La suerte siempre depende del bien y el mal,
del remordimiento de no mirar atrás
y poder seguir enfrentándote a los problemas
y los sentimientos que nos hacen sentir pena.Día a día va pasando lentamente la vida
besando a la mujer que querré, quiero y quería,
esforzándome por conseguir la felicidad
y evitar la maldita y dichosa soledad.La mala fortuna recorre nuestra alma
y nos impide escalar la alta montaña
del amor. Rompe cada sentimiento
que tengo hacia lo que de verdad quiero.Y yo te quiero a ti, mi bella dama, pero yo no estoy ahí,
y moriría si de la vida se fuera todo tu sufrir,
sin inmutarse dejaría que clavaran un cuchillo
en mi corazón y que mi cuerpo se volviera más frío.