«Capítulo uno»

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Al momento de caer del segundo piso maldita mente alto de la que fue su casa, la mansión Godfrey por culpa de Peter. El sonido de sus huesos quebrarse contra el cristal y el concreto fue alto, doloroso pero principalmente grotesco.

No podía levantarse, la caída debió fracturar su espina dorsal además de otros tantos huesos de su cuerpo cuyo nombre y ubicación exacta no sabía. Honestamente tampoco le interesaba saber ello en este momento.

No podía hacer nada, no podía dar batalla y una parte mínima de él, quizás la mínima parte humana que quedaba impregnada en su alma, tenía esperanzas en que Peter acabará con todo esto.

No más dolor.

No más autodestrucción.

En la agonía, y atrapado en su propio cuerpo que no respondía a sus llamados, pensó. Pensó; ¿De que serviría suplicar clemencia? No había que ser un genio para saber que de esta no saldría con vida.

Podía decir que ahora tenía en sí una vida. Su existencia fue tortuosa y defectosa desde que recuerda.

Ya había perdido a todos los que le habían rodeado, a quienes quería o al menos mantenían una huella en su memoria.


Miro agonizante el rostro de Peter, el lobo, que pese a toda la locura que tenía por el vargulf lo quería muerto por asesinar a Destiny. Aunque de no ser por mentiras ella estaría viva.

Si Peter le hubiera dicho la verdad sobre Andreas, ella no hubiese investigado ni por las mentiras que apuntaban a Godfrey en el lugar y no hubiese llegado furioso a sacarle en cara ello, ni el golpe, ni los insultos que ya sumados al lío que tenía con Annie no la hubiese empujado a su muerte. Al ver los signos vitales débiles de ella, optó por salir de un problema y desesperado torció su cuello.

La muerte de Destiny fue solo por engaños junto a la desesperación de ella por saber que mierda ocurrió con su prometido. Pues no creía de las palabras de los demás.

Roman no podía controlar su naturaleza, era un ser sediento de sangre y el no pidió eso. El quería ser un simple humano como el resto, por lo mismo se sometió al tratamiento experimental de Pryce. Dolía como nunca antes le dolió algo físico pero lo hizo con tal de ser normal. No ser el monstruoso que era su madre.

El tampoco pidió ser padre, y por culpa de Olivia lo fue y para peor, fue por una violación que cometió a Letha quien hasta su muerte creyó que un ángel la embarazo.

¿Como un niño inmaduro que se acuesta con todas las mujeres que quiere, se droga, bebe alcohol y saca provecho de todo ... iba a ser un buen padre?

Nadia no tenia la culpa, pero Roman al principio veía a la niña como la culpable de que Letha ya no estuviera más. Eso le dolía y mucho. Razón de que la dejará encerrada en esa habitación por miedo y precaución. No sabía tratar con niños, menos con bebes y temía que le hicieran daño.

Ya habían dañado a Shelley, Letha y ahora a una bebe. Al parecer mujer que se relacionaba a él salía lastimada.

Pryce no intento revivir a Letha como había hecho con otros.  Seguramente Olivia para obtener a la bebe le ordenó matar a Letha a toda costa. Dejo a una niña sola y sin su madre quien la quería conocer emocionada. A quien cuidaría y amaría junto a Peter.

Curioso, quisieron a Letha y  meses después de vivir cada quien en su vida quieren a Miranda, una rubia que llego por un accidente automovilístico a Hemlock Grove y a la vida de ambos demonios. Cuando ella descubrió que podía amamantar a Nadia, para Roman nació la idea de que se quedara por Nadia, que fuese su madre... aunque Peter también estaba involucrado con ella. Siempre un triangulo amoroso.

𝐌𝐚𝐲𝐛𝐞 𝐈𝐭'𝐬 𝐧𝐨𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora