30: NO ESTÁS SOLO

118 11 2
                                    

- ¿Qué dices, madre?

- Que no tienes que hacerlo, Draco. No porque él lo diga.

- Madre... Sí tengo que hacerlo.

La casa de Malfoy se había vuelto más fría y tensa que antes. Desde que el señor tenebrosos se había expuesto al mundo las cosas había cambiado; calles vacías, el callejón Diagón vacío, Ollivander había "desaparecido".

Todo lo que conocían en el mundo mágico se estaba derrumbando.

Todo aquello en lo que había creído estaba destruyendo al mundo.

- No, Ollivander cerró. Todo el mundo venía aquí por sus varitas.

A la distancia vio a su novia y a sus amigos frente al negocio del fabricante de varitas.

Continuaron caminando por la calle hasta llegar al único local que seguía abierto; "Sortilegios Weasley", una tienda de bromas abierta por los gemelos hermanos del pelirrojo.

Lleno de luces y movimientos, el lugar se parecía a Hogsmade cuando todos salían allá: Amortencias variadas, criaturas extrañas, algunas pequeñas y rosas a las que prefirió no acercarse, extrañas piedras con la inscripción de "Polvo de Oscuridad Peruano". ¿Cómo es que esos dos conseguían todo esto?

- Es lo menos que podemos hacer por ti, Harry.

- Así es. Después de todo, con el dinero que nos diste fue con lo que pudimos lograr esto.

- Toma todo lo que quieras.

Así que Potter les había dado el dinero. Ridícula inversión, en su opinión. Pero no podía negar que era un poco esperanzador todo eso.

Continuó curioseando por la tienda, hasta que choco con la hermana Weasley.

- ¡Oye! Fíjate por donde caminas.

- Tú deberías quitarte del camino.

- Vaya, y yo que creí que habías cambiado.

- Cómo le dije a Hermione. No sé porque se hacen ilusiones. No he cambiado.

- Creo que te equivocas en eso, Malfoy. Incluso Hermione ha cambiado por ti.

- ¿Qué?

- Me refiero a que... - comenzó a alejarse de él - Hermione debió aprender de algún lado a romper las reglas.

- Ginny, ¿ya encontraste todo lo que-? Draco.

- Sí, Hermione. Ya encontré todo. - La pelirroja sonrió. - Pero creo que tú acabas de encontrar algo que buscabas. Nos vemos afuera.

Y se fue. O eso hacía, pero antes.

- Por cierto, gracias.

Draco y Hermione se vieron a los ojos, un poco incomodos, hasta que el chico sonrío, acercándose a la chica, que también sonrió.

- ¿Cómo estás?

- Bien.

- ¿Y qué pasó con Umbridge?- la chica sonrió, un poco malévola.

- La encontraron en el bosque, en compañía de los centauros.

- ¿Y el arma?

- No había tal.

- ... Hermione Granger a veces me das mucho miedo.

- Draco Malfoy, esto es para que sepas que no me debes hacer enojar.

- Créeme, entre esto y el puñetazo que me diste, lo tengo muy presente.

Ambos rieron, dándose un beso.

- Tengo que irme... ¿Te veo en el tren?

- Claro que sí.

- ...Oye.

- ¿Qué?

- No sé qué pase en tu familia con todo lo que ha pasado.

- ... Está bien.

- Pero no lo olvides. No estás solo. Yo voy a estar a tu lado si así me dejas.

La chica se fue, no sin antes darle un beso en la mejilla a su chico, que sólo sonrió.

Ya sabía que todo se estaba yendo por un hoyo muy profundo, pero sin dudas su novia le hacía querer esperar lo mejor de la situación.

Not "Always", But "Forever"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora