Milagros's POV.
Sentada en el escritorio de Samantha registrando y clasificando libros no era mi plan favorito para la tarde, más cuando tengo que soportar la mirada asesina de Lola en la nuca. Delatarla con Nicolás había sido una mala idea, había roto nuestra amistad, pero al menos ella se había ido de ese lugar.
No pude dormir en toda la noche pensando dónde estarían Mami y Lola. Más temprano me atreví a hablarle pero ella me dio otro de sus típicos comentarios, y el resto de las veces simplemente me ignoró. Dios, me sentía tan perdida sin ella. Lola me había guiado todos estos días, me había ayudado y salvado... y yo la empujé lejos. Cada vez que nuestras miradas se cruzaban podía ver la decepción reflejada en sus ojos verdes. ¿Qué tan culpable se puede sentir una persona? Porque creo que estoy llevando la culpa a otro nivel.
–Mili, vamos, no da que estés así. –Habló Tomás. Él se hallaba amontonando los libros que yo le daba y ordenándolos alfabéticamente. Su mano alcanzó la mía y le dio un suave apretón. –Vos ya le pediste perdón. No sé por qué están así y si no me lo querés contar está bien, pero te conozco desde hace ya un tiempo y puedo apostar que tu hiciste lo que cualquier buena amiga haría; preocuparse por su bien. Déjalo estar, lo superará. –Dijo y me regaló una sonrisa tranquilizadora.
Me encogí de hombros. En parte tenía razón –Pero la traicioné. –Repliqué y bajé la mirada. No podía discutir con él si sus lindos ojos marrones me miraban con tanta dulzura.
Tomás soltó mi mano y al instante me sentí fría. No era consciente de lo que un simple toque me reconfortaba hasta que se apartó. No lo miré, por lo que fui sorprendida cuando dos manos cálidas tomaron mi rostro para encontrar el suyo. –A veces tenemos que sacrificarnos para hacerle el bien al otro. Eso es una verdadera amistad. Fuiste sincera al haber actuado como lo hiciste, porque esa eres tú, la Milagros que siempre pone a los demás antes que a ella misma. –Dijo y sentí las lágrimas picar en mis ojos. ¿Era posible emocionarse con un par de palabras? – ¿Qué va antes, la S o la T? –Preguntó interrumpiendo su profundo discurso solo como él lo podía hacer y reprimí una risa.
–La S. –Respondí y él sonrió en agradecimiento.
Hubo un par de segundos de pausa mientras él ordenaba los últimos libros que le quedaban y luego continuó: –Cuando ella llegó cambiaste...mucho. –Señaló con una mirada sexy que me hizo soltar una risa floja. –Para bien, diría yo. Pero antes no estabas mal, tampoco. Yo pienso que deberías aprovechar la oportunidad para encontrarte a vos misma. No a la vieja Milagros, no a la Milagros de Lola, sino a la verdadera. Dejarte llevar sin pensar en lo que harían los demás ni en lo que haría Lola. Ser vos misma. –Dijo y se encogió de hombros como si lo que acabara de decir no fueran palabras que calaron en mí más de lo que deberían, teniendo en cuenta de quien vienen. Asentí y una sonrisa se escapó por mis labios. Él sonrió encantadoramente y giró su mirada hacia donde Lola y Fede ordenaban los libros en las estanterías.
Digamos que, ellos no "ordenaban los libros en las estanterías". Más bien apretaban contra las estanterías. Negué con la cabeza y me atreví a preguntarme, ¿De qué va todo esto? Nunca había visto a Lola con alguien debido al poco tiempo que la conocía, no podía comparar esta relación con alguna otra. En la escala de Lola, ¿esto sería algo serio? Ambos estuvieron todo el día pegados, comían juntos, se sentaban en clase juntos, iban juntos en los pasillos. No se separaban ni un minuto. ¿Acaso estaban en algún tipo de noviazgo? Porque yo no ando besando a mis amigos porque sí, como si fuese lo más normal del mund... mejor me callo.
–Creo que nosotros ya terminamos con esto por aquí. –Dijo Tomás señalando el escritorio con los libros clasificados. Lola y Fede se separaron y miraron la pila de libros. –Eso es todo, allí están para que los ordenen. Nos vamos. –Agregó y ladeó la cabeza para que lo siguiera. Me tomó un minuto entender que me estaba ofreciendo irnos juntos. Asentí y recé no haberme visto como una tonta al hacerlo. Él sonrió, ojalá que sea de satisfacción y no de burla. Por Dios, este chico me ponía nerviosa.
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La Revancha
Teen FictionNo todas las chicas buenas lo son por siempre... Y las chicas malas... eso es más difícil de explicar. Ella era una chica buena, hasta que lo perdió todo. Entonces la conoció a ella... y todo cambió. Dos mundos, dos amigas, una venganza --- Obra re...