Final ;

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Con un poco de terapia, unos cuantos años de alejarme de las fantasías, pude comprender que, todo fue un sueño. Una simple ilusión que mi cerebro había hecho mientras estaba en coma debido a un accidente de coche. Todo era tan surreal la primera vez que abrí los ojos, las luces me cegaron, todos a mi alrededor lloraban, los médicos se felicitaban los unos a los otros, mientras que yo me quedé ahí, gritando su nombre un millón de veces. Me costó trabajo, mucho trabajo reconocer que mi felicidad había sido sólo un sueño más ─uno que el tiempo había borrado casi por completo. 

Quería rehacer mi vida; anhelaba poder rehacer mi vida, pero, cada vez que veía a un hombre a los ojos, no podía evitar verlo. No podía evitarlo, ¡no podía! Ya no quería verlo, su sonrisa me quemaba el pecho, su melodiosa voz me hacía pensar que aún podía encontrarlo. Ya no quería más fantasías imposibles. 

Yon y Yixing se casaron en la vida real, tuvieron ese lindo bebé; el cual era igual a como lo había soñado. Ahora ése niño tenía 7 años y  me llamaba tía, aún sabiendo que no teníamos ningún parentesco. Sang era el culpable de mi constante depresión; él me hacía querer tener una familia, y mi mente al pensar en la familia siempre se dirigía a Chanyeol, era un estúpido círculo vicioso. 

Como hacía cada aniversario, hice una reservación en un bonito restaurante en el centro de Seúl, quedaba un poco lejos de mi casa, pero valía la pena, era lo más costoso que compraba en el año, pero valía la pena. Cuando el primer aniversario pasó, ni siquiera pensé en celebrarlo, pero el lugar era nuevo, y al verlo no pude pensar en nosotros, teniendo una cita ahí, sonriéndonos, y haciéndonos tontos cumplidos; recuerdo haber llorado por horas después de hacer la primer reservación. 

Y ése año, no sería la excepción, además, era un número bastante especial; 10. Décimo aniversario de haber sobrevivido, décimo aniversario de haber despertado, décimo aniversario de no verlo. 

A lo lejos, logré ver a Johnny, el mesero más joven del lugar. Un muchacho de intercambio, que siempre me atendía en los aniversarios y me hacía descuentos a escondidas. Se acercó con su linda sonrisa sincera y me tendió el menú, aunque de todos modos, él sabía lo que yo pediría. 

─¿Lo de siempre? ─Asentí con una leve sonrisa─ Buena elección, debo decir. De beber, champagne con dos hielos, ¿o me equivoco?

─Acertaste ─Johnny sonrió de oreja a oreja─, debo decir, que eres el mejor mesero que he conocido Johnny.

─Oh, eso lo sé, señorita. Cada año me lo recuerda. Bueno, no demoraré más, enseguida traeré su comida. Disfrute su aniversario, y recuerde, las casualidades no existen ─me guiñó un ojo y se fue. 

Realmente el mejor, pensé. Johnny me conocía, lo sabía todo. Hizo una leve pregunta en el tercer aniversario, y mi embriaguez no me permitió callar, y desde ese momento, siempre me dice la misma frase dolorosa: "las casualidades no existen". Ambos soñábamos con el regreso de Chanyeol.

Sonreí y bajé la mirada al darme cuenta de que era la única persona que se encontraba sola. Desde cenas de negocios, hasta primeras citas. Adoraba ese lugar. Las cálidas luces de las velas de las mesas, las paredes aterciopeladas, los brillantes candelabros que colgaban del techo, la tranquilizante música de un viejo piano, era realmente relajante.

─¡Señorita Hanuel! ─Exclamó Johnny desde detrás. Di un pequeño brinco de la impresión.

─¡John Rogers, te he dicho que odio que me asustes de esa manera! ─Le reproché, frotando mis brazos para que mi piel de gallina se relajara.

─Oh, cierto, lo lamento mucho ─susurró─. Pero, de verdad tiene que oír esto ─con rapidez rodeó la redonda mesa y se sentó frente a mí─. Ojalá nadie me vea, porque si me ven, me despiden ─miró a todas direcciones─. ¿Lista? Sujétese bien de su silla. 

moonlight. →park chanyeol [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now