Prólogo

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Norah miraba la incansable bailarina de su caja de música. Parecía que no se mareaba. Que para ella el tiempo no pasaba. Daba vueltas sin pensarlo, siguiendo esa musiquilla que hacía años que sonaba.

Siempre que acababa volvía a empezar, insaciable.

"Ojalá todo fuera tan fácil" se decía Norah. "Ojalá yo pudiera volver a empezar".

Cerró los ojos y se tumbó en la cama. Como hacía cada noche.

La música seguía sonando, pero el ruido en su cabeza era mayor.

"¿Por qué yo?", "¿Por qué a mí?"

Pero nunca había respuesta para eso. Y era ese silencio ruidoso con las notas musicales quebrándose debido a la falta de cuerda, lo que le rompía el corazón en un pedacito un poco más pequeño cada noche antes de irse a dormir.




Las críticas constructivas y cualquier tipo de comentario serán bien recibidos. Intentaré ser constante al escribir. Gracias por dedicarme tu tiempo.








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