Capítulo 2

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Buenos días —salude entrando al comedor.

—Te llegó una carta —mencionó Roshell entrando, mientras me pasaba una carta.

Le di la vuelta y vi el sello de Hogwarts, la abrí y decía que podía terminar mis estudios ahí.

Antes estudiaba en el colegio Beauxbatons pero tuve unos problemas con unas estudiantes, la directora al ver que una de sus alumnas fue según dijo con sus propias palabras "una chica vulgar" me expulso.

—De acuerdo, ahora todos estaremos en Hogwarts, espero que quedes en Slytherin como nosotros —mencionó Sabik sonriendo burlón.

—Si hermano. No queremos que quedes en Gryffindor o aún peor Hufflepuff —Selene hizo una falsa mueca de horror y rió fuertemente junto con su gemelo.

—Oh podrías quedar en Ravenclaw conmigo, hermana mayor —Roshell sonrió.

Padre hizo una mueca de disgusto, a él no le agrado la idea de que uno de sus hijos haya quedado en una casa que no sea la de su sangre. Roshell hasta decidió apedillarse con el Ravenclaw primero para que los estudiantes no la juzgaran.

Me senté y le robé una tostada a Sabik, haciendo que se quejara y me viera mal.

—Bueno. Ya que irás a un nuevo colegio necesitarás nuevas cosas, luego del desayuno tu padre te llevará al callejón diagon —mencionó mamá.

Vi de reojo a papá. Él era una persona fría y engreída, destacándose como todo un Slytherin, no es una persona cariñosa en absoluto, siempre nos exige en los estudios, quiere que seamos personas conocidas por el resto del mundo mágico como "la mejor familia".

Terminé de desayunar. Caminé a mi habitación a ducharme y cambiarme. Me vi en el espejo mientras arreglaba mi cabello.

—Dice padre que te coloques el hechizo protector —mencionó Sabik pasando por mi habitación.

Levanté mi varita y conjuré un hechizo no verbal. Mi padre había inventado este hechizo cuando era joven, podía hacer que la marca mortifaga no se notara y tampoco podía ser detectada ni por la mejor varita. Esto fue algo que el Señor Tenebroso admiró y por eso mi padre ahora es su mano derecha.

Llegué a la habitación principal donde estaban mis hermanas y mi padre esperándome.

Las tres tomamos el antebrazo de nuestro padre y aparecimos en el callejón diagon.

—De acuerdo, ve a buscar lo que necesites. Yo estaré observando algunos libros —ordenó dándome una bolsa con galeones.

Roshell me pasó la lista de lo que necesitaría. Luego de algunos minutos de estar buscando todos los materiales solo faltaba uno, la mascota.

Podría escoger entre una pequeña variedad de animales, pero me decidiré por una lechuza. Caminamos por el local buscando la mejor lechuza que tengan, en el fondo encontramos una lechuza realmente majestuosa, negra con sus ojos que pedecian de heterocromía, ya que uno era de color celeste y otro de color rojo.

Sonreí de lado y agarré la jaula donde estaba, la llevé a la dependienta donde al verme con la lechuza se espantó.

—Señorita no le recomiendo esa lechuza, es peligrosa. Tenía un hermano y se lo comió. No deja que nadie se le acerque —tartamudeó la pobre anciana preocupada.

—No creo que sea un problema —contesté cínica mientras acariciaba el pico del ave y este no hacía nada.

La señora me vio con sus ojos muy abiertos y se acomodó las gafas que se deslizaban por el puente de su nariz.

Después de pagar por mi pequeño Darius, emprendimos camino donde mi padre estaba hablando con un señor de vestimenta elegante, junto con lo que supongo su hijo.

—Padre —llamé interrumpiendo su conversación.

—Lucius te presento a mi hija Shantal, ella es la que vivía con su tía en Francia —mencionó mi padre.

Estreche la mano del hombre.

—Hijo ve con las señoritas afuera, mientras converso de unos asuntos con Orion —ordenó Lucius viendo a su hijo a los ojos.

El chico asintió y los cuatro salimos del local.

—Malfoy, Draco Malfoy —se presentó el chico alargando su mano.

—Shantal Slytherin —me presenté estrechando nuestras manos. Recorrí mi mirada en el rubio, y no era nada feo.

Iba hablar pero fui interrumpida cuando alguien chocó conmigo, haciéndome casi tropezar con Malfoy quién me agarró a tiempo de ser tirada al suelo.

—¿Qué te pasa asquerosa comadreja? —Selene lo vio mal.

Nunca vuelvas a tocarme en tu vida pordiosero —exclamé con asco viendo su ropa sucia y con agujeros.

—No le hables así —contestó una chica con el pelo enmarañado.

—No hables repugnante sangre sucia —Roshell la empujó.

—Aléjense de nosotros cuatro ojos —Malfoy se burló de un chico con lentes. Lo vi determinaba y me di cuenta que era el famoso Harry Potter.

—¿Qué sucede aquí? —preguntó un señor pelirrojo con el mismo estado que el asqueroso chico que me empujo, el señor cruzó los brazos y nos vio serio.

—Hijas mías aléjense de estas sucias personas, no quiero que se les pegue una enfermedad —apareció mi padre hablando con su tono burlón.

—O que se nos pegue la torpeza —murmuró Selene haciendo una mueca.

—Señor Slytherin por favor necesito que controle a sus hijas —mencionó el hombre tartamudeando un poco. Claro ¿quién no quedaría intimidado por mi padre? es una persona de contextura alta y fuerte.

—No me vuelva a dirigir la mirada si quiere vivir Weasley —mi padre lo vio de forma seria y caminó a otra dirección.

Caminamos alejándonos de los Malfoy. Me volteé a mirar una última vez a Malfoy, quién me vio y me giño un ojo, sonreí de lado.






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Shantal Slytherin Ravenclaw 《Draco Malfoy》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora