Not "Always", But "Forever"

35: CRUEL Y MALVADO MALFOY

Había seguido a Madam Rosmerta hasta el baño de Las Tres Escobas.

Crabbe y Goyle salieron con él del castillo pero a la mitad del camino se había deshecho de ellos. No que eso fuese difícil. En realidad los otros dos parecían más desesperados por alearse de él. Quizá el saber que Draco tenía la marca tenebrosa los asustaba de cierta manera.

Es decir, claro; los padres de Crabbe y Goyle también eran mortífagos, pero saber que estaban en Hogwarts también les daba una cierta seguridad, algo así cómo: "Mi padre es quien hace esas cosas, no yo."

Pero estaban en compañía de un mortífago en ese momento. Draco ya era un mortífago.

Y una parte de él se preguntaba cómo Hermione no le había mencionado el tema.

Había, hacia un tiempo; como a inicio de Octubre, escuchado una discusión entre su novia el amigo cuatrojos de ésta.

- ¿En serio, Harry? ¿Draco, un mortífago?
- Hermione, no me mires como si me hubiese vuelto loco. Su padre es un mortifago, ¿cómo estar seguros de que él no lo es ya?
- Harry, tiene 16 años. ¿Cómo es posible que alguien decida volverlo un mortífago?
- ¡Eso no lo sabes, Hermione!
- Y tú tampoco, Potter.

Abrazó a su novia por el cuello, muy delicadamente, pero su mirada era firme y oscura, directa a Potter.

- Draco-
- ¿Qué, Potter? ¿Ahora quieres que te muestre mi brazo para que disipes tus dudas?
- Hazlo, y mientras lo haces aléjate de Hermione. – Ese era Weasley, que venía saliendo del gran comedor, detrás de él la chica Brown parecía corretearlo.
- ¿De cuándo acá recibo ordenes de tu parte, Weasley?
- ¡Basta los tres! – Hermione se separó de él, colocándose en medio de los tres. – Harry, esas acusaciones... – La chica no pudo terminar, pero el pelinegro vio el dolor en su mirada.
- Lo siento... Pero para mí es bastante simple, no confío en ti. Y te recuerdo esto: Como te atrevas a lastimar a Hermione-
- ¿Qué me harás, Potter? ¿A quién mandarás a salvarte del cruel y malvado Malfoy? – El tono en su voz salió más sarcástico y... ¿aburrido? Por el momento, Potter no le parecía una amenaza.
- Draco, basta. – La chica colocó su mano sobre su pecho, viéndolo con una mirada dura... Que no le apenaba admitir, le encantaba.

Abrazó de nuevo a Hermione, jalándola hacia sí. Notó la incomodidad del trio de amigos; de su chica porque obviamente aún le era extraño que la gente los viera sin pelear; de Potter, claramente le molestaba el trato que a veces parecía darle a su amiga, más rudo de lo que era en realidad; y de Weasley... Ambos lo sabían, el pelirrojo tenía ciertos sentimientos por la castaña y se notaba en su mirada triste y en sus puños cerrados.

Así que Draco decidió explotarle un poco la situación en la cara.

Giró el cuerpo de la chica de frente a él, y le sonrió dulcemente. Hermione claramente dudó de las intenciones del chico, enmarcando su ceja, pero siendo rápidamente remplazada por una expresión de sorpresa, mientras el peli plata juntó sus labios con los de la chica.

Harry inmediatamente giró la mirada, tratando de no saltar sobre el Malfoy, al final, era el novio de su amiga, pero no quitaba el hecho de que lo odiaba.

Pero la expresión de Weasley, valía cada grito y reclamo que recibiría después. La cara era casi del mismo tono rojo de su cabello, sino más rojo; los nudillos se le había decolorado por la fuerza que los apretaba, y su cuello y hombros se veían tan tensos que podrían soportar el peso de Crabbe sobre ellos.

Y su mirada, ahora entendia el dicho "si las miradas mataran...". Odio puro era lo que vea en sus ojos, y en lugar de soltar a la chica, simplemente profundizó un poco el beso, antes de finalmente soltarla.

La cara de Hermione estaba muy sonrojada; no era roja como Weasley, sino de un ligero tono rosado que adornaba sus mejillas, orejas y la punta de su nariz.

Se veían demasiado hermosa para él.

- Te veo en Las Tras escobas, no lo olvides. – depositó otro beso en su mejilla antes de irse.

Y ahora se encontraba en Las Tres Escobas. No con Hermione, sino con Madam Rosmerta, que jamás se percató de que el chico estaba tan cerca de ella.

- ¡Imperio!

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- ¡Draco! - Su novia lo esperaba afuera de la taberna. – Creí que te vería fuera.
- Yo te esperaba dentro. – volteó a ambos lados - ¿Y tus dos estúpidos?
- Lo dice el estúpido con el que salgo. – se rio un poco – Ya se adelantaron al castillo.
- ¿Quieres que regresemos o prefieres caminar un poco por el pueblo?
- Caminar un rato estaría bien-
- ¡NOOOOO!

A la distancia se escuchó el grito de una chica, y de pronto vieron como Katie Bell se alzaba sobre el suelo.

Antes de desplomarse con un fuerte golpe.