The Walking Dead || Daryl Dixon || P1 - Finalizada

3.05 "Say the Word"

LO QUE DIGAS

Después de unos largos minutos donde no había parado de llorar en los brazos de Daryl, por fin había logrado calmarme. Mi mirada estaba fija en el cuerpo de papá, aun se encontraba en el piso, en estado de shock con su mirada perdida. Sentí un suave beso sobre mi cabeza antes de que el cuerpo de Daryl se separa del mío y caminara hacia Rick.

Pase mis manos de forma brusca por mis ojos sintiéndolos arder y camine hacia Carl que tenía la bebé en sus brazos. Una pequeña sonrisa se hizo paso en mi cara tocando suavemente su diminuta mano. Era tan hermosa.

—Quiero ver al bebé —dijo Hershel llamando nuestra atención. Carl me miro unos segundos, como preguntándome si eso estaba bien, así que le sonreí con confianza.

—¿Cómo la alimentaremos? ¿Tenemos algo que pueda comer un bebé? —pregunto Daryl logrando que mi corazón se hinchara de amor

—La buena noticia es que parece sana, pero morirá si no le damos leche maternizada —dijo Hershel con preocupación

—No, de ningún modo. No morirá, no perderemos a nadie más, encontrare algo —dijo tomando su ballesta

—Te acompañare —dijo Maggie apretando mi mano y le sonreí agradecida, no se cansaba nunca de ser una buena persona. Todo lo que había hecho hoy por nosotros jamás iba a olvidarlo

—Ve con cuidado —susurre sonriendo con los ojos inundados en lagrimas

Solté un suspiro viéndolo alejarse y volví con Carl para seguir viendo al bebe, no podía dejar de sonreír al verla dentro de lo destrozada que me sentía, era preciosa. Lori nos dejó un hermoso ser humano al que cuidaría con mi vida.

—Vamos dentro —susurre acariciando la espalda de mi hermano

Asintió entregándole la niña a Beth y caminamos dentro de la prisión. Teníamos que limpiar al bebé y encontrar lo más rápido posible algo más grueso con lo que abrigarla. No podíamos tenerla para siempre con la chaqueta de Carl.

—¡Hey! —detuve mis movimientos ante el grito de uno de los reos. Le sonreí a Beth y Carl para que se adelantaran y me volví hacia Daniel que se veía nervioso —Solo quería decir que soy médico, bueno lo era, pero si necesitan algo puedo ayudar.

—¿Cómo es que siendo medico terminaste encerrado en esta mierda? —pregunte con incredulidad

—Era un poco estúpido —respondió nervioso. Solté una risa negando con la cabeza y le hice una seña para que me siguiera.

—La verdad es que si pudieras revisar al bebe sería bueno, confió en Hershel, pero no es un experto.

Abrí la puerta del bloque caminando a paso rápido hacia la celda donde estaban Carl y Beth con la bebé, ahora envuelta en una manta. La tome en mis brazos dejando un suave beso en su frente para luego dejarla sobre el colchón con cuidado, me aleje unos cuantos pasos dándole espacio suficiente a Daniel.

—Él sabe lo que hace —dije al ver la mirada insegura de Carl

Volví mi vista al rubio mirando con atención todos los movimientos de sus manos al revisar al bebé, se veía bastante concentrado y profesional. Guapo también. Él era bastante atractivo y no me entraba en la cabeza como es que siendo medico terminara encerrado en esta cárcel. Se lo preguntaría cuando tengamos más confianza.

—Esta todo bien —dijo arropándola de nuevo tomándola en sus brazos —La chica, ¿Maggie? —asentí mirándolo jugar con su pequeño manito —Hizo un buen trabajo con el cordón umbilical y despejando sus vías respiratorias. Solo necesita leche o puede darle una desnutrición severa y morir.

Asentí nerviosa rogando que Daryl y Maggie encontraran algo para ella y volvieran pronto, después de que Lori diera su vida por esta bebé no podíamos dejar que se vaya también. Camine hacia el volviendo a tomar a la bebé para dejarla en los brazos de Beth y salir de la celda en dirección hacia la cocina sintiendo los pasos de Daniel a mi espalda.

—Gracias —susurre cuando llego a mi lado. Se encogió de hombros con una sonrisa —Entonces, ¿algún día sabre porque estás aquí?

—Algún día —respondió subiendo las escaleras saliendo del bloque dejándome sola

Tome una respiración profunda pasando mis manos de forma brusca por mi cara, sentí un nudo formarse en mi garganta nuevamente, pero me trague las ganas de llorar que estaba creciendo en mi nuevamente.

Pensar en Lori, en Carol y T-Dog. ¿Qué haríamos sin Carol? ¿Cómo lo haríamos Maggie y yo sin Lori y Carol? Eran ellas la que hacían y organizaba las cosas en el lugar, no funcionaríamos sin ellas. Y T-Dog, el siempre intentando mantener la paz en nuestras mentes, siempre con una sonrisa haciéndonos sonreír a todos.

Era tan injusto. Teníamos que ser todos juntos. Teníamos que llegar hasta el final de esta mierda todos juntos. Perdimos a tantos en el camino, no soportaría perder a alguien más. Me seque las primeras lagrimas que resbalaron por mis mejillas, antes de acercarme a los demás cuando escuche a la bebé llorar.

—¿Estas bien? —pregunto Carl y le sonreí entre lágrimas asintiendo con la cabeza. No, no lo estaba.

—Beth —dijo Maggie entrando rápido al lugar. Oh Gracias a Dios.

Me acerque rápidamente a Daryl cuando entro el lugar también, tomo mi cara observándome unos segundos en silencio y sonreí con los ojos llenos de lágrimas presionando mi boca con la suya por unos segundos. Beso mi frente por última vez antes de alejarse y caminar hacia Carl.

—¿Cómo esta? —pregunto tomando a la bebé en sus brazos que no dejaba de llorar

Sonreí viéndolo arrullar al bebé, sin poder creer que esta era la misma persona fría de la que me había enamorado. Era tan bueno. Le dedique una pequeña sonrisa a Daniel cuando llego al lugar junto a Glenn y los demás reos, el único que faltaba era papá.

Me puse de pie caminando hacia Daryl cuando comenzó a darle la leche a la bebé, me sonrió cortamente cuando abracé su cintura y volvió a mirar a la pequeña que tomaba con rapidez de su mamila.

—¿Ya tiene nombre?

—Todavía no —respondió Carl —Pensé que podría llamarse Sophia, o podría se Carol —mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas —O Andrea, Amy, Jacqui, Patricia o Lori

—Sera lo que tú quieras —murmuro Maggie con sus ojos igual llenos de lagrimas

—¿Te gusta eso? —pregunto Daryl haciéndole mimos —Pequeña patea traseros —solté una risa secando mis lagrimas —Es un buen nombre ¿no? Pequeña patea traseros ¿te gusta cariño?

Estaríamos bien. Lo haríamos. Por ella.