Cambio

Prólogo [✔]

Ella Saunders es una chica que ha pasado de vida perfecta rumbo abajo. Perdió a su madre, a su padre y a sus amigos en un corto periodo de tiempo. Por esa razón, la mandan a un internado, en donde decidirá si cambiar, y ser una persona "normal" nuevamente, o no. Después de todo, no es fácil salir de una depresión y esconder un secreto.

Tyler Collins es un chico orgulloso, que piensa que es imposible cambiar. Es un mujeriego que no sabe qué es estar enamorado y se burla de ello. Se podría decir que solo usa a las mujeres para satisfacer sus necesidades y no le molesta la idea.

Lo que ellos dos no saben es que las personas pueden cambiar en cuestión de segundos, sin darse cuenta de que lo hicieron.

¿Lograran convertirse en mejores personas?, o ¿harán esfuerzos en vano?

O una pregunta diferente: Si es que lo logran, ¿cuánto durarán siendo esa nueva persona?

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ELLA POV'S

Las cosas que pasan en la vida son inesperadas. A veces algo que parece imposible, de un día a otro es completamente posible. Un día tu vida puede ser perfecta y feliz, y al siguiente todo se va rumbo abajo.

Mi nombre es Ella Saunders, y tengo 17 años. No considero que soy parte de las personas que se hacen de notar, que llaman las miradas de los demás tan solo por existir, pero según mis amigos si lo soy. Dicen que soy perfecta, y que mi vida lo es. O bueno, lo era, hasta que algo pasó.

Mi madre murió hace un año y medio y como consecuencia tengo un padre que no se ocupa de mí. A veces me pregunto si está enterado de que sigo existiendo. Es alcohólico desde hace un año y medio, por lo que perdió su trabajo y ahora su mejor amigo es el wisky.

Cuando mi madre nos dejó, entré en depresión. Ya no me importaba mi vida. Pero no solo fue por eso.

Mis "amigos" me dejaron abandonada en los momentos más bajos de mi vida. Ellos siempre estaban presentes a mi lado, en la escuela, después de clases, en las fiestas, dios hasta cuando necesitaban un hombro para llorar. Eso cambio cuando las cosas fueron rumbo abajo, de un momento para el otro fue como si no existieran, como si yo no existiera. Cuando las cosas comenzaron a volver "normalidad", regresaron como si nada hubiera pasado. Claro, nunca nada volvió completamente a la normalidad.

Comencé a autolesionarme por el sufrimiento, pero nunca de la magnitud para matarme. Pensé en eso muchas veces, pero las personas no merecen mi tristeza, no son tan importantes como para acabar con mi vida. Solía pensar que algún día mi padre iba a cambiar, que mis amigos se iban a disculpar, que yo iba a cambiar, que sería feliz, pero ya no es así. Perdí la esperanza hace mucho tiempo. El cambio en ese aspecto es imposible. Esperar lo mejor o inclusive lo decente de los demás siempre te llevará a decepción.

Y ya he tenido suficiente de esas en corta mi vida.

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Metí mis cosas en mi maleta desganada. Necesitaba llevar suficiente ropa y cosas como para sobrevivir. Mi padre tomó la decision de mandarme a un internado ya que no es capaz de cuidarme o de percatarse de que existo.

Salir de este país, y comenzar desde 0 me llama un poco la atención. Me avergüenza decir que me agrada la idea. Lo único que extrañare será a mi única verdadera amiga, que estuvo a mi lado no importa mi humor, mis problemas y mi personalidad. Especialmente cuando me volví pesimista, negativa, y sarcástica a lo largo del tiempo. Su nombre es Lexie, y es el tipo de personas que no importa qué hagas, siempre estará de buen humor. Siempre está ... feliz, o eso es lo que aparenta.

- ¡Ella! ¡Baja rápido! Vas a perder el avión – gritó mi tía Christine desde el primer piso.

Suspire y dándole una última mirada a mi cuarto vacío y gris, que algún día estuvo lleno de colores y esperanza.

Salí sin dudar y no voltee a mirar hacia atrás.

Baje las escaleras arrastrando los pies, sin energía ni emoción. Cada escalón que bajaba, me hacía acordar a todos los recuerdos que había en esa casa, cuando estaba llena de alegría. Me quería ir de ahí, de donde las paredes no te permitían escapar de las reminiscencias.

Quería experimentar que se siente ir a un lugar donde nadie te conoce, donde no conocen tu historia ni tu pasado. Sin miradas de pena o lástima.

Acerca de mi, yo soy una persona que sufre en silencio, y no aparenta estar dolida o triste, eso lo aguanto hasta llegar a un lugar donde este sola. Como dije, me he convertido en una persona muy sarcástica y negativa. Por ahora no hablo mucho, y hace tiempo que no parloteo como loro. Se podría decir que soy una persona de palabras necesarias. Mi yo del pasado podía estar horas hablando, sin parar aunque me callaran. Llegaba a ser gracioso ya que eso molestaba a los que estaban a mi alrededor.

Cuando llegué al primer piso, noté a mi padre sentado en un sillón dentro de la inmensa sala. Me acerqué a él y de pronto me chocó el olor a alcohol que emanaba de él.

- Te voy a extrañar mi pequeña- dijo casi llorando, inundándome con su olor en un abrazo. Sé que soy la única persona que tiene ahora, pero no estoy de acuerdo con su manera de sobrellevar el dolor y las penas... o ganar dinero. Sé que sueno hipócrita ya que lo mío tampoco es lo correcto, sin embargo lo que yo hago no afecta a los demás.

- Y-Yo también – dije respondiendo el abrazo sin fuerza ni ganas. Aunque no parezca, tal vez lo dije enserio. Mi voz había salido entrecortada.

Nos abrazamos unos segundos, hasta que se le cayeron las lágrimas encima mío, luego de eso, estaba fuera de casa, yendo a empezar de 0.