CAPITULO 3

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Me cepillo el pelo una vez más hasta haber acabado con todos los dichosos enredos. Me miro detenidamente en el espejo. Miro mi pequeña nariz. Mis gruesos y sonrosados labios. Miro mis grandes ojos de un tono casi verde. Y por último, miro mi largo y liso pelo castaño. Esa soy yo. Una chica, por así decirlo, del montón. Para ser sincera, nunca me he considerado guapa o mejor dicho, nunca nadie me lo ha hecho sentir.

Al salir del baño, sigo dándole vueltas a lo que nos dijo Jack hace ya una semana. Estoy inquieta e intrigada. ¿Qué que secreto tan grande puede esconder un chico de 17 años? ¿Por qué podemos tener problemas si estamos cerca de él? La verdad es que no entiendo nada. Y menos Alba. Ella era la que estaba más ilusionada por la llegada del nuevo alumno. Nos agradaba la idea de tener a alguien nuevo en nuestro grupo. De tener un nuevo miembro en los "Musqueteers". Si, lo sé. Un nombre un tanto extraño pero, gracioso a la vez. A decir verdad, no tengo ni la más remota idea de como surgió ese nombre pero, hace ya años que nos llamamos así entre nosotros. A veces pienso que somos tan raros...

El irritante tono del pajarito de Whatsapp me saca de mis pensamientos. Saco el móvil de mi bolsillo, lo desbloqueo y abro la aplicación. El mensaje es de Marcos y dice:

"Hey cachondos!! Mis padres me han castigado por la nota de mi último examen de física y tengo que llevar a mi hermano pequeño al zoo. Alguien se apunta?"

Me acerco a la mochila y saco la agenda. No me lo puedo creer, he terminado todos los deberes en clase. Felicidad máxima. Vuelvo a desbloquear el móvil y respondo rápidamente:

"Maaarcoos!!! Yo me apunto al zoo, quienes vamos por ahora?"

Nada más enviar el mensaje, me aparecen los ticks azules y su "escribiendo".
Esa es una de las razones por las que Marcos me cae bien. Siempre tan rápido en Whatsapp.

"Por ahora , Alba y yo"

Ya tengo la tarde entretenida. Voy al armario, observo la ropa durante un instante y me decanto por una simple camisa blanca con dos corazones y dos ositos abrazados en la parte de delante y unos leggins negros ajustados.
Y ahora el calzado. Lo primero que veo, las Vans. No son mis favoritas pero al fin y al cabo voy al zoo.

Vuelvo a recibir otro Whatsapp de Marcos:

"Phoe, más te vale que estés lista que Alba y yo ya  vamos para allá"

Bajo las escaleras de dos en dos y me siento en el sofá del comedor de al lado de la entrada mientras espero a que ellos lleguen.

Viviendo entre extraños //EDITANDO//2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora