CAPITULO NUEVE

255 34 2
                                    

-entonces intente salir, pero el guardia me cogió del moño y me tiro para atrás... Caí de morros, por eso mi piercing se me arrancó- se acarició el labio superior, en la parte donde debería estar el nombrado piercing plateado. Todos hicimos una mueca al escucharlo contar esa historia con tanta tranquilidad.

-¿no es fácil salir de allí verdad?- preguntó Jin asombrado, con la mirada fija en el labio de Tae.

- que va -suspiró mi Hyung Tae apoyando la cabeza en el puño

-¿y eso?- preguntó Hope señalando sus puntos de la ceja, con la boca entreabierta escuchando la historia de su menor

-¿esto?- se acarició los puntos delicadamente - eso es la porra del policía- ríe- Tom, un amigo, y yo, intentamos bajarle los pantalones, ya sabes... Por aburrimiento y como no lo conseguimos porque llevaba cinturón nos dio con la porra. Menos mal que era el policía más flacucho y no tenía fuerzas, porque o si no, nos podría haber matado- se encoge de hombros. La verdad, oírle decir esas cosas tan tranquilamente no me parece normal. Parece tan indiferente a todo lo que pasó... A lo mejor es porque él no fue abusado, que es mi caso- ... Y poco más

-nunca te he visto con tantas ojeras - se acercó Nam a verlo más de cerca- ¿qué te ha pasado?- aparté la mirada al sentir a Tae mirándome de reojo-

- nada... Que no me sentía bien por las noches, pero supongo que es normal..- murmura con un hilo de voz

-claro que es normal- alza la voz Jimin- no sé que mierda hacemos aquí hablando contigo... Porque deberíamos estar en casa, con JungKook descansando - Suga puso una mano en su hombro

-tranquilo... -Susurro  el anteriormente nombrado, empezando a masajear sus hombros. - aunque Jimin tiene razón... Esto es raro- me miro YoonGi de reojo. . El y yo  habíamos cogido mucha confianza en todo este tiempo,y lo quería mucho. Mire a Tae y o cómo me miraba pesadamente. Su mirada no era la misma, había una chispa  diferente, pero no me parecía buena

-creo que es mejor que me vaya a mi casa...- me levante - esto... Jin Hyung, quedamos mañana para comer ¿no?- lo observe y asintió dándome una cálida sonrisa- vale pues. Hasta mañana - me despedí con la mano y salí rápidamente, apoyándome en la puerta y cerrando los ojos, cogiéndome del pecho y cerrando los ojos. Mierda, que coñazo.

Abrí los ojos lentamente y me encaminé de igual forma a mi casa. Sin saber dónde mirar mientras caminaba por la calle, metí mis manos en los bolsillos y escondí media cara detrás de la bufanda color caramelo que me había regalado Jimin para mi cumpleaños el año pasado. Mientras iba distraído pensando en TaeHyung, choqué con una mujer, haciendo que yo cayera al suelo. Levanté la cabeza y la esbelta figura de una mujer de unos sesenta años, imponía delante mío. Un cabello rubio oscuro con algunas presentes canas en su cabello, se movía tapando la mitad de su cara. Pero pude ver unos grandes y arrugados ojos grises que me miraban atentamente. Vestida con un traje grande morado y rosa, a conjunto de unos zapatos negros, la mujer se acercó a mí y sacó de una cesta un ramo de hojas secas, extendiéndomelo. Yo lo único que pude hacer fue alzar una ceja, observándola de arriba a abajo, sintiendo las palmas de mis manos arder.

- Te noto un mal de ojo, hijo- se acercó a mí observándome- veo un mal aura en ti.

-¿Ah?- reí absurdamente - perdone, pero mi vida está perfectamen...

-una persona te hace sufrir, ¿o me equivoco? - abrí mucho los ojos levantando la cabeza para observarla, y me sonrió cálidamente - cariño... Las personas nunca cambian para bien- acarició mi cabello lentamente - debes demostrarle a esa persona que tú vales mucho, porque JungKook, tú vales mucho - me cogió de la mano y me levantó. No podía salir de mi asombro. Una mujer que no había visto en toda mi vida, sabía mi nombre, y sabía que algo iba mal en mi

-yo...- murmuré con un hilo de voz observándola detenidamente-

-no preguntes - me guiñó un ojo y tomó mi mano- ya basta de sufrir Jeon... - besó mi mano delicadamente y se dio la vuelta para después alejarse. No sé cuánto tiempo estuve observando la figura de la mujer, aun sorprendido.

-bu...bueno..- me encogí de hombros - pues... Vale ¿no?- me murmuré a mi mismo, empezando a caminar, con los ojos como platos. ¿Y esa quién era? ¿Y si me acosaba? ¿N me estará vigilando? Me quedé quieto y di una lenta vuelta sobre sí mismo con los brazos extendidos a los lados y las rodillas flexionadas. Esa mujer me dio miedo... Bastante. Una vez con el asombro un poco más calmado volví a encaminarme a mi casa dándole vueltas a todo eso que había dicho la mujer. ¿Cómo debería hacerlo? Joder, demasiadas preguntas para mi cabeza. Las personas nunca cambiaban a bien, entonces, ¿debería alejarme de Tae? ¿Tae era malo para mi? Si... Si lo es. Me hizo daño tanto física como psicológicamente, y seguía haciéndome daño. Pero yo no me podía alejar de el. No podía. Se había vuelto mi vida... ¿Pero cómo debería hacerlo? Todo daba igual. Yo lo amaba aunque como tonto, después de que abusara de mi, seguía yendo donde el. Me cogí de la cabeza cerrando los ojos con fuerza y soltando un grito de frustración, hasta que sentí una mano en mi hombro haciéndome sobresaltar.

-¡Aaahh!- grite del susto girándome y extendiendo los brazos, encontrándome con los oscuros ojos de TaeHyung - ¿qu... Que haces aqui?- me alejé de el. No me quería quedar solo con el... ¿Y si me hacía algo?

-¿estás bien? - frunció en cejo observándome - estás más pálido...- levantó una mano haciendo amago de acariciarme la mejilla, y por impulso me alejé

-no me toques - murmuré alejándome más -

-pequeño, lo siento...- se acercó a mí- yo he cambiado, de verdad - dijo seguramente, haciéndome recordar a la mujer de antes y a sus palabras

-¡no!- grité sorprendiéndolo- ¡ las personas no cambian para bien! - sollocé - y tu menos... Después de lo que hiciste... Estas loco - me abrace a mí mismo - ¿cómo pudiste hacerlo? - me sequé las lagrimas - yo te amaba, ostia, te sigo amando, pero tú no me amas, y nunca lo has he...- me interrumpió mi Hyung, cogiendome de las mejillas y juntando nuestros labios en un beso

- sí que te amo, JungKook...- besó mi cabeza- y como tú bien has dicho... Lo siento... Estoy loco, pequeño

-------------------------

CHANNNN... EL FINAL SE ACERCA...
EL PRÓXIMO CAPÍTULO SERÁ EL ÚLTIMO
ASÍ QUE,ESPERO QUE HAYÁIS DISFRUTADO DE ESTA
HISTORIA TANTO COMO YO HE DISFRUTADO
ESCRIBIÉNDOLA... MUCHAS GRACIAS A TOD@S!

CONSUMING MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora