Ayúdame A Salir De La Oscuridad

Visita Inesperada

Amethyst

He vuelto a despertar en mi cama , observó mi mano justamente en el lugar donde se encontraba la aguja, me duele al tocarla.

No tengo energías ni siquiera para ir por algo de comer, me siento muy cansada y lo único que quiero es dormir.

Pero minutos después aparecen 2 mujeres idénticas-tal parece que son gemelas - están vestidas con el traje estilo militar que usan los demás soldados, hacen que me levante, para poder desayunar luego de eso me obligan a tomar unas enormes pastillas.
Me han dejado en el sofá, frente a un aparato que han traído, me quedo observándolo hasta que esté se enciende solo, y "Sorpresa" La enorme Cabezota de Félix aparece en la pantalla.

-como te sientes? - pregunta con cordialidad

-como rayos quieres que me sienta, luego de que me drenan toda la sangre del cuerpo - Respondo molesta

Este ríe - como si fuese la primera vez - se está burlando de mi

-ya se que no es la primera vez, pero es igual de malo-digo con aún más molestia

-si, si como digas, ahora es mejor que prestes atención a lo que te diré, ¿OK? - muevo mi mano indicándole que prosiga.

-a petición del señor campbell se te dará un trato más humano por así decirlo, así que hoy comienzas con los estudios básicos.

¿campbell? ¿el chico o su horrible padre? "Bueno no importa"

-¿así? - pregunto con interés fingido

-si, y será mejor que estés lista, ahora ve a ducharte y a ponerte otra ropa - asiento y me levanto sin titubear- me mareo al hacerlo - pero no lo demuestro, no dejare que me vea débil, ya que no lo soy.

Entro en el cuarto de baño, me despojo de mi ropa y dejo que el agua haga su trabajo.

Cada segundo que paso bajo ella me siento renovada, como si toda la sangre que ayer perdí fuese reemplazada por el agua.

Me quedo 20 minutos más así, al salir me coloco una toalla y me dirijo al mueble - en donde esta toda mi ropa-elijo un vestido que me llega hasta mis rodillas, es de color rosa, cómodo y holgado, debajo de este me coloco un short de algodón color negro.

Salgo de la habitación descalza y cuando me dispongo a entrar en el cuarto de baño - para desenredar mi cabello- Tocan la puerta, Detengo mis pies a medio camino, doy media vuelta y camino con grandes zancadas hasta la puerta, La abro, ahí frente a mi se encuentra el.

¿pero, por qué?