Fue tan tonto de mi parte quedarme paralizado.
La verdad es que no sabía que hacer o decir.
No esperaba que besase mi mejilla la verdad.
-¿Cuando vamos a comer? -Se queja Natalia
-Ya vamos a comer Nati, ya voy a destapar las latas de atún.
Hurgo en mi bolsillo y saco una navaja.
-¿Porque llevas una navaja en tu bolsillo? -Pregunta Daniela haciendo una mueca.
-Porque soy un asesino en serie.
-Nadie creería eso, tienes pinta de que no matas ni a una mosca.
-Eso es casi cierto, en lo que no tienes razón es que si soy capaz de matar a una mosca, bueno, sólo una vez logre matar una.
Ambos soltamos una carcajada ante mi estúpido comentario.
-Bueno, el punto es; ¿Porque llevas una navaja en tu bolsillo?
-No es mía, es de mi abuelo, la olvido en mi casa y luego de comer iba a pasar por su casa dejándosela.
-Ahm... ¿Y porque tu abuelo lleva una navaja a tu casa?
-¡Mi Dios mujer! -Exclamo. -¿Siempre eres tan curiosa?
-La mayoría de el tiempo. -Responde ella encogiéndose los hombros.
-Yo creo que eres curiosa de tiempo entero.
-Quizas.
-El punto es que mi abuelo siempre lleva una navaja con el, ¿la razón? no la sé, una vez le pregunte y me dijo que en algún momento la iba a necesitar, quien sabe, cosas de viejo.
-Bueno es cierto, los abuelos son así, la verdad esta navaja nos cayó como anillo al dedo.
-¡Diego por favor! ¡Abre la lata de atún! ¡Muero de hambre! -Se queja de nuevo Natalia.
-Lo siento pequeña, ya la abro.
Destapó unas cuantas latas de atún y los tres comemos, no sacia nuestra hambre por completo pero algo es algo.
Tenemos más latas de atún pero debemos guardar para mañana.
Tomo la bolsa de medicina y saco tres tapa bocas.
-Es mejor que nos pongamos esto, enfermarnos a causa del polvo es lo que menos necesitamos.
Le paso uno a Daniela, la cual se lo coloca al instante.
Me coloco el mio y ayudo a Nati a colocarse el de ella.
Me levanto y tomo toda la ropa que consigo en la tienda, agrando un poco nuestra "cama" para que podamos acostarnos los tres sin ningún problema.
Daniela y Natalia sólo me miran, miran todo lo que hago en completo silencio.
-Creo que ya esta mejor, ahora si cabemos los tres. -Digo orgulloso de mi trabajo.
-Diego deberías dormir un poco, haz hecho mucho por nosotras, yo me quedaré despierta haciendo guardia.
-Vale, gracias Daniela, descansaré un poco, cuando tengas sueño no dudes en despertarme.-Esta bien.
Me acuesto y Nati al instante se acuesta a mi lado, coloca su cabeza en mi pecho y cierra los ojos.
Yo la abrazo y miro por un momento a Daniela, la cual esta de perfil, es una chica linda la verdad, tiene rasgos suaves y delicados.
Daniela al sentir mi mirada voltea a verme.
Me regala una pequeña sonrisa la cual se la devuelvo al instante.
Nos miramos por unos segundos antes de que ella vuelva mirar hacia el frente, yo cierro los ojos y no tardó en quedarme dormido.