Una aventura entre rosas [Pausada]

Capítulo 8

A la mañana siguiente, fui la primera en despertar. Con lo sucedido la noche anterior preferí despertar más temprano. Klaus me ayudo con eso, pues empezó a maullar indicando que tenía hambre. Lo primero que hice fue darme un pequeño baño, me cambie con algo más fresco y después me dirigí a la cocina. Abrí las ventanas y muchos pajaritos revoloteaban muy cerca de la casa. Una brisa trajo consigo pétalos de rosas y hojas de los árboles que rodeaban el jardín.

La vista era hermosa, podía verse entre medio de los árboles el pequeño río y algunos arbustos de rosas blancas. A su izquierda podía ver las montañas cubiertas de nieve y el resplandor que esta producía cuando el sol las iluminaba; era hermoso. A su derecha se hallaba un vasto campo de rosas, todas llenas de rocío y con un brillo especial. Si era un sueño, no quiera despertar de él.

Pasaron varios minutos y Eliot se despertó. Ya estaba listo para iniciar su jornada. Le di los buenos días y le pregunte como se sentía con lo sucedido la noche anterior. Su rostro reflejo genuina preocupación, y me pidió dejáramos el tema. Seguido de so se dispuso a hacer el desayuno para ambos.

Mientras el cocinaba, yo arreglaba lo más que podía un par de cosas. Con los lobos destrozando ciertas cosas de la casa había bastante que ordenar. Klaus estaba sentado en la pequeña sala de estar con un plato lleno de comida.

Al poco rato Eliot me indico que la comida estaba lista. Ambos comimos, limpiamos lo usado y cada quien busco algo que hacer. Era temprano aún y podíamos hacer todas las cosas con calma.

Eliot salió de la casa con un par de herramientas y algunas cosas para hacer varias trampas. Lo de anoche lo tenía bastante preocupado y me dijo que saldría a ponerlas. Solo asentí y me dedique a terminar de arreglar lo que podía. Para ser el primer día, oficialmente, que empezaba a vivir con Eliot las cosas estaban saliendo relativamente bien.

Llevaba casi dos horas arreglando la habitación de Eliot y el pasillo cuando escuche a Klaus maullar desde la cocina. Fui a ver que quería ese pequeño y me causo risa ver como lo encontré. Por andar de curioso termino enredado en unos trapos viejos. Con cuidado lo saque de allí.

Viendo los trapos recordé lo que Eliot me dijo el día anterior. Debíamos buscar los vestidos en casa de Jaden hoy. Como si lo hubiera llamado con mis pensamientos, el dueño de la casa apareció todo lleno de hojas y ramas.

-No te rías- su mirada era severa pero no me intimidaba. Era divertido verlo así.

-Está bien. Pero antes de que te encierres en tu habitación, recuerda que debemos ir donde Jaden- me acerque y lo ayude a quitarse varias hojas y pequeñas ramas de su cabello.

-Dame cinco minutos. Espérame en la entrada del jardín- me ordeno, mínimo es mi padre.

En lo que el señor frívolo se cambiaba, busque la canasta que la amable señora de la panadería me entrego. Usando una de las cintas que encontramos ayer, le hice un pequeño moño en uno de los extremos. Tenía la intención de decorarla un poco. Peine mi cabello y use una de las rosas blancas como pin. Klaus salió conmigo y esperamos a Eliot en la entrada de su campo.

-Agatha, vamos- cuando llego hasta donde me encontraba me hizo un par de señas para que lo siguiéramos.

Al llegar a la villa, muchos puestos estaban abiertos y había una multitud. No pensé que este lugar podría verse tan lleno de gente. Cuando estuve sentada en la fuente no parecía que fuera así.

Caminamos aproximadamente una hora cuando llegamos a donde se encontraba Jaden. Escuchábamos bastante ruido. Tocamos la puerta varias veces pero parecía que no era suficiente para aplacar el ruido desde adentro.