Capitulo 1

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POV Emy

Estoy en problemas, muy graves problemas...

Las probabilidades de que en las siguientes dos horas me saliese un morado en la frente por tanto golpe eran altas. Pero es que me acababa de convertir en la persona más estúpida de toda la cuidad. ¡Que digo la ciudad!, ¡la más estúpida del mundo!; dejé que mis frustraciones siguieran saliendo, mientras me continuaba golpeando la frente contra la pared, a lo mejor de tanto golpearme, podía reacomodar las ideas.

¡Ay, mi madre!- exclamo al departamento vacio. Y ahora que lo pienso, ella, mi madre, es la que tiene la culpa. Sí, ella por haberme obligado a hacer esta estupidez. ¿Por qué carambas no me dejó seguir con mi vida de solterona empedernida en paz?, ¿qué necesidad había de buscarme un novio?, ¿con que derecho (Y es que en este caso ni siquiera valdría salir con el cuento de "Por qué soy tú madre, por eso") se atrevía mi madre a impulsarme a ocasionar semejante estupidez?; yo ya tenía planes.

Entre las fiestas, la Universidad, los chicos, mis amigas, ¡Pero de todas maneras eran planes!, y planes son planes ¿no?, Me encontraba metida en un buen lío. Miro la heladera donde un imán sostiene el calendario y recuerdo que tengo pocas semanas para solucionar esta estupidez

Y es que...... si tan solo pudiera borrarle la memoria a mis padres, o regresar al tiempo... ¡No sé!...... no pido más, bueno claro que si pudiéramos borrarlo del mapa, yo no me opondría, pero... ¡Si Ben no fuese una copia de un Brad Pitt americano! ¡Sino fuese tan atractivo y encantador!, ¡Si mis padres no soñaran con verme casada a mis 22 años! Pero aquí la más estúpida soy yo ¡Yo, y mis estúpidas respuestas a las estúpidas preguntas de mi estupido "admirador"!

¡Por Dios! Me escucho tan poco inteligente repitiendo sin cesar, la palabra 'estúpida'; pero que le vamos a hacer así soy yo: ¡La estúpida Emily Green!, ¿qué por qué estoy así?; fácil, yo, la sabelotodo, el ratón de biblioteca, la biblioteca con pies (o si lo prefieren una variante de las tres), Emily Green.. Estoy así por una simple y sencilla razón cuyo nombre es: Rob

¡Oh, sí!; no sé ustedes, pero yo creo que todos los padres nos planean la vida desde el momento en que nos conciben, nosotros estamos destinados a ser los mejores hijos del mundo, inteligentes, sumisos, bellos, interesantes, o cualquier calidad que ellos esperen. Y nunca podemos decepcionarlos. Quieren que estudiemos una carrera prestigiosa en la Universidad, tengamos un buen trabajo, excelente e importado auto y una casa donde vivamos con el amor de nuestra vida ¡y por supuesto no hay que olvidarse de sus nietos!: nuestros insoportables hijos...

- ¿Estás bien?- Demás está decir que fue un milagro que no me infartara ahí mismo. Bien, no suelo tener tanta suerte. Estaba tan metida en mis problemas que no sentí que alguien se acercaba. Y, pues que mientras estés en "Emylandia", alguien te ponga una mano en el hombro y te hable, si te saca un gran susto.

Inhala; exhala, inhala... Respiré tres veces para reponerme del susto y, poniendo mi cara de "¿Que mierda quieres?" o "¿Qué no ves?", ustedes tomen la que quieran, me volteé para encarar a la estúpida que me asusto. Y vaya que resulto ser un estupida muy atractiva... bueno... resultó ser el "La rompecorazones", "La mirada de ángel", "La más sexy del año", "La líder de masas", mi amiga... ¡Sí!, mi amiga "La morena buenorra", "La barbie del colegio", "La presidenta del club social", "La que es el sueño de todos", alias Astrid Monroe ¡Ah!; si ya se somos amigas, ¿Y que? ¡Es la verdad!

No lo pude evitar, solté una carcajada más fuerte que la anterior, parecía loca, lo sé, pero era pensar estupideces (una carcajada más) o ponerme a llorar por la desesperación...

- Cariño- oí que Astrid me llamaba, levanté un poco la cara, la cual había bajado debido a que literalmente me doble de la risa; creo que verla con el ceño fruncido, y con preocupación en sus ojos azules, me hizo serenarme un poco- ¿Estas bien?- De haber podido le hubiese puesto una mano en la mejilla y le hubiese dicho "No te preocupes", eso la hubiera calmado por completo, pero me limite a respirar profundo y le respondí.

Mamá, Papá... Soy GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora