Dos libras de más...

Hamburguesa

Resumen: John no reconoce al hombre en el espejo... Ese no podía ser él, simplemente no era él.

Serie: Sherlock BBC.

Pareja: John-Sherlock.

Género: Humor-Romance-Amistad.

Rating: K+

Advertencia: ---

Capítulos: 1/15.

Palabras: 1.001. (Capítulo 01)

Notas: Fic escrito para el reto15 días 'Tentaciones' del foro I am SHER locked.

Fecha: 5/11/2013.

Beta Reader: Pleasy TheYoko Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Sir Arthur Conan Doyle.

Dos libras de más...

Hamburguesa.

Jamás se había sentido verdaderamente acomplejado de su cuerpo. Su altura o su peso nunca habían sido un verdadero problema a la hora de hacer ciertas cosas. Por ejemplo, había practicado Rugby mientras iba a la secundaria, y había sido muy bueno... Tenía un cuerpo pequeño, sí, pero era fuerte; algo que sin duda le había servido también en el ejército. Si bien él era doctor antes que militar, estaba preparado para lo que se iba a enfrentar.

Pero esa mañana, esa fatídica mañana de lunes... Algo no estuvo bien cuando John se vio en el espejo del baño. Y eso que dicho adminículo no llegaba a revelarle más allá de la mitad de su pecho.

-Esto no puede ser... es demasiado. -Se dijo a sí mismo, quizá más alto de lo que debería haberse oído.

Ajustó la toalla alrededor de su cintura, no era afición suya el hecho de andar desnudo -o semi desnudo en este caso-, por la casa como generalmente lo hacía su compañero de piso, pero en esos momentos le pareció terriblemente necesario.

-Sherlock. -llamó apenas cruzó el umbral de la puerta del baño. -Sherlock... -su compañero no contestó a su llamado, ensimismado y más preocupado en ver aquella espora debajo del lente de su microscopio.

John bufó de manera cansada. Tal vez debía de optar por un método más normal, como ir a una de las farmacias del barrio a pesarse en una de las viejas básculas. Pero sabía lo que Sherlock podía hacer con sólo mirar. Lo había hecho con Molly cuando calculó su peso; y también lo había hecho con Irene Adler cuando supo sus medidas solamente con verla.

Y no quería tener que ir a la farmacia para conocer su peso.

-Sherlock... por favor.

Los ojos grises se elevaron apenas un poco, casi sin alejarse del lugar en donde estaban, y casi al instante el cerebro del detective se puso en funcionamiento ante una situación rara de ver frente a sí.

-¿En qué puedo ayudarte, John? -quizás su voz no le ayudó a mostrarse seguro y tranquilo, pero si mal no lo recordaba, había pasado más de cinco horas sin decir una palabra; bien podía fallarle un poco el tono.

-¿Tú dirías que estoy gordo?... ¿Pasado de peso?

Sherlock sonrió de lado, algo que al doctor no le gustó. Lentamente se separó de la mesa, pareciendo que todo su interés por aquello que tenia bajo la lente del microscopio había desaparecido como por arte de magia. Sus ojos ávidos no tardaron más de unos segundos en recorrer el cuerpo pequeño, pero fibroso a pesar de la inactividad relativa.

-Unas libras, tal vez...

John cerró los ojos esperando la cruel realidad escapando de los labios del delgado detective. Pero la disertación de Sherlock simplemente se detuvo allí.

-¿Unas libras? ¿Cuántas libras? -estaba loco, y lo sabía; no sólo se estaba poniendo a disposición de que Sherlock tuviera material de sobra para molestarlo, si no que estaba preguntándole directamente a él. -¿Cinco libras... siete?

Sherlock lo observó bien, detenidamente, pero esta vez no sólo su cuerpo, allí donde los músculos demostraban cierta falta de ejercicio diario; sus ojos estaban puestos en la mirada contrariada y tal vez cansada de John. Y por primera vez en su vida, hizo algo que jamás pensó en hacer...

-Dos libras de más... como mucho. ¿Por qué?

-¡Dos libras!... ¿Nada más? -John vio a Sherlock asentir. En todo caso no había en la actitud de su compañero nada que lo delatase en una mentira; y si lo había, él quizás no se hubiera dado cuenta, de todas maneras. -Esto no son dos libras, Sherlock... ¡Por Dios!

Las manos pequeñas del doctor pasearon por su abdomen, atrayendo la atención total del detective. Tal vez tendría unas cuatro, pero a Sherlock no le pareció... acertado decírselo. Aunque aún no sabía por qué debía mentirle en algo tan trivial como su peso.

-Es sólo grasa de la comida chatarra del fin de semana, John. Deberías dejar de salir con Mike... y definitivamente, olvidarte de comer hamburguesas por un tiempo. -Sherlock comentó, como si nada. -Es una comida con un alto contenido calórico... demasiado para tí, quizás. Ah, y el alcohol también... pero eso ya es por obvias razones.

Bien, a pesar de que sabía a lo que se estaba exponiendo al pararse con una pregunta como esa frente a Sherlock, no podía evitar sentirse ofendido... y menos cuando sus comidas 'altamente calóricas' dependían del poco tiempo que generalmente sus casos le dejaban.

-Tú... tú eres el menos indicado para hablar de mi alimentación, Sherlock.

-¿Por qué? Yo raramente como, y en especial algo como lo que tú llamas 'comida'.

-Te recuerdo que eres tú el que me deja con un tiempo muy reducido para poder comer, mientras investigamos... si es que me lo dejas. ¡Y el hecho de que tú no comas no te da el derecho de hacer lo que haces!

John gritó, y aferró los lados de la toalla en su cintura. Ahora se sentía peor que cuando había notado esa cuota de grasa en algunas partes de su cuerpo. Volvió al baño y aunque hizo sonar la puerta algo bastante más que fuerte cuando la cerró, Sherlock no pudo más que sonreír ante un enojo más de su querido doctor.

-Son sólo unas libras, John... Con un poco de ejercicio se irán. -Sherlock murmuró para sí, mientras volvía él también a lo suyo... Sin embargo no pudo evitar que su mente volviera a dibujar la silueta de John a la perfección.

Muchas veces antes lo había hecho, sabía con seguridad muchas cosas sólo por una simple observación, pero en esos momentos se dio cuenta que por mucho que lo hubiera pensado y querido detallar antes ese cuerpo pequeño, su imaginación había sido muy pobre al hacerlo.

-Sólo un poco de ejercicio físico... -repitió para sí mismo, pensando exactamente en qué clase de ejercicio él quería realizar con su doctor.

Tal vez, si se lo decía, John lo consideraría.

Continuará.

Notas Finales: Capítulo cortito, pero así salió... Y así se queda.