2: FANTÁSTICO

429 23 1
                                    

El "fantástico" tercer año, ¿simplemente por llevarlos a Hogsmeade, era un año grandioso? Estúpida escuela. Si había algo para regocijarse era que Potter no podría salir como los demás. Sin embrago, Granger sí había salido, y una parte de él no entendía porque debía estar con Weasley, tampoco supo cómo terminó por seguirlos hasta la Casa de los Gritos. Verlos ahí parados viendo la vieja casona lo puso de mal humor. En general verlos tenía ese efecto en él. No pudo evitar molestarlos, pero tampoco pudo evitar el misterioso ataque de las bolas de nieve y el ser que lo había jalado cerca de la casa. Gritó, sí, pero, maldita sea, era su vida. Eso... no era tan importante.

Pero lo que sí era importante ¿Debía estar en la enfermería, limpiándose la sangre que le salía de la nariz? Le había dicho a la señora Pomfrey una ridícula historia de un hechizo de Crabbe que lo había golpeado, generándole un castigo a su compañero. Por qué él definitivamente no era amigo de perdedores como él. Sin embargo, ahora el castigo injustificado de Crabbe era lo que menos le importaba.

"¡Eres una despreciable y maldita cucaracha!"

Granger llegó tan abruptamente hacia él mientras se regocijaba en la tragedia del pollo del gigante ése, de repente sólo vio la varita de Granger frente a su cara, dispuesta a hacerle un hechizo, sino hubiese sido que Weasley le había dicho "no vale la pena" (cosa que era mentira, él valía la pena), Granger le hubiese podido hacer cualquier cosa. Pero tenía que quebrarle la nariz. ¿Y qué? Ya se las haría pagar... eso quería... ¿cierto?

"Hagrid, hay que llevarlo a la enfermería."

Ya habían pasado varias semanas desde "el ataque" causante de su nariz quebrada, ya el hipogrifo del gigante ese sería ejecutado, seguramente ya estuviera muerto, pero esa frase seguía sonando en su cabeza... Granger se había ¿preocupado? ¿Por su bienestar físico?

Sabía que había sido el único consciente de la pequeña "tomada de manos" de Granger y el estúpido de Weasley; claro, nadie les ponía atención, los ojos de nadie estaban puesto en ellos, todos veían al "grandioso Harry Potter" acercarse al pollo ridículo. Todos menos él, que veía la maraña de cabello que a veces tenía Granger y que también había visto como la mano de ésta recorría el brazo de Weasley buscando protección hasta llegar hasta su mano.

"Suéltalo"

Fue lo único que pudo pensar en ese momento, ¿por qué? Quién sabe, pero verlos así lo ponía de peor humor, lo suficiente para querer un poco de su atención, si él hacía lo que Potter ¿cómo reaccionaría? Si Potter lo hacía debía ser fácil... Y eso le costó su brazo... o bueno... casi perderlo, pero Granger había sido quién se había exaltado. No Pansy, no Crabbe o Goyle. Había sido HERMIONE GRANGER quién había dicho que había que llevarlo a la enfermería. Se había preocupado por ÉL. No por sus estúpidos amigos, sino por él.

Por eso no dijo nada cuando el puño de ella se estampó en su nariz.

Pero tampoco dijo nada cuando veía a Granger aparecer de la nada en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras. Es decir, hace un segundo no estaba ahí, y de repente la chica estaba presente para contestar qué era un boggart. O cuando apareció en la clase de Adivinación. ¿Acaso todos eran ciegos? Porque ya sabía que eran estúpidos. Más por no darse cuenta.

Bueno, sí había quien se había dado cuenta. Weasley. El estúpido pelirrojo era el único en preguntar a qué hora había llegado la castaña. El único aparte de sí mismo.

Tercero "fantástico"... debió darse cuenta en ese momento de que Granger ya no era "una sangre sucia" para él.


Not "Always", But "Forever"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora