The Walking Dead || Daryl Dixon || P1 - Finalizada

7.06 "Hearts Still Beating"

<<Corazones aun Latiendo>>

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Nunca me había planteado la idea de ser padre. Nunca había pensado ni en la mas mínima posibilidad. Es que ¿como iba a pensarlo? ¿Quien se podría imaginar a un tipo como yo siendo padre? Nunca tuve un buen ejemplo de como serlo y me aterraba.

Había tratado de mantener alejado esos pensamientos de mi mente desde esa tarde cuando Dwight asesino a Denise. Cuando la Doctora soltó esas palabras, sentí mi corazon detenerse. Jazmín estaba embarazada y era mi culpa. Las cosas comenzaron a aclararse en mi cabeza, sus actitudes, su nerviosismo, todo comenzaba a atarse en mi cabeza. Había sido un completo imbécil y no me importo a la hora de estar entre sus piernas. La había condenado.

Quiza ella terminara de la misma forma que Lori. Ella daría la vida por los demás, mas tratándose de algo que creamos ella y yo, juntos. Ella daría todo por mantenerlo con vida. Su hijo. Mi hijo. Nuestro. Volví a golpear con fuerza mi cabeza, repitiéndome una y otra vez lo idiota que había sido. Ella era tan joven y tan cobarde. Si yo no sabría que hacer con un hijo ¿Qué haría ella? Era una chica asustadiza y apenas si podía protegerse por si sola, Jazmín no pertenecía a este mundo. Ella no esta, ni nunca estaría preparada para vivir esto.

Ojala pudiera tener mis sentimientos e ideas tan claros como ella. Eso era en lo único que ella era valiente. Expresaba sus sentimiento, sin miedo al rechazo o a las burlas. Yo no sabia de ese tipo de mierdas y tampoco sabría decir con exactitud que es lo que siento cuando la tengo cerca o entre mis brazos. No sabia que era cuando mi corazon latía con rapidez y se calmaba segundos mas tarde, o cuando miles de mierdas hacían estragos en mi estomago, o cuando sentía mi lengua y labios cosquillear cada vez que me dedicaba algunos, te quiero. Me gustaría tener todo eso claro y poder tener una maldita relación normal. O lo que se pueda en medio de un apocalipsis.

Mis ojos se enfocaron en las sombras que pasaron de forma rápida frente a la puerta del cuarto oscuro en el que aun me mantenían y solté un suspiro pesado. Odiaba estar aqui y no saber que estaría pasando en Alexandria con la llegada de Negan junto a Carl. Quería preguntarle por todos, preguntarle por ella, pero era imposible. Preguntarle que es lo que pasaba por su cabeza para venir hasta aqui. ¿No fue suficiente con lo que paso esa noche? ¿Habrá sido suficiente ver a ese chico con la cara quemada para de lo que era capaz Negan?

Mi ceño se frunció al escuchar la puerta ser destrabada y al ver la sombra de alguien frente a esta, me enderece dispuesto a alejarme de esta cuando un pedazo de papel fue deslizado bajo de la misma. Lo tome rapidamente con un poco de desconfianza y mi corazon latió nervioso al ver lo que contenía.

"Vete ahora"

Ni siquiera tuve que pensarlo dos veces cuando salí rapidamente del maldito cuarto y mire a mi alrededor asegurándome que no hubiera, ni se escuchara nada cerca. Seguí el camino que me había obligado a memorizar la vez anterior donde para mi mala suerte me habían descubierto y donde me habían dado una paliza de mierda.

Detuve mis movimientos de forma abrupta cuando una botella cayo frente a mi rompiéndose en pedazos. Volví mis pasos rapidamente entrando en uno de los tantos cuartos que habían por los pasillos, sintiendo mi corazon latir a toda velocidad. Revise un poco el cuarto, tratando de buscar algo que me fuera útil y lo primero que mis manos encontraron fue un frasco de Mostaza. Algo de mi estomago que llenara. Tome una de las camisetas encima de un asqueroso sofá y me quite el traje de mierda con la gran A para ponerme la camiseta. Me acerque un poco a la mesa que había en el lugar y trague saliva viendo el soldadito de madera encima de esta.

Iba a pagármelas una por una.

Cuando por fin deje de escuchar las voces en el cuarto de al lado, me puse de pie y acomodando una gorra sobre mi cabeza salí del cuarto con cuidado viendo que estuviera despejado antes de comenzar a correr nuevamente. Era como si mi corazon quisiera salir de mi pecho por la forma en la que latía, si volvían a encontrarme tratando de escapar, no habría una segunda oportunidad para mi.