11: RECUERDEN A CEDRIC DIGGORY

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La castaña se había quedo quieta. No por corresponder el beso, sino que una parte de ella, la racional, le decía que si se resistía sería peor, y la otra parte, más asustada, se había paralizado del miedo.

Por primera vez veía ese lado de Malfoy, y no le agradaba.

Es decir, no le agradaba Malfoy normalmente, pero sabía sobrellevarlo, a éste no. Él... no razonaba las cosas. No creyó jamás pensar esto, pero prefería ser llamada "sangre sucia" a estar en más situaciones así.

Mientras tanto, el rubio lentamente empezaba a tranquilizarse, finalmente aflojando el agarre que hacía contra la castaña. Separó sus labios de los de ella, viendo la cara de la castaña con un trazo de lágrimas. De pronto sintió el peso de lo que acaba de hacer.

Forzó a la persona que le gustaba a algo que ella no quería. De pronto se sintió la peor persona del mundo.

Pero no la soltó, al contrario, la abrazó más fuerte contra sí, y fue una maravilla que ella no ofreciera resistencia. Llevó su mano a su cara, limpiando ese trazo con mucho cuidado.

- Suéltame-

La voz de Granger se entrecortaba, mostrando el dolor que sentía. ¿Qué clase de persona era?

Sintió sus brazos deslizarse sobre los brazos de la castaña, pero al llegar a sus manos, las entrelazó con las suyas.

- Malfo-
- Hermione.

Escuchó la respiración de la chica cortarse ante la mención de su nombre. Además de sentir el ligero jaleo en sus manos que ella intentaba hacer para separarse. Dentro de sí, su corazón latía a cien, por la sola pronunciación del nombre, que rogaba que la chica no se diera cuenta.

- Me gustas.
- ... Basta.

Por primera vez la chica hizo un movimiento lo suficientemente fuerte para lograr soltarse del rubio, saliendo del salón a toda velocidad, sollozando un poco.

El chico se sentó uin rato en una de las banca, recargando su cabeza en sus manos.

¿Qué acaba de hacer? ¿Le acaba de decir a Hermione Granger que le gustaba? ¿Qué rayos pasaba por su cabeza?

Salió del salón y caminó sin rumbo entre los alumnos, sin prestar a su alrededor, chocando contra la espalda de Krum.

Él volteo a verlo, y por un momento pareció reconocerlo.

- Tú, erres el sujeto que molesta a Hermione, ¿cierrto?
- No es así. - Sabía que si le decía la verdad el tipo podría partirle la cara.
- De acuerrdo. - No sabía si le creía o no, pero por la cara de resignación, al parecer sí. - ¿La has visto? Necesito hablarr con ella.

¿Debía decirle que acaba de besarla? Quizá no era su mejor idea. Antes de poder responderle, Krum se fue, cosa que lo alivió. Siguió su camino, hasta llegar a su dormitorio y quedarse dormido, pensando la estupidez que había hecho.

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Ya era la tercera prueba y esperaba encontrarse a la castaña antes o después de que terminara, pero le era imposible; todos los alumnos estaban mezclados, bueno, hablando por los alumnos de Hogwarts. Pero la vio, muy cerca de Weasley, riendo con él, mientras gritaba los nombres de Potter y de Krum, animadamente.

¿Cómo habría reaccionado si él fuera el que hubiese participado?

Y comenzó la prueba; los cuatro competidores se lanzaron al laberinto y los perdió de vista.

No supo que pasó, de pronto las luces rojas lo distrajeron, los gritos de que habían desaparecido, y unos cuantos minutos después, apareció Potter, abrazando a Diggory, gritando algo. No supo que pasaba, hasta un segundo después.

Cedric Diggory estaba muerto.

Todos estaban asustados.

Lord Voldemort había regresado.

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- Seremos más fuertes cuanto más unidos estemos, y más débiles cuanto más divididos-

El discurso del final de ese año, era el más sensible de todos. No por el final del año. No conocía a Diggory, pero sabía de su reputación, y con su muerte, el peligro que representaba el regreso de Voldemort.

Mientras Dumbledore pronunciaba esas palabras, volteo a ver a Granger, sentada entre sus dos idiotas amigos, sollozando.

Al momento de voltearse a limpiar las lágrimas, su mirada terminó por cruzarse con la de él, sosteniéndola un momento. No había rencor, cariño, o algo así, sólo tristeza, y por un momento, quiso ser alguien que la pudiera reconfortar.

La mirada se cortó cuando el pelirrojo pasó su brazo por la espalda apegándola a él.

- Recuerden a Cedric. Recuérdenlo si en algún momento de su vida tienen que optar entre lo que está bien y lo que es cómodo, recuerden lo que le ocurrió a un muchacho que era bueno, amable y valiente, sólo porque se cruzó en el camino de lord Voldemort. Recuerden a Cedric Diggory.

Not "Always", But "Forever"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora