capítulo 7 (4 días antes de la boda)

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El auto de Yon era pequeño, había sólo dos asientos, y eso no hacía que la tensión bajara. Me sentía incómoda, suponía que ella también por la manera en que apretaba el volante y cambiaba de estación de radio constantemente, tal como Lay hacía. ¿Los hábitos entre parejas también se pasaban? Si eso era así, ¿alguna vez me volvería igual de molesta que Chanyeol?

─¿En qué te ayudaré? ─Le pregunté sin mucho interés, y observé el día a través de la ventana, era una linda mañana, donde sabías que el sol no te haría negro y el viento no te lanzaría lejos, era perfecto, ¿por qué Yon tenía el clima encendido?

─Oh, bueno. Realmente, con esta clase de cosas me ayuda mi madre, pero ella viajó a otra ciudad para que a la boda asista gran parte de mi familia, Lay me sugirió que te pidiera ayuda, y por eso te llamó ayer. ¿Quién mejor que la mejor amiga de mi novio? 

En realidad cualquier persona, a él no le importo en lo absoluto, ¿o sí?

Basta, no tengas esa clase de pensamientos, ¿acaso quieres ver cómo tu día fracasa?

¡Oye tú! ¿En dónde estás? 

Tu amiguito pasó por mí temprano, quiere que le ayude en no sé qué cosa... Te llamará más tarde, también querrá tu ayuda. 

─No te preocupes, cualquier cosa por alguien tan cercano a Lay, como tú ─no mentía, Yon me agradaba un poco... hubiera estado increíble conocerla en una circunstancia diferente. Ella estacionó el auto frente a una costurera. 

─Baja, aquí es ─quitó la llave y salió, imité el acto sin poder negarme. La tienda estaba cerrada, pero Yon de todas maneras entró. Una mujer de un vestido largo y el cabello recogido en una coleta la recibió con los brazos abiertos─. ¡Tía! ─Yon corrió hasta ella y la abrazó. 

─Hola, mucho gusto, soy Ha Nuel ─la mujer del vestido largo se separó de Yon e hizo una reverencia que imité. 

─Un placer, Hanuel, a mí puedes llamarme tía ─Yon recorrió la tienda con la mirada, ésta era pequeña, de paredes blancas y vestidos de diferentes colores y tamaños regados por todo el lugar─. Yon, querida, el vestido ya está en el probador, si gustas pasar ya ─ella sonrió y corrió hasta los vestidores, mientras que tía se colocaba unos lentes de media luna y se sentaba en una máquina de coser a terminar otro vestido. 

Mi celular vibró en mis manos, miré la pantalla, era un mensaje de Lay. 

" Heeey xx. " 

" ¿Sí? " 

" ¿Podrías pasar mañana a mi departamento? xx "

" ¿Tengo otra opción? "

" No xx "

" Ahí estaré. "

─¡Hanuel! ─Me llamó Yon, aparté la mirada de mi celular─ ¿Qué tal me veo? ─Le sonreí ampliamente y levanté ambos pulgares.

Ciertamente, ella lucía como las modelos de las revistas. El vestido era largo, blanco y tenía flores pintadas de un plateado brillante, el corsé le quedaba justo a la medida, lo que acentuaba su mini cintura. Dio varias vueltas sobre sí misma y luego sonrió. 

─¡Lo terminé! ─Gritó tía desde la máquina de coser, Yon se agarró la parte baja del vestido y caminó hasta ella─ Espero y les guste ─dijo y se lo entregó. Era un bonito vestido como el de Yon, pero más pequeño. Se acercó  y me lo tendió.

─Le dije a tía que te lo hiciera, Lay dijo que te agradaría la idea ─lo tomé y lo extendí frente a mí. 

─Gracias, Yon, no debiste. 

─¡Claro que debí! Tienes que verte muy bonita, y se te vez bonita, te sentirás hermosa y no incómoda,  y si no te sientes incómoda, Lay no estará tenso. Hanuel, eres muy importante para Lay ─se colocó un mechón detrás de la oreja. 

─¿Muy importante? 

─¿Me creerías si te dijera que nuestras primeras salidas de amigos se la pasaba hablando sobre ti? ─Fruncí el ceño, y apreté la mandíbula para no sonreír─ ¡Lo juro! Se pasaba todo el tiempo hablando de lo bonita qué eres, creo que le gustabas. 

Aquellas palabras rebotaron por toda mi cabeza, ¿yo? ¿Le gustaba? ¿A él? Mi estómago empezó a burbujear sin piedad alguna. Entonces, si hubo alguna vez en la que él sintió lo mismo, una vez en la que él me miró con otros ojos, me vio bonita. 

¿Te vio? ¿Qué ya no eres?

─Luego ocurrió el beso del armario, a causa del juego de la botella, bastante patético, ¿no lo crees? Y luego dejó de hablar de ti, y habló de nosotros. Dejó de mencionar tu belleza, y comenzó a mencionar la mía... Las cosas pasaron muy rápido, después, mientras íbamos en el autobús, de camino al cine, se arrodilló y me pidió que me casara con él. Dije que sí, sin pensarlo mucho. No fue nada romántico, fue a mitad de un autobús, que olía mal ─sonrió para sí misma─. El día que te conocí, Chanyeol me dijo que su primer beso había sido bajo la lluvia, ¿es cierto? 

Fue un miércoles, estaba lloviendo. Te encontré deambulando bajo la fría noche, te presté mi paraguas, dijiste que sólo lo aceptaste porque no querías contraer un catarro, como agradecimiento, me prestaste ropa y una habitación en tu casa. Antes de entrar, te jalé la mano, hice que nuestras respiraciones se mezclaran. Me miraste, te miré. Nuestros labios se unieron bajo la lluvia, fue... perfecto. 

Eso no ocurrió jamás, nuestro primer beso fue después de que te hirieran la mano, y me pediste ser tu novia, ¡en el Pollito Feliz!

¡¿Podrías alguna vez en tu vida seguirme la corriente?!

No.

─Sí, lo recuerdo... Fue lindo, pero no tanto como una pedida de mano a mitad de un oloroso autobús ─sonrió. 

─¿Mañana irás con Lay? 

─Sí, mañana quizá sea la última vez que lo vea sin esposa. 

moonlight. →park chanyeol [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now