P r e s e n t a c i o n*

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Miraba por los pasillos admirando las bellezas de las de primero ingreso, no sabía si entrar a clases o quedarme acompañarlas a su nuevo salón -oh, sí. Este curso habrá que entrenar buenas zorritas, mucha cacería- pensé una vez que un grupito de chicas me sonrió y una de ellas me lanzó un beso.

Había chicas rubias, castañas, rojizas que Dios solo sabe lo que me imagino con ellas...ah sí y las clásicas de pelo negro con esos ojos tapatíos que tanto me gustan -sonrisa socarrona-

-Hey bro' ya viste a las nuevas? -me palmeó por atrás Steven.

-Oh. Sí, es lo que estaba pensando... ¿Este año de cuántas serán el número de apuestas?

-Estaba con Dani y dijimos que sólo una, que esta vez sea interesante.

-¿Como una sóla chica? Fácil hermano. -Bufee.

-No idiota. -Me tomo de los hombros y mientras caminabamos sonreímos al ver les el culo a las chicas de 3ro, ya las conocíamos pero eran muy ardientes - Hoy por la mañana vimos a entrar dos chicas que tenían ciertas similitudes físicas. Hasta podría decir que son hermanas.

-Que sucio. Meternos con la familia- reí

-Ya dijimos que si lo son quedan descartadas. Pero si no lo son, quién se ligue a las dos amiguitas al mismo tiempo gana la apuesta. -dijo con tono alegre y guiñandome el ojo

-Ah, ¿como? ¿A ambas en el mismo tiempo? -Dije confundido

-Asi es. -Me golpeó el hombro

-Y ¿ya hablaron con ellas? ¿Dónde están? -me volteé al portón principal

-No exactamente, pero igual andan por coordinación supongo pidiendo información de horarios y salones.

-Genial, vayamos haya.- me zafe de su agarre

-Se vería muy obvio Jair. Quedamos en esperarnos una semana y listo, de todas maneras somos los reyes de esta institución quien quiera que se les acerqué...

-¿Los golpearemos? -dije alzando la ceja.

-Oh, tú sabes que sí hermano. Tú sabes que sí. -reimos

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-Mi nombre es Jannett, me mudé hace poco al centro y me gusta aprender.

Simplemente me había quedado corta de ideas. Que vergüenza.

-Muy bien Jannett, toma asiento. Siguiente... -Hablo la maestra de Lenguas.

Usted lo dice porque no le sudaron las manos- la fulmine con la mirada.

-Hey nosotras también somos del centro. ¿Vives cerca de la capilla?

-Eh. Hola, sí -observe con cuidado a la pelirroja y la rubia de alado. No sé porqué no me inspiraban confianza.

-Soy Susan, me presente hace rato. Tú venías en el bus ¿no? En la mañana.

Me preguntó la pelirroja que de verdad tenía unos ojos impactantes, de color grises, algunas pecas y bueno un cuerpo de infarto y más con esa faldita que le quedaba super bien. Lo más envidiable es que no traía nada de maquillaje en la cara. Ni sí quiera delineador.

-Este... sí, como en el segundo asiento, ¿venías allí también? Creo que no te ví.

Rieron las dos al mismo tiempo, la rubia tenía el pelo quebradizo como si se lo hubiera planchado pero se le hubiera mojado, muy largo con braquets y un poco más de peso que Susan pero ella si traía delineador nada más y con las mejillas rojas y hoyuelos cada vez que sonreía.

"Confía en mí" (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora