-Por que?
-Por que el odia a los judíos.
-Por que?
-Por que es un idiota.
Karen y Kenny caminaban en dirección contraria a la mía, minutos después notaron mi presencia.
-Amy!
Exclamó la castaña corriendo a abrazarme.
Es demasiado tierna.
-Hey linda.
Dijo Kenny sonriendo.
-Hey.
Respondí.
El rubio ofreció acompañarme a casa, yo accedí. Amo a Karen, siempre quise tener una hermana menor... O algún familiar que no fuera mi madre (asta ahora claro).
Caminabamos a mi casa, Karen hacia preguntas sobre cualquier tema. Era realmente entretenido.
-Por que?
-Por que los unicornios no existen.
-Por que?
-Por que los caballos ya son felices.
-Por que?
-No necesitas un cuerno para ser feliz.
Kenny y yo nos turnamos para contestarle a Karen.
Aveces hacia preguntas sin respuesta, pero encontrábamos la manera.
A medio camino, Karen comenzaba a sentir sueño, pero como no? Si ya eran más o menos las doce de la noche.
-Kenny...
Se quejó Karen.
-Que pasa?
Pregunto el rubio.
-Tengo sueño.
Contesto la menor, frotando su mano contra su ojo.
Kenny tomo a Karen de la cintura y la cargo.
Seguimos nuestro camino, no faltaba mucho...
Ninguno decia ni una palabra desde que Karen dormía en brazos de Kenny. Había silencio, pero no era incomodo... No se por que.
Cuando llegamos a la casa, Kenny se despidió.
-Espera.
Dije antes de que pudiera irse.
-Que pasa?
-No creo que sea una buena idea que te vallas así, es muy tarde. Por que no pasan la noche aquí?
Pregunte.
Me preocupava el echo de que se ambos se fueran de esa manera y a esa hora, es peligroso.
-Am... Claro, no le veo el problema.
Respondió sonriendo.
Golpe la puerta de la casa hasta que al señor se le ocurrió abrirnos.
-Traes visitas.
Dijo al abrir.
-Si, si.
Respondí sin interés.
Pasamos y lo primero que hicimos fue acostar a Karen en mi cama. La dejamos en mi habitación durmiendo y Kenny y yo bajamos a la sala. -Se quedan aquí? Ya es tarde...
Dijo Sebastián.
-Ah... Si, ahora subimos.
Respondí.
El subió las escaleras, dejándonos solos. Oh mierda...
-Amy, te puedo preguntar algo?
Dijo el rubio.
-Claro, dime.
Respondí sonriendo.
El parecía hablar en serio.
-Por que... Por que no nos has contado nada de tu pasado? Técnicamente no sabemos tu "historia"... Nosotros te hemos contado sobre nuestra niñez, pero tu no.
Dijo mirando hacia abajo.
Quede en silencio. La sonrisa se borro de mi rostro.
Por que no hablo de mi pasado? Simple: todo fue una mierda.
-Yo... Am...
Tartamudee.
No sabia que contestarle, nunca e hablado con nadie sobre ese tema.
-En que fecha naciste?
Pregunto Kenny.
Bien, quizá pueda hablar de eso sin explotar en llanto. Eso espero...
-Naci el diecinueve de noviembre.
Respondí.
-Bien, estamos avanzando. Puedes contarme sobre tu infancia?
Pregunto.
M-mi infancia?... En resumen fue horrible.
-Es... Una larga historia.
Respondí.
-Dime.
-Bien, pues los principios de mi niñez fueron... Trágicos.
Dije en voz baja.
Kenny poso su mano sobre mi hombro.
Intentando contener el llanto respondí.
-P-pues......
Amelia Cartman, y otro apellido el cual es preferible no mencionar, fue el nombre que sus amorosos padres le otorgaron al nacer.
No.
Probablemente eso era lo que esperabas de la historia de la vida de Amy.
Pero no, así no fue.
Un frío y obscuro 19 de noviembre, Amelia Cartman llego a nuestro repugnante mundo.
España, 19 de Noviembre.
-Tenemos una hermosa niña. Dijo el médico dándole a la pequeña Amy a su madre.
Tal vez pienses que su niñez fue buena, o al menos fácil.
Pero no, no fue así.
Comenzemos en preescolar, bien?
"No hables con los demás niños Amy, te pueden lastimar" "Los amigos no te sirven de nada cariño, no los necesitas" "No hagas amigos. Ello no te comprenden". Esas eran las frases que su madre le repetía día a día antes de asistir al preescolar.
Y eso hacia. Siempre la consideraron la "rara antisocial", pero a ella no le importaba. Amy creció de esa manera, creció como la típica "niña de la burbuja", a su madre, Jessica eso le precia perfecto. Pero tiempo después, los psicólogos entraron en la escena.
-Su hija no tiene amigos, y no hace un esfuerzo por conseguirlos.
Era lo que le decían siempre.
-Solo quiero que se concentre en sus estudios, y no en los demás.
Esa era su excusa, "sus estudios". Tal vez si decía que le importaban sus calificaciones se vería como una buena madre.
Millones de psicólogos mas, la niña hizo al fin un amigo.
Illán, lo recuerdas. No?
Bien, hizo su primer amigo a los diez años en primaria. Eso es normal? No, según los psicólogos no es normal.
Eso preocupo a la sociedad escolar aun mas (si eso era posible). Pero para empeorarlo, su único amigo era un chico. Un chico del que nadie sospechaba sobre su sexualidad.
Siendo uno de los más lindos y teniendo a las chicas a sus pies, lo ultimo que pensarías es que es gay.
Illan y Amy se hicieron amigos después de hacer un trabajo en equipo de la materia de matemáticas, sacaron un nueve.
Illan notaba la inseguridad de Amy y comenzó a hablarle, tiempo después se hicieron amigos.
Su primer amigo.
Aveces Illán la visitaba cuando sus padres salían por asuntos de trabajo.
Después de clases la acompañaba a su casa. Las personas sacaron sus estúpidas conclusiones.
Amy e Illán son novios.
No, no lo eran.
La gran salida del "armario" de Illán con su amiga, fue tiempo después. A Amy nunca le molesto aquello, simplemente le dio igual.
De todas maneras, ya lo sospechaba. También le confesó que ella era la primera persona a la cual le había revelado su "gran secreto".
Illán tuvo un papel importante en la vida de Amy, el la hacia sonreír en los momentos en los que nadie más logro hacerlo, el fue el hombro en el cual se apoyaba y lloraba. Siempre estuvo ahí para ella y le prometió nunca dejarla, desgraciadamente no fue el el que se fue, si no Amy.
Como sabrás, ella dejo todo para ir a otro país a un pequeño pueblo en el que nadie cuerdo quisiera vivir.
La despedida no fue fácil, a pesar de tener solo un único amigo, el lo era todo.
Le había avisado la noche anterior, "me mudaré" esas fueron sus palabras. Después ambos comenzaron a llorar, pero a pesar de todo se fue "feliz".
Pero tal vez te preguntes, "por que se mudaron?". Buena pregunta, todo por una razón: Su padre.
Adam, un sujeto que por desgracia Jessica acepto como esposo y padre de su única hija.
Adam, Jessica y Amy vivían como una familia tradicional.
Adam trabajaba todo el día, los únicos momentos en los que Amy veía a su padre era hasta después de las ocho de la noche.
Y si eso te parece poco, después de un tiempo a Adam le asignaron unas extrañas "juntas de trabajo", que le provocaban llegar a casa hasta las tres o cuatro de la mañana.
Sospechoso, no?
Jessica se preocupaba, pero no le tomo tanta importancia. En cambio Amy se interesaba mas, ser hija única era bastante aburrido a su parecer y no teníá algo mas importante que hacer que investigar que hacia su padre hasta tarde.
Una niñita de tan solo cinco años llamada Amelia, se acercó a su padre cuando el entro por la puerta de la casa a las cinco de la mañana. Gracias al cielo, esta vez no estaba ebrio.
-Papa?
Pregunto ella en tono curioso.
-Amy, que haces despierta a esta hora?
Después de una pequeña charla de padre e hija, ambos se fueron a dormir.
Años después, Illan y Amy caminaban en dirección a su casa. Para llegar a la casa de Amy, tenían que pasar por un parque al que les gustaba entrar y sentarse unos minutos a conversar sobre cualquier tema. Quien diría que ese simple echo, la llevaría a descubrir algo que preferiría no haber sabido nunca.
-Papa?
Su padre, estaba conviviendo de manera familiar con una mujer. Una mujer rubia, alta y muy guapa. También estaba con dos chicas de su misma edad, o quizá un poco mas mayores que Amy.
Quieres nombres?
La extraña mujer: Madison
Las chicas: Brook, y Hayley.
Brook era rubia, y Hayley tenia un hermoso cabello púrpura.
-Amy?!
Quizá ya imagines la situación. Y si no, te explico:
Amy descubrió el idiota engaño de su idiota padre.
El tenia otra familia. Y se notaba que les quería.
Las cosas transcurrieron con discusiones, aspirinas, navajas, lágrimas, antidepresivos, etc.
-Eres un maldito bastardo! Como pudiste hacernos esto?!
-Es que no lo entiendes?! Carajo, tu no me haces feliz!
-Tenemos una hija.
-Crees que eso me importa?
Eso era lo que Amy escuchaba desde su habitación.
Ella lloraba, ella se cortaba, ella se odiaba, ella los odiaba, ella ya no soportaba mas. Pero tenia que ser fuerte.
Su madre sentía que no valía nada, y dejo de sobreprotejer a su hija. Ya no le importaba nada.
Amy ya no estaba en casa tanto tiempo, se quedaba en las calles después de clases.
Luego las cosas empeoraron: Comenzó a faltar a la escuela.
Pero, si a su propia madre no le importaba. A quien le va a importar que falte?
La calle fue su hogar durante un tiempo.
Cuando Jessica estaba al borde del colapso, decidió irse. Decidió que lo mejor era mudarse.
El rencor a su propio padre nunca se fue, de echo en la actualidad aun le guarda tanto... Odio.
Mudarse era la mejor opción, pero a donde?
Amy no conocía a su familia materna, debido a unos fuertes problemas que su madre tuvo con ellos.
Simplemente se distanciaron.
Y no, no irían a Nebraska, ese lugar es una mierda. Irían a South Park y se quedarían con Liane, la hermana de Jessica.
Liane era la única persona de la familia que no le tenia un odio mutuo a Jessica.
Amy había escuchado hablar sobre South Park y sobre su primo Eric.
Lo que escuchaba sobre ambos no le daba muchos ánimos no de conocer a Eric, ni a South Park.
Eric tiene... Una manera... "diferente" de ver las cosas.
Es un racista, prejuicioso, temperamental, idiota, exagerado, etc.
Es un pueblo simple y tranquilo.
Claro, "simple y tranquilo", y Kyle no es judío! Mentiras! Putas mentiras!
Amy recordaba muy vagamente haber conocido a Eric Cartman cuando era muy pequeñita.
A pesar de toda esa bazofia a la que había sobrevivido, ella aun recordaba aquello que su padre le contesto al enterarse que se mudarian.
Sabes? No me importa. Tengo algo mejor que ustedes dos.
En ese momento, fue en el que se rompió, ella toda se derrumbó.
South Park. Un pueblo "simple", un pueblo en el que habitan muchas personas con vidas "normales", pero claro. Hay chicos especiales, extrovertidos es la palabra.
Y Amy tubo la fortuna de conocer a tres de los mejores.
Stan, Kyle, y por su puesto Kenny.
Amy adorá vivir ahí, Amy adorá a esos chicos.
Amy es feliz.
Amy es feliz por primera vez.
Y todo gracias al engaño de su padre.
De no ser por aquel echo, ella y su madre no se hubieran mudado a South Park.
Amy es feliz aquí, y no piensa irse....
Después de haberle contado todo, no pude evitar llorar.
Llorar, desconsoladamente.
Intente parar, pero lo sentía imposible. Jamás hable sobre este tema con nadie... Hasta ahora.
-Amy...
Kenny me abrazo, levante la mirada y... Bueno... Nuestros rostros estaban tan... Cerca.
Se acercó lentamente a mi y...
-Oh, lo siento. Interrumpo algo?
•Arruina momentos llego•
Sebastián interrumpió aquella... Escena.
-Ah... No, ya nos íbamos.
Respondí limpiándome las lágrimas.
-Hijo de puta.
Murmuró Kenny.
Subimos a la habitación para invitados, queríamos dejar sola a Karen para que pudiera dormir en paz.
Y no, no dormiremos en la misma cama. Y ni creas que aceptare hacerlo.
-Dormiremos juntos?
-No.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-Si.
-No.
-No.
-Si.
Mierda!
Como cojones hace eso?!
-Bien, pero promete no intentar nada!
Exclamé.
-Bien, bien... Lo prometo.
Respondió.
Si, si... Si dormimos juntos.
PERO NO PIENSES MAL!
NO LO HAGAS!
QUE NO LO HAGAS COÑO!
Agh...~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hey queridos lectores!
Espero que estén muy bien, y que se la estén pasando de puta madre(?)
Oh... Así que querían que Kenny y Amy se besaran, eh?
Seria una pena...
Que "alguien"...
Arruinara el momento!
Sorry :'v
No me maten, yo los amo (╥﹏╥).
Vale, vale... Les daré su salseo, solo esperen un poquito mas ♡
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Vamos a SOUTH PARK~[PAUSADA]
Random"Este fanfic es irreal y grosero, los diálogos celebres son pobres imitaciones y debido a su contenido nadie lo debe leer."