Dos libras de más...

Fish & chips

Resumen: John no reconoce al hombre en el espejo... Ese no podía ser él, simplemente no era él.

Serie: Sherlock BBC.

Pareja: John-Sherlock.

Género: Humor-Romance-Amistad.

Rating: K+

Advertencia: ---

Capítulos: 5/15.

Palabras: 1.141 (Quinto capítulo).

Notas: Fic escrito para el reto15 días 'Tentaciones' del foro I am SHER locked.

Fecha: 10/11/2013.

Beta Reader: Pleasy TheYoko Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Sir Arthur Conan Doyle.

Dos libras de más...

Fish & chips.

Se sintió feliz al verse en el espejo, lo había pasado muy mal las primeras semanas, pero ciertamente podía decirse que había valido la pena.

Y esas caminatas en las mañanas en las que no tenía trabajo, que poco a poco se convirtieron en ligeros trotes alrededor del parque, habían ayudado a conseguir lo que quería aun más rápido.

Con eso, y el riguroso seguimiento de su dieta... aun y teniendo a Sherlock empecinado en que la dejase. Vaya a saber por qué.

Tal vez también terminaría metiéndose en alguno de los gimnasios de la zona, solo para sentirse mas acompañado; de más estaba el llegar a creer que Sherlock podía a estar interesado en ir con él. Aunque tampoco podía ver al detective en ropa deportiva...

En realidad, no podía imaginárselo en nada más que su conocido traje negro, y pijama... Bueno, además de las veces que solo lo había visto envuelto en las sabanas de su cama.

No, en verdad que no podía imaginárselo con ropa deportiva, mucho menos yendo a algún gimnasio. Por lo menos, si el detective no lo acompañaba podía ver si tanto esfuerzo comenzaba a dar frutos... no había mejor lugar para conseguir a una hermosa mujer. Era cuestión de que comenzara a tonificar una vez más sus músculos.

Salió de la clínica sintiéndose renovado, a pesar de haber estado despierto la mitad de la noche, siguiendo a Sherlock. Y lo había disfrutado como nunca antes en su tiempo en sociedad con el detective; ya que a pesar de sus piernas más cortas, había podido llevarle muy bien el ritmo a Sherlock.

Tenía mucha energía, quizás más de las que había sentido hace mucho tiempo, tal vez después de una ducha rápida podía ir a ver algún gimnasio cerca de Baker Street.

—Estoy aquí. —anunció, con una sonrisa, mientras atravesaba el umbral... la cual no encontró eco en los labios de su compañero. —¿Mal día? Que mal... pensé que estarías de mejor humor, después de que pudiste encontrar al asesino.

—Mmm...

—Bien, veo que no estás de ánimos para hablar.

John sin embargo le sonrió, lo que solo consiguió un gruñido por parte del detective, y que este se diera la vuelta sobre el sillón, dándole la espalda.

—Oh, vamos... ¿Qué paso con la adrenalina de ayer, Sherlock? —John negó cuando los hombros del infantil de su amigo se cernieron mas sobre su cabeza, casi ocultándola de la vista del doctor, lo único que el rubio podía ver era la maraña de pelo negro resaltando sobre la bata azul de Sherlock.