El frío invierno llegó. El viento gélido golpeaba la piel de Lea mientras andaba en dirección a su casa, su vello se erizó y su piel se endureció.
-Que frío joder-dijo Lea.
Llegó a casa por fin y se sentó al calor de la estufa del salón junto a sus padres.
-Lea, ¿Por fin ha terminado el trimestre no?- dijo su padre.
El padre de Lea era un hombre normal, pelo negro, no muy alto, y con ojos morenos. Trabajaba en una oficina y tenía un gran sentido del humor pero también muy mal genio. Y respecto a su hijo, nunca ha mostrado mucho amor hacia él directamente, aunque él sabía que lo quería más que a nadie en el mundo, pero al igual que Lea expresar sentimientos no era su fuerte.
-Si, mañana me dan las notas y las vacaciones.-contestó
-¡Qué bien! Así tendrás mucho tiempo libre para hacer lo que quieras- dijo la madre de Lea.
La madre de Lea era una persona excepcional, era muy guapa y todo el mundo que la conocía la conocía por su simpatía y amabilidad, era sin duda una buena persona en todos los aspectos. Tiene el pelo castaño y los ojos marrones, es más bien baja. Trabaja cuidando personas que no se valen por sí mismos.
-Supongo.
Tras estar un rato viendo la televisión se subió al cuarto y encendió el ordenador, se puso a ver anime hasta que le sonido de el teléfono sonó. Era Rick que decía que su casa estaba sola y que si Lea quería ir podrían estar unas horas solos. Y así fue.
-Mamá, papá. Me voy un rato con Rick a jugar a videojuegos en su casa, no volveré tarde.
-Vale. Te quiero aquí a la hora de cenar.-le contestó su padre.
El frío del ambiente golpeó a Lea de nuevo hasta llegar a casa de Rick. Por fin llegó y pudo escapar del helado viento.
-Hola Lea, ya veo que has pasado frío.-dijo con su típica sonrisa Rick, tras esto le dio un beso que le quitó todo el frío del cuerpo.
Los chicos subieron al cuarto de Rick a jugar un rato. Lea era muy mal perdedor sin embargo Rick disfrutaba de esto haciendo que este se picara aún más.
-¿Y si hacemos esto más divertido?-dijo Rick.
-Sorpréndeme- contestó Lea.
-Cada vez que uno mate al otro en el juego, este deberá quitarse una prenda de ropa, ya que hoy hace frío dudo que quieras quedarte desnudo.
Lea comenzó a reírse de Rick, pero de pronto se puso serio y dijo:- Prepárate para perder.
Y así lo hicieron, estaban tan concentrados en el juego que parecía que no existía nada más. Fue Lea el primero en matar a Rick así que este tuvo que pagar prenda, se quitó los zapatos y los tiró sin mirar hacia el pasillo. Lea volvió a matar a Rick y esta vez se quitó la chaqueta que llevaba.
-¡No!.- la racha de buena suerte de Lea acabó cuando Rick lo mató de forma espectacular.
Lea se quitó la chaqueta. Al poco volvió a morir y se quitó la camiseta haciéndose el valiente diciendo que él no sentía el frío. La racha de mala suerte no paraba y Lea acabó solo con el pantalón. Rick aún conservaba su camiseta, y su pantalón, y había perdido los zapatos, los calcetines y su chaqueta.
La risa de Lea se escuchó por toda la casa, había matado a Rick y este se quitó el pantalón. Tras esto Rick tuvo que quitarse también su camiseta por morir otra vez.
-Aún puedo ganarte.-dijo Rick.
Y tras esto mató a Lea y se tuvo que quitar los pantalones. Allí estaban, en ropa interior con el frío que hacía el único calor que tenían era el que emanaba del cuerpo del otro así que se juntaron más y más poco a poco.
-¿Ya podemos para no Rick?, sabes de sobra que he ganado yo.
-No te lo crees ni tú, aquí se juega hasta el final.
Su batalla solo había comenzado, la muerte rozaba sus cuerpos a milímetros pero siempre escapan de ella, tras unos minutos Lea pilló a Rick desprevenido y consiguió asestarle el golpe final, pero con tan mala suerte que una trampa de Rick también lo mató a él al mismo tiempo.
-He ganado yo-dijo Lea
-¡No!, ha sido empate. Nadie ha ganado y nadie ha perdido.
-¿De verdad?, mírame y dime que he ganado yo si no lo haces yo mismo te quitaré la única prenda que tienes. Yo soy el vencedor- decía Lea con una mirada fiera.
-Atrápame si puedes.
Rick se levantó y comenzó a correr y tras él Lea con una sonrisa pícara en su rostro. Tras mucho perseguirlo lo atrapó en el cuarto de invitados, lo tiró a la cama, le agarró las manos con una sola mano y con la otra le quitó la ropa interior.
-¿Ahora que vas a hacerme Lea?¿Quieres jugar más conmigo?
Lea se abalanzó sobre Rick y comenzó a besarle. Su mano estaba en las partes de Rick.
Tras un rato besándose Rick comenzó a bajar la ropa de Lea, pero...
-¡Espera Rick, no!.
Un pensamiento invadió la mente de Lea, aun no quería hacerlo con Rick después de lo ocurrido con Anne, dentro de sí había una pequeña espina clavada, sentía que aún no era momento de hacer eso.
-Hoy no Rick. Tras esto besó su frente y se dispuso a vestirse.
Rick confundido se quedó un rato con la mirada en el infinito sin saber que hacer, Lea le pasó su ropa y le indicó que se vistiese.
-Vamos a dar un paseo por el río.
Cuando los chicos salieron a la calle comenzó a nevar. Cuando llegaron al río una pequeña capa de nieve cubría las ramas de los árboles y demás plantas. Se quedaron de pie al lado de un árbol que aún conservaba parte de sus hojas.
Era un momento precioso, la nieve, el frío, sus cuerpos abrazados la única fuente de calor. Rick se apoyo contra Lea que estaba en el tronco del árbol y le besó una y otra vez.
Ninguno de los dos se percató de que alguien venía paseando hacia ellos. Era Maya su compañera de clase y estaba acompañada. Siguieron besándose hasta que se dieron cuenta de que alguien los observaba.
-No puede ser-dijo Lea. El mundo se le vino encima, no quería que nadie se enterase de su relación con Rick y encima era alguien de su clase, alguien que podía decírselo a todo el mundo.
Estaba preocupado hasta que vio como la acompañante de Maya le habló a esta:
-¿Qué pasa cariño?.
Rick y Lea no se lo podían creer, Maya estaba... ¡CON UNA CHICA!
-Nada, sigamos-dijo Maya y le dio un beso en los labios.
Los chicos asombrados se quedaron boquiabiertos, Maya levantó su dedo indice y lo colocó en sus labios como señal de silencio, tras esto sonrío y siguió caminando con su pareja.
Lea y Rick lo comprendieron enseguida, Maya no iba a decir nada porque ella también tenía sus secretos y comprendía a los chicos.
Los chicos se fueron a casa contentos, Lea se despidió de Rick y se dispuso a ir a su casa.
-Confío en que Maya no va a decir nada, supongo que nos comprenderá, hay secretos que aún no queremos que nadie sepa y en este caso es uno de ellos. No la culpo por no contar lo suyo ya que nosotros somos iguales. Me alegra saber que hay más gente como nosotros y no somos los únicos. La verdad es que... amo a Rick, lo amo con todas mis fuerzas y quiero que así sea. Ya no voy a estar mal con él, no se lo merece. Cada día a su lado es un regalo.-pensó Lea.
Cada día que pasa lo quiero más que el anterior y menos que el próximo.-
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El chico de ojos turquesa (YAOI)
RomanceLea, un estudiante normal, llega un día a clase y ve a un chico desconocido sentado en su mesa. Lo que él no sabe que ese chico será muy especial en su vida...