Capítulo 32.

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Fotografía Ideal de: Ryan Smith (izquierda), Martín Rivas (centro) y Raúl Sanz (derecha)

Me levanto con rabia del sillón y me dirijo sin mirar atrás, a mi habitación. Ryan ya se ha pasado ¿Quién coño se cree? No entiendo su actitud, su bipolaridad en sus mensajes, ni el objetivo que persigue. Estoy bastante nerviosa y confundida, pero necesito plantarle cara aunque sea por teléfono. No puede ponerse como un energúmeno y liarla con la primera persona que se le cruza por delante.

Cierro la puerta sigilosamente, no quiero que mi madre se de cuenta que he vuelto a mi habitación seguro que me obligaría a volver al salón. Me siento en la cama con mucha paciencia. Uf, estoy muy nerviosa, casi me falta el aire. No sé cómo va a reaccionar y menos que decirle.

Desbloqueo el móvil temblorosa e ignoró las notificaciones de los mensajes de Facebook. Seguro que los demás me han querido dar explicaciones de lo sucedido, pero ya es tarde. Entró en la agenda de contactos y selecciono su nombre. Repaso sin descanso la serie de números del móvil de Ryan, sólo es tiempo para encontrar el valor y las palabras. Mi pulgar pulsa en la serie de números y el móvil comienza a comunicar. Contengo el aliento pegándome el móvil en la oreja. Al segundo tono una voz ronca hace resonar las primeras palabras:

- ¿Si?- dice una voz femenina.

Mis nervios aumentan y mi corazón está sofocado. Creo que es Dayana pero mis temblores y desquicio no me deja pensar.

- ¿Está Ryan?- contesto entrecortada.

Puto nudo en la garganta.

- Mmm, si ¿eres Yeira verdad?

¿Ryan ya no tiene mi número?

- Sí- respondo con la garganta seca.

Por la otra línea la chica tose, cosa que me pone más nerviosa.

- Mira, no se que cojones le has hecho a Ryan, está irreconocible. Y bueno, si por mí fuera te mandaba a tomar por culo y bloquearía tu número para que no volviera a saber de ti. Pero no se porque pero creo que necesita hablar contigo. Pero te aviso chica, está muy agresivo, bueno, mas fumado que agresivo- se ríe sin sentido-. Así que... ¿estás segura?- vuelve a toser.

Sin darme tiempo para pensar contentar, sé lo que siento.

- Sí.

- Pues espera que le busco- termina diciendo volviendo a toser.

No asimilo la conversación ni la información que me ha dado ¿Ryan fuma? Bueno, sabía o creía que tabaco aunque solo le he visto una vez pero, otras cosas... Dios mío, espero que esto no lo haga por mí, por nadie.

Los segundos transcurren como minutos para mi y no corren a mi favor. No se como voy a comenzar, por lo que me ha dicho Dayana, Ryan está agresivo y eso hace todo más difícil. Me arrastro por la cama hasta llegar al cabezal, sentándome más recta. Cojo los cascos del cajón y los enchufo en el móvil, quiero aislarme de lo exterior aunque sea escuchando el silencio de la otra línea. Inesperadamente se escucha movimiento y me altero. Mi cuerpo se revuelve constantemente.

- ¿Quién?- reconozco la voz de Ryan, más ronca de lo habitual.

Las ganas de vomitar aparecen con fuerza. Estoy en blanco.

- Soy Yeira, ¿podemos hablar?- digo en un hilo de voz.

Tras hablar escucho pasos y voces en un segundo plano, no aprecio ninguna palabra en concreto. Respiro con sosiego intentando concentrándome en todo lo que le tengo que decir. Todo vuelve a estar en silencio en la otra línea.

El pasado de sus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora