Capítulo 5

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LOLA'S POV

Observé detenidamente a la profesora hablando. De verdad estaba intentando que me vaya bien en las clases, pero era más difícil de lo que pensaba. Mi cerebro encontraba cosas 'más importantes' en las que pensar. Detuve mi mirada en Nicolás cuando el timbre toco. Era hora de irnos, por fin. Su cabello azabache se movió cuando volteó su cabeza hacia mí, regalándome una sonrisa.

–Hasta mañana. –Saludó. –Puedes pedirle mi teléfono a Milagros, ya sabes, por cualquier cosa que necesites.

–Gracias, Popeye. –Pero no tuve tiempo para decir mucho más ya que tenía que correr. Sentí la mirada de Federico Font quemar en mi espalda mientras me alejaba, pero no iba a voltear a verlo. Milagros ya me había advertido sobre él.

Cuando finalmente llegue a casa, me di cuenta que había sido en vano. Mami estaba demasiado caliente y abrigada para su propio bien, tenía fiebre y no iba a poder ir a su escuela en este estado. Con el poco dinero que tenía escondido dentro de mi soutien, corrí nuevamente a una farmacia para encontrar algo que ella pueda tomar. Permanecí a su lado acariciando su suave cabello mientras se quejaba, y cuando finalmente se encontró balbuceando entre sueños, pude alejarme.

Estaba demasiado cansada para mantenerme en pie, pero alguien tenía que preparar la cena para Mami antes de que ella se levantara. Por más que hubiera sido bueno que tomara algo caliente, no podía dejar que ella saliera a calentarlo cuando se levantara, así que me conforme con hacerle un plato de arroz con un trozo de carne que había sobrado de nuestra cena anterior.

–Hey tú, bastarda. –La voz ronca me llamó la atención y no pude hacer más que voltearme con la cabeza baja.

– ¿Cuánto planeas demorar con nuestra comida? ¿Quién te crees que eres? Con todo lo que hacemos por ti.

Evite contestar mientras aproximaba los platos hacia mis padres y sus amigos. Nunca sabia cuantos se iban a presentar a cenar, y no es como si tuviéramos tanto dinero para alimentarlos a todos. Me di vuelta para alejarme de allí, cuando lo sentí.

Una mano gigante y pegajosa estaba en mi trasero. No pude evitar voltearme con un golpe, a puño cerrado en la cara del anciano amigo de mis padres. El hombre era asqueroso.

Pero sabía que estaba mal.

– ¡Lunática! ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Debes irte a ver por un psiquiátrico, estúpida!–Mi padre se acercó a mi hecho una furia lanzando un golpe. El dolor se esparció por toda mi cara, pero sabía que había sido generoso. Tal vez este de buenas hoy. Obviamente me iba a despertar con algo morado. –Vete a tu cuarto antes de que decida que debe dolerte otra cosa, puta.

Me alejé de allí inmediatamente con el plato de mi hermana. Ella no tenía la culpa. Procure irme antes de que Mami despertara. No debería dejar que ella me vea en este estado, aunque sabía perfectamente que no había forma en el infierno de que no lo note mañana.

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–Mark. – Saludé y él me observo fijamente. Supongo, por su mirada de pena, que el golpe ya había comenzado a notarse.

–Sabes que no puedes aparecer así en la calle. No queremos que piensen que maltratamos a nuestras chicas. – Suspiré mirándolo. Él y yo sabíamos perfectamente que no podía perder un día de trabajo. Tenía una niña que mantener detrás de mí. –Vas a tener tu reunión conmigo hoy, Lola.

Le sonreí brillantemente. Por más desagradable que fuere, todos aquí sabíamos que Mark pagaba. Y lo hacía mejor que cualquier cliente. Sobre todo por ese 'bonus' que existía cuando estabas con él. Y justamente hoy, lo necesitaba.

La 'suerte' de ser la favorita del jefe, supongo. Cuando nos encontramos arriba y él se acercó a besarme, lo detuve.

– ¿Qué pasa, preciosa?–Murmuró intentando meter su mano debajo de mi falda.

–Sabes lo que quiero antes, Mark.

–Siempre supe que eras la más exigente. –Su sonrisa de dientes amarillos se agrando, y rebuscó en su bolsillo, encontrando la bolsa transparente con aquel polvo blanco y un fajo de billetes. Quitándoselo inmediatamente, le sonreí, invitándolo a que se acerque.

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¡Gracias por leer! xx

C y J


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