Cuando llegué a su casa estaba preparando una mochila con agua y comida.
Yo: ¿Irás a algún lado?
Pablo: Iremos.
Yo: ¿Comida y agua? ¿Pues a dónde vamos?
Pablo: Sorpresa.
Yo: Espero no sea lejos, no tengo condición como para caminar mucho...
Pablo: Lo único que necesitas es saber andar en bici. Las que tengo son grandes, así que fácilmente podremos llegar.
Yo: Tienes suerte de que aprendí a andar en bici.
Pablo: Si no supieras te llevaría en un asiento aparte.
Terminó de arreglar cosas y cada quién se llevó una mochila (sí, eran dos).
Él iría adelante, pues sólo él sabe a dónde vamos. Sospecho que sería a algún lugar grande y con árboles, donde vive hay muchos terrenos baldíos, otros con Cabañas y todo eso; claro, esos lugares están a unos kilómetros de su casa, pero en bici no será pesado... Espero.
Llegamos a un lugar con unas vías de tren, muchos árboles y algunas mesas con sillas de tronco de madera. No había gente, aunque es seguro porque se supone el lugar es sólo para miembros.
Pablo comenzó a poner algunas cosas en uno de los troncos y fui a ayudarlo, pusimos comida, un mantel, bebidas, etc.
Esto iba bastante bien.
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¿Quién eres?
Romance¿Qué sucedería si el chico del que estás enamorada desde hace unos años, comienza a tener un interés contigo? ¿Y si te habla e invita constantemente? Así le sucedió a Sophia, protagonista de esta historia que junto a sus amigos intentará conseguir a...