Capitulo 3 [✔]

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Me desperté el horrible sonido de mi alarma. Esa cosa venia del mismo infierno.

Este último año he dormido todo lo que no había dormido en mi vida. Al principio creí que simplemente era cansancio común, pero luego fui informada que era uno de los efectos (por así decirlo) de la depresión. Podía estar tumbada en la cama todo el día, sin mover un dedo para ir a comer o ir al baño.

Pero ahora a levantarse temprano. La idea de comenzar clases no me llamaba la atención para nada. Es la única opinión que comparto con todos los adolescentes del universo.

Tampoco puedo decir que me gustaría regresar a mi anterior casa, y vivir mi antigua vida, porque sería una completa mentira.

Después de mucho pensar, en verdad no quisiera volver. Todo lo anterior me hacía acordar a mi mama, mi papa y dolor. Incluso si al final me decido por no hacer amigos, es un comienzo de 0. Y no un comienzo con los demás, sino un comienzo para mi misma.

Me levante de la cama y arrastrando los pies, saqué mi uniforme del primer cajón de mi cómoda. Lo cogí y me dirigí al baño a cambiarme. Cuando me vi al espejo pude notar mis ojeras, lo cual delataba que no había dormido. La gente normal pensaría que me quede hasta tarde en el celular o en una fiesta, pero en verdad, me quede despierta sin poder dormir por los pensamientos que pasaban por mi cabeza.

Creo que me estoy volviendo loca.

Mire el escondite detrás del espejo que había encontrado donde cabía mi cuchilla a la perfección y me acordé de ella.

No, no lo hare, puedo con esto, me dije a mi misma como palabras de aliento. Nuevo comienzo.

Me di un baño rápido mientras que las chicas dormían, me puse el uniforme y me vi en el gigante espejo.

No entiendo porque los uniformes son así, ¿quieren que nos veamos mal apropósito? Era una blusa blanca, con una falda azul oscura, que supongo que era arriba de la rodilla, por lo que lo puse un poco más alto que eso. Teníamos que usar una corbata azul, y unas medias hasta debajo de las rodillas, con los zapatos a nuestra elección. Obvio me fui por mis Vans negras. La blusa iba dentro de la falda, o eso supongo.

También había una chompa rojo vino, y una sudadera muy cómoda y calientita del mismo color. Así que me puse la sudadera. A estas horas de la mañana hace frio y además, el aire acondicionado dentro de los edificios no ayudaba.

Me puse un poco de delineador en los ojos, nada más para resaltarlos un poco. No soy de las personas que andan con kilos de maquillaje en la cara porque me hace sentir co,o alguien más, alguien que no soy. Y tampoco me gusta amarrarme el cabello, no me voy a hacer una cola de caballo. Así que deje caer mi pelo lacio sobre mis hombros.

Me agradaba como el tono rubio de mi cabello hacia contraste con el color de la chompa. Que puedo decir, uno de mis colores favoritos es el guinda.

Salí del baño y deje mi pijama doblada debajo de mi almohada e hice mi cama ignorando a Tania que ya se había levantado y cambiado. Digamos que estaba tendiendo mi cama para evitar una conversación.

- Buenos días Ella- dijo Tania detrás de mí. Rayos - ¿Cómo dormiste? – preguntó tratando de ser amable.

Me daba un poco de gracia/rabia que me esté preguntando acerca de cómo dormí. Después de todo, la razón por la que me desperté en la noche y no pude volver a dormir fue porque me levantó para preguntarme algo y luego me quede pensando en lo horrible que podía llegar a ser mi primer día.

Solo suspiró, sabía que no le iba responder. Bueno, al menos tiene cerebro.

- Así que sigues enojada – no lo preguntó, lo afirmó. No estaba molesta, solo no quería socializar y hacerme amiga de su grupito en el internado.

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