Tentación.

13.2K 781 64
                                    

Dio una vuelta y al no encontrar una buena posición para dormir volvió a dar otra vuelta esta vez hacía la derecha. Desde luego el sueño había abandonado por completo su cuerpo y se dedica a dar vueltas en la cama.

Maldita fuese la hora en la que su madre conoció a Tommy Hardy introduciéndola a ella en esa familia de ricos y también maldita fuese la hora en la que conoció a Noah hacía cuatro años. Por su culpa se había enamorado como una loca y ahora estaba sufriendo las consecuencias de ese absurdo enamoramiento.

¿Por qué le seguía amando si la había tratado como a la última mujer que tocarías si alguien sobreviviera a la apocalipsis? Muy sencillo su corazón no entendía eso. Su corazón se negaba a entender que a ella la dolía en su orgullo que Noah la tratase mal.

Quito la manta de su cuerpo y bajo los pies al suelo buscando sus cómodas zapatillas de andar por casa.

No iba a forzar más su cerebro para que se quedase dormido. Iba a bajar abajo y se iba a quedar en el salón viendo la tele pero antes de eso se tomaría un vaso de leche fría para calmar sus sentidos.

Salió de la habitación sin hacer el menor ruido y camino por el pasillo muy despacio hasta llegar a las escaleras que bajo lentamente hasta llegar abajo.

Se adentro en la cocina y fue hacía la nevera. La abrió y saco la leche. Deposito un poco en un vaso y lo volvió a guardar en su lugar. Al cerrar la puerta de la nevera se encontró con la cara de Noah a centímetros de la suya.

Dio un paso hacia atrás y se llevo la mano al pecho intentando controlar su corazón que latía como loco por el susto que le dio Noah.

—¿Qué haces aquí? Estás loco. Me has pegado un buen susto. —Dijo ella con dificultad intentado recuperar el aliento.

—¿No puedes dormir? —Pregunto él con ironía. —¿No será por mí, verdad? —El brillo maligno de sus ojos asusto un poco la valentía de Sarah pero se negó a mostrarle lo débil que la hacía sentir su presencia y saco fuerzas de donde no las tenía.

—No te creas tan importante. ¿Qué tienes tú de especial que quita el sueño a las chicas que no tenga otros chicos?

—Eso es un golpe bajo para mi orgullo de hombre.

—Te falta mucho para ser un hombre Noah. —Le dijo ella con una sonrisa maliciosa en los labios.

—Soy más hombre que tu noviecito. —Protesto él enfadado.

—No te compares con Sean porque te falta mucho para parecerte a él.

—¿Qué tiene él que no tenga yo? —Pregunto mirando su cuerpo con intensidad y volviendo a mirar sus ojos.

Sarah aguanto la respiración cuando Noah aferro una de sus manos en su diminuta cintura y la pegaba a él.

Ojala hubiese podido escoger a la persona que la hiciese perder el norte, hubiese escogido a Sean sin duda.

La corta relación que tuvo con Sean termino en una amistad irrompible y eso le gustaba pero todo lo demás la desagradaba.

—Suéltame. —Su voz débil apenas se oyó pero lo dijo lo suficientemente fuerte como para que Noah la escuchase sin embargo él no le prestó ninguna atención y la pego a su pecho tomando posesión de sus labios en un beso posesivo.

Se negó todo lo que pudo al intenso beso que le estaba proporcionando Noah pero cuando él dio un pequeño mordisco a su labio inferior su autocontrol desapareció y se rindió al beso.

Rodeo su cuello con los brazos y comenzó a besarlo con la misma pasión que la estaba besando Noah. Con fervor y pasión sin querer detenerse ninguno.

Las cosas cambian. (MCLVB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora