Lunes.
Justo cuando iba hacia mi clase, alguien me abrazó de repente, una melena castaña estaba enterrada entre mi cuello y mis pechos. Era incómodo, no me agradaba el contacto físico.
-Lexi, estás preciosa. De verdad. Te queda genial el pelo así. - Era Ginger, con sus chispeantes ojos verdes mirándome con admiración. Yo sabía que estaba enamorada de mí, pero yo no tenía tiempo para una relación, no quería tampoco arrastrar a nadie a mi vida y sabía que no iba a ser sano. Ella tenía un modo extraño de "quererme", un modo obsesivo.
-¿Mi pelo? Em, sí. En realidad ni me he peinado. - Hacía cualquier cosa porque su atracción por mí disminuyese, pero resultaba poco útil.
-Oye, Lexi. Una preguntita. ¿Quién era esa chica rubia que ha salido de tu coche?- A veces me asustaba.
-Una amiga.- Pero no sé por qué, sonreí. Sonreí por esa chica de mirada inocente que siempre desaparecía en el momento más interesante.
Y parece que aunque pasé el día con Ginger, estaba como ida, en su mundo. Y no me daba buena espina.
En clases de teatro, ya que estudiaba interpretación, tuvimos que hacer de un personaje con las características que nos dijese el profesor.
Por suerte o por desgracia, me tocó de una chica enamorada. Y aunque era la persona más fría que conocía, ya que nunca había convivido en un ambiente demasiado cariñoso. Me solté con facilidad, supe qué decir en cada momento y algo se pasó por mi cabeza, mejor dicho alguien.

ESTÁS LEYENDO
Don't go away.
Teen Fiction“Ella era, ¿cómo decirlo? Lo que le daba color a mi día a día.” [No subiré capítulos demasiado largos, pero intentaré escribir lo máximo posible].