The Walking Dead || Daryl Dixon || P1 - Finalizada

8.09 "The Lost and the Plunderers"

<<Los perdidos y los saqueadores>>

Era como un mal sueño.

Una pesadilla de la que no puedes despertar a menos que alguien llegue a tocar tu hombro. Ya no quedaban lagrimas para llorar, pero dolía y seguiría doliendo por mucho más tiempo.

Una vida sin Carl, ¿pueden imaginarlo? Era algo que nunca se me había pasado por la mente, ni siquiera cuando recibió ese disparo en la granja de Hershel. Aun viendo la tumba que papá y Michonne habían cavado, era imposible de convencerme. Era solo una broma, pensaba, un mal sueño del que mañana me reiría junto a él. Subiríamos al maldito tejado y nos cubriríamos de mantas y hablaríamos y nos reiríamos, como nunca debió dejar de ser.

Mire con atención el arma de Carl que papá dejo en la cruz de su tumba. Por qué dejarla ahí si nos iríamos y probablemente alguien la tomara. No quería que ningún desconocido tuviera el arma de mi hermano, nadie era digno de tener esa arma en sus manos, ni siquiera yo. Sin pensarlo mucho más, me puse de pie y tomé el arma guardándola bajo mi ropa, iba a guardarla entre mis cosas como un tesoro.

Dándole una última mirada a su tumba, me giré sobre mis pies e hice mi camino hacia a la casa. Suerte, la mano de Dios, no lo sabía, pero ninguna de las ultimas casas de Alexandria había sido alcanzada por el fuego.

Entre a la casa escuchando los pasos de Rick por esta y subí la escalera directo a mi cuarto, tomé la vieja mochila para guardar un poco de mi ropa y un poco de ropa de Daryl. Cuando abrí el cajón de la ropa interior mi respiración se detuvo, el anillo que hace unas horas había dejado sobre la mano de Negan estaba ahí, entre mis bragas y sujetadores. Hijo de puta, pensé con una sonrisa cínica, tomé la cadena aun sujetándolo y volví a colgarlo en mi cuello. No lo quería ahora, bueno, seguramente la iba a querer en su tumba.

—Jazmin, tenemos que irnos —me gire hacia la puerta donde Rick se encontraba y asentí tomando la mochila.

—¿Tomaste las fotos? —pregunte pasando por la puerta del cuarto de Carl

—Fue lo primero

—Vale

Salimos de casa con rapidez, los caminantes habían comenzado a acercarse a Alexandria atraídos por todo el sonido de hace unas horas y las llamas. Lance la mochila a la furgoneta y antes de subir a esta me amarre el cabello en una coleta desordenada.

—Solía sentarse en el tejado —mire a Michonne ante sus palabras y negué con la cabeza

—Tenemos que irnos —murmure

Ignorando mis palabras, tomo el extintor que había en la furgoneta antes de correr hacia el pequeño descanso donde a Carl le gustaba sentarse, y Rick no tardo en seguir sus pasos. Soltando un fuerte suspiro no tuve otra opción que hacer lo mismo. Entendía lo que Michonne quería hacer, pero yo simplemente quería irme y alejarme de todo el lugar donde hace un par de horas mi hermano había dado su último aliento, ¿Estaba eso mal?

Mire con nerviosismo todo a nuestro alrededor, los caminantes estaban cada vez más cerca y aún quedaban bastantes llamas en el lugar.

—¡Papá! —grite cuando note a dos caminantes cerca de él

Giro su cuerpo con rapidez y con el extintor en sus manos les golpeo con fuerza girándose a hacia Michonne. Grito su nombre una vez y la mujer lo miro derrotada antes de sacar su katana y volviéramos hacia el coche.

Me subí a la parte trasera con rapidez, escuchando las puertas cerrarse a mis espaldas y segundos después Rick salto al asiento del piloto. Mi respiración era rápida en el momento que la furgoneta partió y apreté mis ojos con fuerza tragándome lágrimas que querían volver a salir. Habían sido suficientes lágrimas ya Jazmín, le prometiste a Carl no quedarte estancada aquí, había que cumplir. Yo siempre cumplía.