Llegamos a casa, pronto fui y me senté en el sillón.
-no puedo creer que me desafiaste delante de ese muchacho. -me dice mi padre.
-no te desafíe, me avergonzaste, el nunca debió enterarse que llore por él.
-lo vez, entonces lo que dije es verdad, por el fuiste a caer al hospital.
-no fue su culpa, tenia depresión me sentía mal y no me apetecía comer.
-Zoey, no quiero que lo vuelvas a ver.
-¿por qué?
-no quiero que te vuelva a lastimar.
-pero el me gusta, estoy enamorada. -él me mira y frunce el ceño.
-tu no puedes enamorarte.
-¿por qué no? Soy humana y tengo sentimientos.
-no quise decir eso, puedes salir con quien tu quieras, menos con él.
-¿por qué?
-porque no me gusta para ti.
-pero no se trata de que te guste a ti, se trata de que me guste a mi.
-Zoey el no te merece.
-¿por qué?
-es que no entiendo como se gano tu cariño tan pronto, ni siquiera se esforzó, solo apareció con su sonrisa soñadora y te enamoro.
-¿no te vasta con eso?
-Zoey, amor, te mereces lo mejor del mundo.
-él lo es para mi, ¿no es suficiente?
-si para ti lo es, para mi también.
-¿lo aceptaras?
-no te apresures, ahora me tiene que ganar a mi.
-no entiendo como es posible que tengamos esta conversación, ni siquiera es mi novio.
-oh Zoey, te aseguro que ese muchacho no tardara en pedirte que seas su novia. -lo miro.
-¿como puedes estar tan seguro?
-soy hombre cariño, se cuando un hombre sólo quiere sexo y cuando no es así, y ese muchacho, busca algo mas con tigo.
-estas loco.
-nunca dudes de tu padre.
Me da un beso en la frente y se va para su estudio. Esta a sido la conversación mas rara que he tenido con mi padre, pero me alegra que sucediera. Me voy a la cocina y me preparo un sándwich, tomo mi medicamento. Recuerdo que le dije a mi padre que me consiguiera el número de Maya ¿lo habrá conseguido? Bueno, solo hay una forma de averiguarlo, preguntárselo. Miro la puerta del estudio, ¿estará bien que entre a su estudio cuando esta trabajando? Si, no veo el problema. Camino hasta su estudio y entro sin tocar la puerta, como es mi costumbre, nadie me ha dicho que tengo que tocar la puerta antes de entrar y menos en mi casa, siempre lo he hecho así y mis padres nunca me han llamado la atención. Pero, cuando entro miro algo que realmente no quería ver, mis padres están a punto de tener sexo en el escritorio. Mi madre no tiene su camisa y mi padre tampoco, la falda que mi madre traía, ahora esta subida hasta su cintura y mi padre aun conserva sus pantalones. Se besan apasionadamente, mi padre tiene las manos de mi madre, amarradas con su corbata ¿por qué diablos la tiene amarrada? Mi padre comienza a bajar sus manos hasta su parte intima y mi madre, comienza a gemir, se dejan de besar y mi padre la mira atentamente.
-¿te gusta? -le pregunta.
-si...
-¿si que?