Su nombre era Julian, era alto, pero no mucho, su cabello era negro y lo llevaba un poco largo, no más de los hombros, sus ojos eran grandes y su sonrisa era perfecta , pertenecía al equipo de basquet del colegio, y estaba en penúltimo año, cuando empecé a hablar con el.
Yo tenía el cabello rubio, y era muy baja, mis ojos, al igual que los de el, bastante grandes, no solía estar con muchas personas, solo con Zarité, una chica morena y delgada que amaba la danza, su ego era mucho más grande que toda la ciudad, y su personalidad era casi tan cálida como el sol, su cabello eran unos perfectos crespos castaños oscuro que caían y llegaban casi al final de su espalda, solíamos hacernos a las afueras del colegio, nos sentábamos debajo de un árbol y solíamos mirar como la gente caminaba, charlábamos un rato y después nos íbamos juntas hacia casa, vivíamos a unas cuantas casas de distancia.
Una mañana, salí directo al colegio, cuando el chico de al frente abrió la puerta, se quedó mirando un rato y se acercó a mí
-Hola, mucho gusto, Ángel.Me quedé mirándolo por un momento y le dije
-Amelia.
-Oye, soy nuevo en la cuidad, y no sé cómo llegar al colegio, por tu botón sé que estudiamos en el mismo ¿ te molesta si te acompaño ? - me dijo sonriendo
Cada colegio de la cuidad tenía un botón que distinguía a cada estudiante, era mejor que los aburridos uniformes, y no era costoso.
- Sí, porque no... - dije caminando.El chico me hablo todo el camino, aunque no le presté mucha atención, después de unas cuantas cuadras vi a Zarité esperándome, como siempre, se me había echo tarde.
- Ah, así que tenemos nuevo amigo y por eso dejamos a Zarité sola, verdad ? - dijo ella sarcásticamente
- Cállate,creo que se llama Angel, es nuevo
- Obvio es nuevo, nadie se acercaría sin miedo a que lo asesines - dijo riendo.Ángel se presentó con ella,caminamos hasta que llegamos al colegio.
Nos dio las gracias y se fue, al parecer era un de un grado menor, nosotras fuimos al mismo árbol y nos sentamos mientras tomábamos un refresco de naranja, cuando sonó el timbre ella se levanto
- Hoy son tres horas de matemáticas,vamos, no puedo perder esta clase- dijo mirándome sería y con las manos en la cintura.
- Ño, Ño me gustan los números- dije mientras me acostaba en el suelo y tapaba mi rostro con un suéter.
- Como quieras, pero te espero en química - dijo mientras se iba.Me quede recostaba en el tronco del árbol mientras leía "la divina comedia", siempre que pasaba una pagina amaba más el trabajo de Dante, al pasar una hora, deje el libro a un lado, me puse los audífonos y comencé a dibujar detrás de un cuaderno, alguien se paró frente de mi, me quite un audífono y levante mi rostro para ver quién era, Julián estaba ahí
- Hola Amelia, no deberías estar en clase ? - dijo sonriendo levemente.
- No me gustan los números- respondí un tanto sería
- ¿Estás ocupada? - me preguntó
- En realidad, no ¿necesitas algo? - respondí mirándolo a los ojos.
- Sí, necesito un favor grande- dijo sentándose al frente mío - para clase de literatura, estamos leyendo un libro que no logro entender del todo- dijo mientras me sostenía la mirada - es Hamlet, y me gustaría que tu... - me evadió la vista- me ayudarás a entenderlo, sé que te gusta leer.
- Quizá pueda- le dije - necesitas hacer un ensayo o algo parecido ?
- Sí, un ensayo corto ¿me ayudarás?
- Quizá - repetí- si no estoy muy ocupada esta semana lo haré.
- Gracias- dijo mientras se levantaba- te veré luego.Cuando se fue, me puse nuevamente los audífonos y no pude evitar dejar escapar una pequeña sonrisa mientras volvía a concentrarme en mi dibujo.
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Una breve historia de lo que nunca fue
Romantizm¿A dónde van las historias cuando no pueden ser?