La mañana se hacía eterna como siempre, Lea se pasaba las hora mirando a través de la ventana distraído, hasta que por fin era la hora de irse a casa.
-¡Lea, espera!- gritó Rick
-Qué quieres Rick-contestó
-Hoy has estado muy apagado en clase, ¿ Acaso te pasa algo?
-No. Oye Rick no tengo nada que hacer esta tarde, ¿Te apetece venir a mi casa a pasar el rato?
-Claro, me encantaría pasar la tarde contigo-contestó este feliz.
Lea estaba dormido cuando sonó la puerta, abrió la puerta a Rick y se sentó a ver la televisión. Rick cerró la puerta y se fue al salón junto a Lea, y al ver que estaba despeinado por haber dormido se le escapó una carcajada.
-¿Qué te pasa?-dijo Lea con cara de cabreado.
Rick lo peinó un poco con su mano y dijo:- Así mejor
Lea estaba raro, no mostraba afecto ninguno por Rick, solo miraba hacia la pantalla y no decía nada.
Rick al ver que Lea estaba raro decidió abrazarle pero Lea se quedó quieto y no le devolvió el abrazo. Rick preocupado, cogió el mando de la televisión y la apagó y le pregunto por última vez a Lea que qué le pasaba.
-¿Nunca has tenido días malos Rick?, pues hoy es uno de esos días para mí.
Rick que no podía soportar que Lea estuviese así lo tumbó de un empujón en el sofá y comenzó a besar su cuello subiendo hasta que llegó a los labios.
Por fin Lea reaccionó.
-¿Por qué hago a Rick sufrir? Él solo se preocupa por mí y yo se lo pago con malas caras y rechazos-pensó.
Lea recuperó su vitalidad, cogió a Rick por el cuello con delicadeza y comenzó a besarle dulcemente los labios. Rick dándose cuenta de que Lea por fin estaba mejor, le correspondió con muchas ganas los besos. Sus cuerpos estaban muy cerca, ambos sentían el calor corporal del otro. Rick metió su mano por la camisa de Lea y comenzó a tocarle el pecho, luego la espalda y terminó quitándole la camiseta, después de hacer esto se la quitó él también.
A Lea le encantaba estar piel con piel con Rick. Llevamos por el placer del momento de desprendieron de sus pantalones y se quedaron en ropa interior, sobre el sofá besándose y tocándose.
Rick bajó su cabeza poco a poco por el torso de Lea hasta que llegó a su intimidad. Lea soltó un gemido de placer. Tras un rato Rick volvió a subir y Lea lo sentó en el sofá, se puso de rodillas y el placer invadió el cuerpo de Rick.
Rick se apoyó sobre sus antebrazos y rodillas sobre el sofá y Lea se introdujo dentro de él, acabando dentro de este. Rick se tumbó en el sofá boca arriba y Lea hizo que terminara también.
Se besaron de nuevo hasta perder toda fuerza existente en sus cuerpos. Rick se vistió y se dispuso a irse a casa, muy feliz de ver a Lea sonriente. Lea cerró la puerta y se fue a la ducha.
La noche invadió el cuarto de Lea que se puso a leer un libro que le había recomendado y dejado Rick, al abrir la primera página había una nota dirigida a Lea, cuando la leyó no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su cara y un sentimiento le golpeara el corazón.
''Te quiero, no lo olvides nunca''-Rick
ESTÁS LEYENDO
El chico de ojos turquesa (YAOI)
RomanceLea, un estudiante normal, llega un día a clase y ve a un chico desconocido sentado en su mesa. Lo que él no sabe que ese chico será muy especial en su vida...