Y allí nos quedamos por unos segundos, abrazados.
Nos apoyamos el uno al otro, nos damos esa fuerza que muchas veces necesitamos.
Tenerla en mis brazos se ha convertido en mi cosa favorita, siento que la protejo, que ella confía y se refugia en mi, es como si es ese momento el mundo no existiese, como si fuésemos sólo ella y yo, amo abrazarla, amo protegerla.
-Iremos a Espérer, buscaremos a nuestros padres, lo primordial es saber de ellos, luego crearemos un plan para salir de allí. -Susurro a su oído.
-¿Nos iremos ahora? -Me pregunta.
-Primero tomaremos una ducha, cambiaremos nuestra ropa comeremos y luego nos iremos.
-Okay...
-Tu tomarás una ducha mientras que yo cocino algo para los tres, ahora te buscaré algo de ropa, ¿vale?
-Vale. -Me responde.
Dejo un beso en su mejilla y me levanto del sofá, ella me sonríe y yo al instante le devuelvo la sonrisa.
Voy al closet de mi mamá y buscó algo de ropa para ella, puede que tengan la misma estatura y el mismo peso, por lo que no será tan difícil.
Tomo unos leggins negros y un par de medias.
Me dirijo a mi cuarto y tomó una de mis camisas y uno de mis boxers.
Pudiese darle una de las camisas de mi mamá, pero la verdad es que me muero de ganas de ver como luce con una mis camisas en su cuerpo.
Y con respecto al bóxer, me da vergüenza tomar la ropa íntima de mi madre, por lo que prefiero darle uno de mis boxers, facilita más las cosas.
Tomo una toalla y un jabón sellado, doblo todo y lo coloco en el baño.
Vuelvo a la sala y me encuentro a Natalia aún dormida, Daniela esta con su cabeza recostada en un cojín, tiene sus ojos cerrados, aunque se que esta despierta.
Le toco su hombro y ella abre sus ojos, al verme me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.
-Ya todo esta en el baño para que te des una ducha, deja que te ayudo a llegar a el baño.
La ayudo a levantarse y la llevó hasta el baño.
-Aquí es. -Digo delante de el baño. -Cuidado con tu pie a la hora de bañarte, si necesitas ayuda sólo grita.
Ella ríe y me asiente antes de entrar en el baño.
Vuelvo a la sala y me encuentro a Natalia bien despierta y con una sonrisa en el rostro.
-¿Y esa sonrisa a que se debe? -Pregunto.
-Te gusta. -Me dice.
Me acerco a ella y le doy una mirada confusa.
-¿A que te refieres pequeña?
-Que te gusta Daniela.
-Claro que no...
-Claro que si, y es obvio que ella gusta de ti, como se miran y se abrazan, es tan lindo. -Dice chillando.
-Estas equivocada pequeña, no me gusta Daniela.
-La negación es la primera etapa, cuando te gusta alguien lo niegas y niegas aunque sabes que es verdad.
-¿Y desde cuando una niña sabe tanto de "amor"?
-La televisión ayuda mucho querido Diego...
-Bueno, el punto es que no me gusta Daniela, y ella no gusta de mi, somos simplemente amigos.
-Claro claro, fingiré que te creo.
Suelto una pequeña risa y niego con la cabeza.
Me volteo y me dirijo a la cocina.
Por más que intente olvidar lo que la pequeña me acaba de decir no puedo...
¿Y si de verdad me gusta?
¿Y si ella gusta de mi?
No te puede gustar una persona en tan poco tiempo... ¿O si?