Entre a mi casa y miro a mis padres.
-pensé que tardarias mas. -me dice mi madre y me sonríe.
Siento unas enormes ganas de lanzarme a sus brazos y llorar, llorar como nunca lo he hecho y decirle que tengo el corazón roto.
-Zoey cariño, ¿estas bien? -me pregunta mi padre. Niego, ambos se acercan a mi preocupados. -¿te duele algo? -asiento.
-dinos que te duele Zoey. -me dice mi madre.
-el corazón. -le digo y comienzo a llorar. -¿por qué nunca me dijeron que el amor dolía? Siempre pensé que era perfecto, y que cuando me enamorara seria para siempre, como ustedes.
-Zoey. -me llama mi padre y pasa sus dedos por mi mejilla.
Miro a mi madre y la abrazo. Ella rápidamente envuelve sus brazos en mi cuerpo. Que horrible experiencia es esta. Pase el resto del día triste, solo quería estar en mi habitación y llorar, fue exactamente lo que hice. Mi celular no dejaba de sonar, era Justin. Lo que hice fue apagarlo y meterlo en un cajón, no quería saber nada de él, ni de nadie, solo quería estar sola. La noche se llego y mi padre entra a mi habitación con una bandeja.
-tu cena. -me dice y pone la bandeja en la cama. -¿cómo te sientes?
-mejor.
-no llores mas, me mata verte así.
-ya no lo are, te lo prometo. -le digo y le sonrío a medias. Comienzo a comer mi cena.
-para tu información, tu madre y yo discutíamos mucho cuando éramos novios. -me dice.
-me lo imagino, no debió de ser nada fácil ser tu novia.
-Zoey Grey, ¿qué estas tratando de decir?
-eres difícil y esa enorme fobia que tienes al tacto, me refiero a que no toleras que te toquen.
-ya te conté esa historia.
-recuerdo cuando era niña, siempre me preguntaba porque nunca me cargabas y cuando lo hacías estaba dormida. Un día, me anime de valor he intente tocarte, tu tomaste mi mano con mucha fuerza y me dijiste "No Zoey" con un tono de voz muy frío y cortante.
-¿aún lo recuerdas? Eras una niña. -me dice y pasa sus dedos por mi mejilla.
-hay cosas que no se pueden olvidar, ¿quieres que te diga que fue lo que pensé? -él asiente. -mi papá no me quiere.
-Zoey, nunca fue mi intensión hacerte sentir de esa manera. Fue muy difícil para mi hacerme a la idea que iba a hacer padre y cuando naciste, y te tuve por primera vez en mis brazos, me sentí el hombre mas feliz del mundo. Me parecía increíble que una cosita tan pequeña, ahora estuviera bajo mi cuidado. Ese día me prometí que te cuidaría hasta con mi propia vida si fuera posible, nunca me imagine que muchas de mis acciones te hicieran sentir rechazada, te hicieran sentir que yo no te quería. Dios eres y siempre seras lo mas hermoso que he tenido en mi vida. Recuerdo que ese día, después de haberte rechazado, me sentía mal, eres mi hija y no debía tratarte así. Es normal que mi hija me quiera tocar ¿por qué no se lo permití? Me lo preguntaba una y otra vez.
-lo sé papá, lo entendí el día que me permitiste tocarte, fue días después yo acababa de hacer algo malo. Ese día entendí lo mucho que te importaba y que no debía tocar tus documentos. -el sonríe y me da un beso en la mejilla.
-me tengo que ir, ya tarde mas de lo normal, termina tu cena y tomas tu medicamento. -asiento. -te amo.
-yo también papá. -le digo.
Se levanta de la cama y se va. Me alegra haberlo dicho estas cosas a mi padre. Pero pronto recuerdo a Justin y mi tristeza vuelve. Pasaron los días, me sentía mal y no me apetecía comer. Este día me sentía cansada, muy cansada, me sentía sin fuerzas, baje a desayunar. Me pare en la puerta de la cocina y me recargue en el marco.