MI JEFE, MI MARIDO

CAPITULO 4.

POV EMILY
El viaje fue muy largo... al llegar al hotel mi jefe pide las llaves de la habitación en recepción.
Subimos al ascensor y al llegar al piso en donde se encuentran nuestras habitaciones las puertas se abren y salimos. Me le quedo mirando a mi jefe a la vez que pienso en cuando me dará las llaves de mi habitación.
Él parece leer mis pensamientos porque enseguida me entrega una tarjeta que funciona como llave de la habitación. La introduzco en la ranura y la puerta en automático se abre. Entro, cierro la puerta, prendo el aire acondicionado, me quito mi cardigan rojo y mi pashmina gris quedando unicamente con una blusa y vaqueros negros además de mis zapatos rojos de piso. Llaman a la puerta he inmediatamente le abro al botones que se encuentra cargando mi maleta. Le agradezco y me tumbo en la cama pensando lo guapo que es mi jefe y los hermosos ojos que tiene. Unos ojos que no transmiten nada,tiene unos ojos y mirada fría, aveces pienso que mi jefe no tiene corazón, pero eso es literalmente imposible. De lo que si estoy completamente segura es de que él es un tempano de hielo. Y con ese pensamiento me quedo profundamente dormida.

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Abro mis ojos de golpe, asustada por no saber la hora. Me levanto inmediatamente y busco en mi bolso negro mi celular para ver la hora. Ahí es cuando caigo en la cuenta que se le acabó la pila y no traigo cargador, bufo molesta y me dedico a buscar un reloj, y lo encuentro pegado en una de más grandes paredes. Es un reloj muy grande y bonito aunque tiene un toque antigüo que extrañamente combina con la habitación.
Suelto el aire que contenia al darme cuenta que apenas eran las 3:00 de la tarde. Así que llamo al restaurante del hotel y pido mi almuerzo- desayuno con servicio a la habitación. Mientras traen mi comida les llamo a mis padres para saber como estan y hablar de nuestras actividades, estan muy interesados en saber cuando los iré a visitar y me alegro el no haberles dicho que hace una semana atras habia planeado visitarlos y que se habia ido al garete por culpa de mi jefe. Me despido de ellos al escuchar que tocan a la puerta, abro y es la camarera con mi comida. Saco dinero para pagarlo y ella me detiene contestando.
- los gastos de esta habitación ya estan cubiertos- me detengo a pensar y de pronto recuerdo la platica que tuve con mi jefe, en el cual me dijo que todos los gastos iban a estar cubiertos por la empresa cada vez que viajaramos por negocios. Le sonrio y le doy la propina.
Almuerzo y me dedico a ver la televisión para hacer tiempo.

Una vez que el reloj marca las seis de la tarde decido meterme a la tina de hidromasaje y disfrutar del momento. Varios minutos despues salgo,me seco y pongo mi bata de baño. Comienzo primero secando mi cabello para despues plancharlo. Una vez que realicé estas acciones me dedico a maquillarme. No demoro mucho en esto, pues soy realmente rápida maquillandome, sin contar que en esta ocasión como casi siempre fue un maquillaje algo natural, a excepción de mis labios pintados perfectamente de un lindo rojo carmesi. Al terminar con mi cabello suelto, peinado hacia un lado y con mi maquillaje. Me pongo de manera muy cuidadosa el vestido rojo que me compré el día anterior y una zapatillas color plata con tacón de aguja de 15 cm que me compró mi mamá en un viaje de fin de semana que hicimos, un par de meses atras. Me miro por ultima vez al espejo y sonrio satisfecha por los resultados. tomo mi discreta pero bonita cartera de mano a juego con las zapatillas y la pedreria del vestido.

Salgo de la habitación y veo a mi jefe de espaldas con una mujer alta, rubia, y con un vestido azul de gala, muy elegante. Se ve que tiene aproximadamente mi edad. Al sentir mi presencia se giran hacia mí y mi jefe se queda de piedra mientras la mujer me mira con curiosidad. Mi jefe me escanea con la mirada y tensa la mandibula.

- buenas noches, señor Evans, ya estoy lista para la gala benéfica- al escuchar mis palabras pone una cara apenada mientras la mujer pone una cara que irradia superioridad. Yo no entiendo nada, que pasa.

-buenas noches Srita. Williams. Que acaso no vio los mensajes que le he dejado.- contesta algo apendado. Es la primera vez que lo veo así, pero eso mo me importa al saber que se iba a ir sin mi y que quizas me esté queriendo dar un plantón.

- no sé de que me habla Sr. Evans . A que se refiere.- contesto ruborizada de la verguenza

- en los mensajes le comuniqué que ya no necesitaba que me acompañara a la gala , porque voy a asistir con la Srita Adams.- contestó y yo solo me pregunto porque esto me pasa a mi. Estoy deseando que la tierra me trague.

- Señor, creo que esos asuntos se hablan en persona- espeté molesta.

- señorita Williams, llamé a su puerta pero usted no contestó, ademas di por hecho que usted habia leído los mensajes.- pienso que quizas eso ocurrió cuando estaba yo duermiendo- como una recompensa por lo sucedido tomese la noche libre señorita- y el escuchar esas ultimas palabras de su boca me molestan y mucho. En verdad hay que tener un descaro tan grande para decirme eso despues de lo ocurrido. El ascensor por fin llega y hellos se introducen al elevador con las manos enganchadas.
- no le tome más importancia de la que en realidad tiene señor, solo me dio un plantón, pero le tomare la palabra.- escupo molesta y con las lagrimas apunto de caer de mis ojos. Me dirijo a la habitación. Estaba a punto de llorar pero me riño a mi misma, es verdad que fue el ridiculo más grande que he pasado. Pero no por eso me quedaré llorando como una Magdalena.

Me dispongo a buscar un vestido para salir y lo encuentro. Un vestido corto y con un escote un poco profundo. Pero es muy bonito, me desvisto y enseguida me lo pongo, me cambio las zapatillas plateadas por unos negros de tacón de aguja, tomo mi bolso negro y salgo del hotel. Tomo un taxi . Y le pido que me lleve a un antro de moda.

Foto multimedia

1. Gabriella Adams
2. Vestimenta de emily
3. Emily Wlliams
4. Andrew Adams