Las cosas cambian. (MCLVB)

Cambios.

Algunas cosas cambian. Las personas cambian, los sitios cambian, los caminos cambian, las direcciones cambian, nuestras ideas cambian.

Cambiamos por muchas cosas. Por dinero, por personas, por situaciones. Nos cansamos del dolor y damos un cambio.

Ya que era su último día allí iba a aprovechar el maravilloso día que hacía tomando el sol en la piscina.

Bajo las escaleras con su bikini rosa y con un pareo del mismo color. Atravesó el jardín y abrió la puerta de la piscina para salir a la terraza. Su plan de estar sola en la piscina se vio truncado por todos los niños.

Todos estaban allí, vaya desgracia. No podría tomar el sol tranquila con un montón de críos corriendo por todas partes. Pero por lo menos lo iba a intentar.

Se acercó a una de las tumbonas y se quitó el pareo para luego sentarse en la tumbona y echarse crema en las piernas.

Oli le dio un codazo a Noah que estaba ayudando a Adam a entrar a la piscina. Inmediatamente Noah giro la cabeza y vio a Sarah.

Los ojos se le salieron de las orbitas al ver a la preciosa chica con sus largas piernas al aire.

—¿Está buena eh? —Preguntó Oliver con tono gracioso. Noah asintió y dejo a Adam en la piscina para luego rascarse la cabeza.

Sarah levanto los ojos de su labor y miro a Noah con insinuación. Llamándolo con la mirada para que viniese a donde ella.

¿O eran solo imaginaciones suyas?

—¿Te gusta? —Volvió a preguntar Oliver.

—No sé Oli pero está muy buena. Ha cambiado mucho, ya no es la misma de antes.

—Las cosas cambian, las personas cambian Noah. —Le dio una palmadita en el pecho y corrió a donde las gemelas para empujarlas al agua.

Los gritos de las gemelas hicieron eco en el cerebro de Noah.

Era cierto las cosas cambian. Pero no las personas. Las personas nunca cambian o puede que sí pero porque las cosas cambian.

Quería acercarse a ella y cogerla en sus brazos para llevarla arriba y hacerle el amor hasta el cansancio pero su orgullo ya no le permitía arrastrarse de nuevo.

No, no era su orgullo, era su corazón el que le decía que no debía acercarse porque Sarah tenía razón. Él no quería su cuerpo, quería su corazón pero eso ya lo tenía otra persona. Él tal Sean.

Recordaba de pequeño las veces que John le decía que debía respetar a las mujeres y él hizo justo lo contrario. Trato mal a Sarah. La hizo sentirse menos que las demás porque en ese entonces él era un imbécil.

Bueno en ese entonces y ahora. Tenía a Melany, que era su novia desde que había comenzado la carrera hacía casi dos años pero no sentía nada por ella.

Solo amistad y un cariño de hermanos. Melany había estado tan sola cuando comenzó la carrera. Todo el mundo se burlaba de ella por ser una becaria pero él no la discrimino por eso porque venía del mismo sitio que Melany.

Pronto habían caído en la rutina. Casi no se veían por culpa de los exámenes y aunque en la cama quería que fuese especial no lo conseguía porque parecía que Melany lo hacía por obligación.

Tenía la certeza de que su relación había terminado justo el día que había empezado.

El lunes cuando fuese a la universidad hablaría con Melany para decirle que su relación se había terminado estaba seguro que a la chica se alegraría mucho porque en el fondo tenía la certeza que ella quería hacerlo desde hacía mucho tiempo pero no sabía cómo.