hacia arriba, Su majestad metió dos de sus dedos en la boca del menor, luego bajó su mano por medio de las piernas y los introdujo suavemente en su entrada, primero los movía en círculos , luego clavó uno más imitando estocadas, su miembro estaba palpitante, pero lo dejaría para después, por su parte quien se encontraba atrás ya no resistiría mucho, retiro la mano del príncipe y la suplantó por el glande para derramarse dentro.

Si juegas con fuego; te quemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora