Baguette

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Resumen: John no reconoce al hombre en el espejo... Ese no podía ser él, simplemente no era él.

Serie: Sherlock BBC.

Pareja: John-Sherlock.

Género: Humor-Romance-Amistad.

Rating: K+

Advertencia: ---

Capítulos: 13/15.

Palabras: 2,262.

Notas: Fic escrito para el reto15 días 'Tentaciones' del foro I am SHER locked.

Fecha: 28/01/2014.

Beta Reader:

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Sir Arthur Conan Doyle.



Dos libras de más...


Baguette.


John le sonrió a la amable señora que tenía como casera, pero no contesto su entrometida pregunta. Tenía las manos llenas de cosas, y estaba subiendo los escalones, mas por memoria que por verlos en verdad.

La mujer no había dejado de acribillarlo con preguntas, haciéndose preguntarse a sí mismo, si ese mismo trato llevaba el detective cada vez que él era quien pegaba el portazo y salía del departamento para buscar un poco de aire. Claro que Sherlock, si quería, se encerraba en su 'palacio mental' y no había Dios que lo sacara de allí, así que de seguro no era tan malo para su compañero.

Pero John era demasiado bueno para su propio pesar, así que el día en que Sherlock salió hecho una furia del departamento, tuvo que soportar la 'preocupada' mirada de la señora Hudson ir y venir con ella por el piso.

—¿No lo has llamado, John? Sabes cómo es Sherlock, debe estar en metido Dios sabe dónde. —Martha rompió el desesperante silencio de Baker Street, el tercer día sin noticias del detective, algo que no ayudaba a la constante molestia y preocupación que ya tenía John.

—¡Claro que lo he hecho! —gritó sin poder evitarlo, y sin deseos de querer disculparse con la mujer por su exabrupto. —Ya perdí la cuenta de las veces que lo llame, señora Hudson... No quiere que me comunique con él, y solo vendrá cuando tenga ganas.

Esa fue la última vez que la amable y preocupada mujer hizo un comentario al respecto. Algo no tan fácil de cumplir, pues según seguía pasando los días sin que el detective aparezca, las cosas se iban poniendo más difíciles de sobrellevar en el departamento.

Incluso en su trabajo, John notó la mirada constante de Sarah sobre sí mismo, y la mujer no tardo de en preguntar el porqué de su cambio de ánimo. El rubio no dijo nada, solamente se excusó para no tener que contarle la verdad, no creía que fuera su culpa tampoco, pero con el humor que traía, lo más probable es que dijera algo de lo que luego se arrepentiría.

Si sabía que todo eso acabaría de esa manera, hubiera preferido que Sherlock experimentara una vez más con él, el whisky no sería nada comparado a alguna droga experimental de Baskerville... ni aun consiguiendo un coma etílico por ello.

Pero ya era demasiado tarde para pensar en eso, se había negado a la idea de Sherlock de cómo era que tenía que disculparse con él, y el detective ya se había enojado y salido de allí hacia ya cinco días.

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