Capítulo 11.

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FOTOGRAFÍA IDEAL: Ryan Mith.

Matt me mira de reojo. Esta sentado en un lado de la cama. A penas pestañea y no ha dicho nada desde que casi... me besa. Bueno tampoco se si era eso lo que quería hacer, quizás quisiera quitarme algo que tenía en la cara o cualquier cosa de esas. ¡ Ay, ya no se que pensar ! Me muerdo el labio mientras le miro de reojo, apoyada en la pared un poco lejos de él. Sin querer nuestras miradas se encuentran. Los dos nos correspondemos con una sonrisa forzada. Que momento más incomodo.

Matt se levanta. Yo me muevo un poco, despegándome de la pared mientras observo como mantiene la mirada en el suelo.

- Bueno... creo que es mejor que salgamos de la habitación, seguro que nos echaran en falta- titubea susurrando.

Me muerdo el moflete, por dentro, nerviosa. Matt pasa por delante de mi. Agarra el pomo de la puerta, pero antes de que le abra le detengo apoyando mi mano en la suya. Una sensación extraña se inserta en mis hombros. Nos miramos automáticamente. Noto el ardor de mis mejillas, al igual del rubor de Matt. Parece nervioso hasta podría decir que su respiración no es normal, si no discontinua. En cuenta yo, yo le miro embelesada como si hubiera un mensaje oculto tras sus ojos marrones o como si me susurra algo con su mirada directa y dulce. Muy dulce. Adictiva. Quito la mano bajando la mirada. Los dos nos incorporamos en unas posiciones con una merecida distancia. Casi no le miro a los ojos. El imita mi acción.

- ¿Qué ha pasado antes?- susurro muy bajo.

Creo que ni lo ha escuchado. El deja en una posición muy fija su cabeza hacía abajo. Pero de repente me penetra la mirada dejándome entre desconcertada y paralizada. Creando un efecto semejante al que crea Ryan.¡Oh dios, Ryan! Realmente a él también le echado mucho de menos. Al igual que a Matt. No podía decir a quien más de los dos.

- No era mi intención... eso- termina aclarando confuso.

Joder... que sí que ha pasado algo. Osea que si me ha besado.

-¿Pero que es eso?- cuestiono presionando con la mirada.

- Bueno pues eso. El roce de labios. Joder lo que antes ha pasado- termina diciendo subiendo la voz.

Le miro horrorizada. El se percata y me abraza con fuerza. Yo no le correspondo. Estoy muy sorprendida por su reacción.

- Lo siento Yeira. Fue un impulso sin sentido. Pero que no significa nada. ¿Me puedes perdonar?- dice con rapidez.

Frunzo el ceño. ¿Cómo que no significa nada? Osea me besa o me roza los labio, o lo que haya sido y no significa nada. Nada. De nada. Bueno tampoco es que me importe. Para mi también a sido nada. Es mi primo es imposible que él y yo. Matt y yo. ¡No!. Pero continuo molesta.

- Claro, si no fue nada. Para ninguno- matizo desanimada.

Matt se despega de mi colocando sus manos en mis brazos. Él esboza una gran sonrisa mientras yo fuerzo más lo que puedo para crear una amplia sonrisa.

Mi madre me pasa el último boll relleno de pipas. Toda la familia estamos reunidos en el pequeño salón alrededor de una enorme mesa de madera. Todos comemos pipas menos mi abuelo y mi tío, el padre de Matt. Discute sobre política. Que extraño... Aun que es de lo que menos he estado pendiente, ya que Matt ha estado continuamente dándome empujones leves y giñandome un ojo. Esta muy entusiasmado. Hasta pesado, diría. Que digo, lo que pasa es que estoy molesta con él. Aun recuerdo lo que sucedió en mi habitación.

- Bueno señores cambiemos el tema, de nada sirve discutir. Y cambiando a otro tercio, la semana que viene es el cumpleaños. El veinte- dice mi madre sonriendo mientras se sienta.

El pasado de sus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora