Pablo: Bien, terminamos. ¿Te gusta?
Yo: Claro, adoro este bosque. ¿Éstas vías están activas?
Pablo: Creo que sólo en la mañana, pero pasa cada dos meses. No te preocupes.
Yo: Bueno, ¿qué haremos aquí?
Pablo: Quería ir a ver el lago cerca de aquí, vamos, cuando tengas hambre regresamos a comer.
Caminamos juntos hacia al lago. Mientras hablábamos sobre nosotros y de química (al parecer es nuestra materia favorita, genial) Pablo me tomó de la mano. Yo no pude evitarlo y la tomé más fuerte, en serio se sentía tan bien el cómo mi mano encajaba perfectamente en la suya.
Llegamos al lago y había unos cuantos niños jugando, no sentamos en la orilla y seguimos tomados de la mano. Tenía muchas ganas de besarlo, pero mi cobardía no me lo permitía.
Pablo: El atardecer desde aquí se ve precioso. Por eso te traje aquí, es algo digno de admirar.
Yo: Qué lindo de tu parte.
Nos recostamos donde nos hallábamos a observar el cielo mientras el atardecer legaba, y jugamos a encontrarle forma a las nubes.
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¿Quién eres?
Romantizm¿Qué sucedería si el chico del que estás enamorada desde hace unos años, comienza a tener un interés contigo? ¿Y si te habla e invita constantemente? Así le sucedió a Sophia, protagonista de esta historia que junto a sus amigos intentará conseguir a...