Papeleo

26 3 3
                                    

- Bueno chica, aquí estamos - dijo mi jefe.

Lo miré un poco desorientada. Dejó un largo silencio que me impacientó y al fin dijo:

- Ya ha pasado un mes.
- ¿Y cuál es el veredicto?
- Molestas poco.

"Oh sí que satisfacción, qué gratificantes palabras", pensé.

- Y aunque el primer día no pensé que fuera a decirte esto, te puedes quedar. Luego hablaré con Harper para que haga el papeleo, pero en fin, estás oficialmente contratada.
- Oh Drake gracias, yo...
- No hagas que me lo repiense. 
- Está bien. 
- Espero que la fiesta de fin de año esté a la altura...
- No lo dudes. Por cierto Drake, de esto quería hablarte yo. He estado pensando y quizás también deberíamos invitar a Juliette y Sarah a la fiesta. 
- No, no y no - dijo enfadado de repente. - Norah eres mi asistenta, no mi consejera de vida y no tienes ningún derecho a entrometerte en mi vida personal. Cuando fue el  cumpleaños de la niña llamé porque me lo pediste, pero no  tienes ni idea de cómo es mi vida, y por lo tanto, tampoco tienes ni idea de como manejarla.
- Yo solo... - dije tratando de justificarme.
- Tú solo limítate a hacer tu trabajo si no quieres que le diga a Harper que tu periodo de un mes se ha terminado y que ya puedes irte por donde entraste.

Me quedé callada ya que sabía que cualquier cosa  que dijera en ese momento no sería  bien recibida.

- Bien, así me gusta. Que estés callada. Estaré en mi despacho, ahora te mandaré un e-mail con lo que tienes que hacer. Tu trabajo enserio empieza hoy.

Todo lo que había hecho durante ese mes fue una auténtica broma comparado con todo lo que me vino encima. Trabajé más de lo que me creía capaz, y esas semanas que siguieron me las pasé encerrada en mi despacho, retocando una y otra vez el trabajo que ya había hecho porque a Drake nunca le parecía suficientemente bueno.

Así que de algún modo, toda la complicidad que había ido adquiriendo con mi superior durante ese mes, se desvaneció de golpe cuando pasó a ser mi jefe realmente.

Al estar todo el día encerrada en mi despacho, pude alejarme de mi desgracia personal, y aunque es cierto que algún día fui a comer con los otros compañeros, siempre estaba alejada de Finn, ya que Louise no me quitaba la mirada de encima.

Al final un día se presentó en mi despacho, desconcertado por mi distanciamiento hacia él.

- Toc, toc - dijo cuando estaba en el umbral de la puerta - ¿Puedo pasar?

- Estoy bastante ocupada Finn, ahora no tengo tiempo - y aunque era una excusa por no tener problemas en el trabajo, tampoco era del todo mentira.

- Pues déjame que te ayude. Ahora no tengo nada que hacer - dijo amablemente mientras entraba.
- No, Finn, déjalo - dije cortante.

Al momento captó el tono de mis palabras ya que su cara mostró una gran decepción.

- Oye Norah, ¿te he hecho algo?

Lo miré la cara por primera vez desde ese día que me invitó a cenar.

- No me has hecho nada Finn- suspiré. - Simplemente creo que esto no es apropiado.

- ¿Cuando dices "esto" a qué te refieres?

- A nosotros.

- ¿Es porque te invité a cenar esa noche? Lo siento no quise presionarte...

- No, no, simplemente creo que mejor dejar las cosas como están.

- Pero somos compañeros de trabajo Norah, aunque estemos en equipos distintos no puedes ignorarme de un día para otro. No lo entiendo. Dime qué te he hecho.

- No me has hecho nada. Supongo que me asusté. Acabo de salir de una relación bastante larga y necesito tiempo para mi. Siento si te he hecho sentir mal - y aunque esa afirmación tenía parte de verdad, estaba mintiendo. Sí que tenía ganas de pasar tiempo con él, sobretodo desde que Louise me lo prohibió.

- Entiendo - dijo cabizbajo. - Creo que es mejor que me vaya. 

- Lo siento... - dije mientras trataba de concentrarme en el trabajo otra vez para no tener que pensar en cuán miserable era mi vida en ese momento.

El chico ya se estaba marchando cuando de repente volvió a entrar cerrando la puerta.

- ¿Esto es por Drake? - preguntó.

- ¿Drake? - dije sorprendida. - ¡No! - pronuncié con más repulsión de la cuenta. - Claro que no es por Drake. Es por su ex mujer - dije al fin. 

La sorpresa que se llevó al escuchar mi respuesta, fue más que evidente. 

- Y ahora si no te importa... Trato de concentrarme - dije cansada.

Sin decir palabra Finn abrió la puerta y se fue.



Solo un segundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora